Disputa por los recursos hídricos

Bolivia: Evo Morales irá a por la soberanía del Silala que Chile usa sin compensación

El presidente boliviano quiso demostrar sobre el terreno que el manantial es una reserva hídrica y no un río internacional, tal y como sostiene el Gobierno chileno.

Por Meritxell Freixas

29/03/2016

Publicado en

Latinoamérica / Portada

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morales_aguas silala

La disputa de las aguas del río Silala, que hasta ahora había estado en un segundo plano de la tensión diplomática entre Chile y Bolivia, desatada por la histórica reclamación la salida al Pacífico del país altiplánico, se colocó estos últimos días en uno de los temas más mediáticos y debatidos entre la opinión pública.

El conflicto por estas aguas se reabrió en 2010, cuando Chile decidió poner punto final a un preacuerdo entre ambos países establecido un año antes que sostenía que Santiago pagaría por el uso del 50% de las aguas del manantial mientras se realizaba un estudio hidrológico profundo, para esclarecer de dónde provienen las aguas del río.

La controversia pasa por que mientras Chile considera al Silala como un río internacional, Bolivia asegura que se trata de un reserva hídrica conformada por 94 ojos de agua, que fue canalizada de manera artificial en el año 1908 hacia el territorio chileno a través de un sistema de acueductos. Según el Gobierno boliviano, la compañía chilena Bolivian Antofagasta Railway solicitó en 1908 la autorización a la Prefectura de Potosí porque necesitaba el agua para el funcionamiento de sus locomotoras y obtuvo el permiso por 99 años, concesión que fue revocada en 1997.

La cuestión quedó en el aire en varias ocasiones. Sin embargo, se reabrió durante las actos por el «Dia del Mar», cuando el presidente boliviano Evo Morales anunció la intención de demandar a Chile ante la Corte Internacional de Justicia por las aguas del Silala porque considera que Bolivia tiene a su favor el derecho internacional y la legalidad para llevar a cabo la denuncia.

Con el objetivo de demostrar que las aguas del Silala provienen de manantiales que nacen en el departamento de Potosí, el mandatario boliviano se desplazó este martes hasta esta región del suroeste del país. «Aquí se demuestra que el Silala no es un río internacional», manifestó a su llegada a región.

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Al finalizar el recorrido, el presidente boliviano llamó al Gobierno chileno a reconocer que Bolivia tiene el derecho legítimo sobre el Silala y aseguró que al final vencerá la verdad sobre las aguas en disputa: «Tenemos una enorme responsabilidad como Gobierno para defender nuestros recursos naturales, sentar soberanía en nuestras fronteras», sostuvo.

Es por eso, que el Ejecutivo boliviano está dispuesto a invitar a organismos internacionales para que vean como Santiago ha desviado las aguas. Morales explicó que la posibilidad de iniciar una nueva demanda por el Silala no es un tema «improvisado» sino que se analizó mucho antes, porque Chile continúa usando estas aguas sin ningún tipo de compensación.

Además, el gobernante reconoció que el uso de los recursos naturales de Bolivia  es uno de los temas que el país tiene pendientes con Chile y recordó que su Ejecutivo siempre ha expresado su disposición al diálogo para resolver por la manera pacífica los temas pendientes con Chile. Una opinión que no comparte el Gobierno chileno, que considera que Bolivia optó por la vía de la «odiosidad», en palabras del  canciller chileno, Heraldo Muñoz.

Por su parte, el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, quien acompañó al presidente en su visita a Potosí, afirmó que las aguas del Silala son usadas en el norte de Chile por empresas mineras privadas. Según él, estas aguas abastecen varias poblaciones del norte de Chile y a la mina de Chuquicamata, en la zona de Calama, de donde se extrae el mineral que sustenta el 50% del erario público de Chile.

En respuesta a las intenciones del Gobierno boliviano, Chile indicó que si La Paz lleva el caso ante la Corte Internacional de Justicia, el Gobierno chileno presentaría una contrademanda.

En este sentido, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, anunció este lunes que ejercerá todas las acciones necesarias para proteger la soberanía nacional y calificó el anuncio del jefe de Estado boliviano como un acto poco amistoso.

«El gobierno de Bolivia reclama ser dueño de recursos hídricos que son compartidos, las aguas del Silala fluyen hacia el territorio por la ley de gravedad. Durante más de 100 años Bolivia reconoció la calidad de río internacional del Silala», dijo la mandataria.

Algunos parlamentarios chilenos exigieron al Ejecutivo que renuncie al Pacto de Bogotá, un tratado suscrito en 1948, mediante el cual los firmantes se comprometían a resolver sus controversias por medios pacíficos.

 

 

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