El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, tomó la palabra este jueves en la 80º Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde defendió a las y los migrantes, y refrendó el liderazgo de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
“Rechazamos en particular la criminalización de las personas que, por alguna causa, han tenido la necesidad de dejar sus hogares y se ven en necesidad de migrar, sea para buscar refugio o para escapar de condiciones de injusticia o de pobreza”, expresó el canciller ante la instancia internacional.
En su alocución, De la Fuente subrayó que los migrantes deben ser reconocidos como personas con derechos y planteó, que además de cuidar de sus familias, contribuyen al desarrollo de los países donde se establecen.
“Para nosotros, las y los migrantes son personas con derechos que cuidan de sus familias y contribuyen con su esfuerzo a enriquecer y fortalecer sus comunidades de acogida”, señaló.
El canciller mexicano argumentó que el fenómeno migratorio debe ser atendido desde sus causas estructurales y por medio de una estrategia de cooperación internacional.
“Sólo entendiendo el fenómeno y atendiendo sus causas estructurales, podremos avanzar hacia un esquema de colaboración global y regional, que nos permita avanzar hacia una movilidad más segura y ordenada”, sostuvo.
Además, ratificó que el Gobierno de México garantiza su apoyo y asistencia a sus connacionales que viven en el extranjero.
“Que no quede duda alguna: México no dejará de velar por la atención y protección de las y los mexicanos que se encuentran fuera de nuestro país y quienes merecen todo nuestro apoyo y toda la asistencia que requieran”, enfatizó.
Proceso de transformación liderado por la primera mujer presidenta
A lo largo de su discurso, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recalcó que México está atravesando una transformación que es liderado por la primera mujer presidenta, Claudia Sheinbaum.
«Hay democracia, libertades, pluralidad y derecho a disentir. La justicia está siendo transformada, y hoy una persona indígena preside la Suprema Corte de Justicia de nuestra Nación. Tenemos el programa de reforestación más grande del mundo, con mil millones de árboles plantados», indicó-
Aseguró que el pilar rector de dicho proyecto es una visión de justicia, el pleno reconocimiento de la dignidad de las personas y un desarrollo social inclusivo sin discriminación.
Recordó que la propia ONU ha reconocido que 13,5 millones de mexicanos salieron de la pobreza gracias a una política de justicia laboral y programas sociales.
«Se está reduciendo la desigualdad. Se está construyendo la paz y conteniendo la violencia. La justicia ha alcanzado a los pueblos indígenas», apuntó.
«Esta nueva forma de hacer política ha dado voz y agencia a quienes históricamente fueron marginados y olvidados: mujeres, niñas, pueblos indígenas y personas de ascendencia africana, juventudes, personas LGBT+ y personas mayores. Y los resultados hablan por sí mismos», sostuvo.
El representante de México insistió que la pobreza es uno de los desafíos que atraviesa la humanidad.
«Hay países que gastan más en el servicio de su deuda que en inversiones en salud y educación para sus pueblos, y el gasto en armamento se ha triplicado, creciendo tres veces más rápido que la economía global, sólo por mencionar algunos ejemplos», planteó.
Carrera armamentista y concentración de la riqueza alimentan la guerra
«El diagnóstico siempre ha sido claro: la carrera armamentista, la inmoral concentración de la riqueza, las violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos son el combustible que alimenta las llamas de la guerra y la violencia. México no ha olvidado las lecciones de la historia. Hace 80 años participamos en la fundación de las Naciones Unidas, convencidos de la obligación moral que tenemos como Nación de contribuir a evitar el flagelo de las guerras», señaló.
Al respecto, indicó que no se trata de una coincidencia que muchos de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas se reflejen en los principios constitucionales de la política exterior que desarrolla la administración de Sheinbaum, basada en la autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de controversias, la prohibición de la amenaza o el uso de la fuerza, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación para el desarrollo y la defensa de los derechos humanos.
Defensa al derecho internacional
El Secretario de Relaciones Exteriores instó al resto de miembros de la ONU a defender el derecho internacional junto con los derechos humanos.
«Si realmente queremos evitar la proliferación de conflictos que afectan la vida y la dignidad de las personas, debemos respetar el derecho internacional, incluyendo el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, ya sea en Medio Oriente, en Europa, en África, en América Latina o en cualquier otra parte del mundo», reiteró.
«La guerra está cobrando un costo intolerable y amenaza con detonar una escalada aún mayor de conflictos que podría resultar profundamente destructiva para el mundo entero. Las guerras en Gaza, en Ucrania y en todos los demás lugares donde ocurren deben terminar ya», afirmó.
«No nos cansaremos de insistir en el urgente llamado a un alto al fuego para alcanzar siempre una solución negociada con la participación de todas las partes directamente involucradas», enfatizó.
Apoyo a la candidatura de Bachelet
Durante su participación en el debate general de la ONU, en Nueva York, manifestó que en México es tiempo de mujeres y “nos ha ido muy bien”, por lo que se pronunció a favor de que sea una mujer la próxima secretaria de ese organismo internacional y que sea de la región de América Latina, en a lusión a la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.