El conflicto comercial entre China y EEUU ha generado graves tensiones militares que escalan rápidamente

China v/s EEUU: El «Gigante Asiático» no cede ante amenazas y redobla su ofensiva

Probablemente este conflicto sea de lo más significativos que se viven hoy a nivel mundial, por enfrentar a dos naciones con enorme poder militar y objetivos irreconciliables. Muchos analistas apuestan a China, pues su desarrollo económico "puede ser considerado como uno de los procesos de transformación comercial más importantes de las últimas décadas", mientras que EEUU enfrenta el desgaste de poder e intenta sostener su posición de forma desesperada.

Por Ronald Ángel

05/10/2018

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China / Portada

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China EEUU TRUMP XI JINPING

El pasado domingo, 30 de septiembre, el destructor estadounidense Decatur fue expulsado del Mar de China Meridional por el buque militar chino Luyang, en una acción que produjo el disgusto del Washington que posteriormente acusó a Beijing de haber realizado una maniobra peligrosa contra la tripulación calificada como «insegura y poco profesional”.

El incidente, según la Armada de Estados Unidos (EEUU), pudo haber culminado en una colisión entre ambos destructores, pues aseguran que el Luyang se acercó a una distancia de 41 metros para así expulsar al Decatur.

Al respecto, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, lanzó este jueves -4 de octubre de 2018- en rueda de prensa transmitida por la cadena CNN, una serie de críticas y acusaciones contra China, en la que asegura que el gobierno chino ha robado tecnología militar estadounidense para disminuir el poderío militar de Washington, para prestar»ayudar» a los países del continente asiático.

En ese sentido, Pence dijo que no temen a China ni a su gobierno, el cual calificó de ser un régimen que hace sufrir a su pueblo de distintas violaciones a los derechos humanos y que se quiere imponer como una nación que controle toda la región asiática y así expulsar la presencia de EEUU en ese espacio geoestratégico.

Además, el vicepresidente estadounidense aseguró que durante los últimos años China viene «ayudando» a países que son enemigos de Washington, y puso como ejemplo a Venezuela y el fortalecimiento que han tenido las relaciones diplomáticas, comerciales y económicas entre los gobiernos de Xi Jingpin y Nicolás Maduro.

La confrontación comercial entre China y EEUU se ha elevado al escenario tecnológico y armado

Espionaje tecnológico

El incidente entre los dos buques de guerra se unen además a una masiva exposición mediática de una información publicada por Bloomberg este jueves, que fue re difundida por las agencias de noticias más importantes y medios de todo el planeta.

Según Bloomberg, China habría logrado robar secretos tecnológicos de compañías e instituciones del gobierno de EEUU a través del espionaje, al colocar secretamente chips diminutos en computadoras de firmas estadounidenses fabricadas en China.

Dice esa información que supuestamente los chips son más pequeños que un grano de arroz y se utilizaron en equipos fabricados para Amazon, Apple entre otras compañías y agencias gubernamentales que también podrían estar afectadas por este espionaje industrial.

«La investigación que las autoridades estadounidenses llevaron adelante durante tres años, revela que los delincuentes habrían creado una «puerta oculta» en las computadoras. Es decir, una entrada más eficiente y más difícil de detectar que un proceso de pirateo habitual», dice un despacho de AFP.

Bloomberg explica que las computadoras que contienen el chip son fabricadas por la empresa estadounidense Super Micro Computer, que tiene una planta de fabricación en China.

Esta start-up produce equipos informáticos para el Departamento de Defensa de EEUU, las operaciones de drones de la CIA y las redes de buques de guerra de la Marina.

Supuesto chip de «espionaje» colocado por China, según Bloomberg

Supuesto espionaje de China fue negado por las empresas estadounidenses

El supuesto espionaje chino fue negado por las propias empresas estadounidenses. A través de un comunicado, Apple dijo que «nunca ha encontrado chips maliciosos, manipulaciones de computadoras o vulnerabilidades creadas intencionalmente en ningún servidor».

Además, Amazon y Super Micro Computer negaron tener conocimiento de este tipo de espionaje o de la investigación sobre el tema.

Sin embargo, Bloomberg asegura que Amazon descubrió el problema cuando adquirió la compañía de software Elemental y examinó los servidores fabricados por Super Micro.

Dice Bloomberg que Super Micro tenía a su vez clientes clave como la ‘startup’ Elemental Technologies, comprada por AWS (Amazon Web Services, una unidad de Amazon) en 2015.

Agrega que Elemental desarrollaba ‘software’ para comprimir audios y vídeo para que estos pudieran consumirse en todo tipo de dispositivos. Para vender ese ‘software’, Elemental construía servidores usando, entre otros, los componentes de Super Micro.

Antes de la adquisición por parte de Amazon, los servidores de Elemental (con los chips chinos infiltrados) eran utilizados por todo tipo de organismos estratégicos dentro del Gobierno de EEUU: el Departamento de Defensa, la unidad de drones de la CIA, la marina de EEUU para el control de las redes internas de los barcos de guerra; es decir, según Bloomber, China espió durante años a través de servidores ‘hackeados’ a empresas y objetivos estratégicos de EEUU.

Agrega Bloomberg que en el proceso para comprar Elemental, Amazon descubrió los diminutos chips ocultos en servidores de la ‘startup’. Acto seguido, lo comunicó a las autoridades estadounidenses, que lanzaron una investigación, aún abierta tras tres años de ese incidentes.

Agrega la información que múltiples fuentes del Gobierno de EEUU han confirmado a Bloomberg la existencia y gravedad del ‘hackeo’, aunque Apple y Google niegan que se haya producido.

China apuesta a la multipolaridad para garantizar la paz del planeta, mientras EEUU continúa con su estrategia hegemónica unipolar

China se defiende en la guerra de aranceles impuesta por EEUU

El pasado 26 de septiembre el Gobierno chino informó que reducirá los aranceles para productos importados a partir del 1 de noviembre de 2018, como respuesta al ataque comercial que ejecuta en su contra el gobierno de Donald Trump.

Al respecto, el primer ministro chino, Li Keqiang, explicó que con esta medida China espera reducir el impacto -para familias y empresas- de las sanciones económicas de EEUU en 60.000 millones de yuanes al año (unos 7.500 millones de euros).

En ese sentido, China decidió disminuir las importaciones estadounidenses para maquinaria, productos eléctricos y textiles.

Como EEUU importa más productos de China que los asiáticos de norteamérica, la balanza, en ese sentido, se inclina hacia Washington, pero con una economía en descenso como la estadounidense y una en ascenso como la China, las posibilidades de que la estrategia de Trump se le revierta es un hecho que está en puerta.

Los últimos aranceles aprobados por Trump afectaba a 200.000 millones en productos chinos gravados al 10%. China solo ha podido responder con la misma medicina a 60.000 millones de productos estadounidenses.

Nicholas Lardy, analista de China del Peterson Institute for International Economics en Washington, opina que la rebaja de tasas comerciales siguen la lógica de los últimos años de ir adaptándose al capitalismo global. Pero con el añadido de que supone una bofetada para Trump. «Tiene la ventaja adicional de que hará que las empresas estadounidenses carguen contra la estrategia de Trump por bloquear el acceso al mercado chino».

La guerra comercial se intensificó en julio pasado cuando entró en el presidente de EEUU puso en ejecución el cobro de aranceles de 25% a bienes importados de China, principalmente del sector tecnológico e industrial.

Así comenzó oficialmente lo que se ha empezado a conocer como la mayor guerra comercial global de la historia. China respondió de igual forma y comenzó al cobro de aranceles comerciales a los productos estadounidenses con unas medidas de similar cuantía, por valor de 34.000 millones de dólares, un contraataque inmediato.

Esta medida la acompañó Rusia, víctima también de sanciones económicas impuestas por EEUU, al igual que Washington lo aplica contra Venezuela.

China y EEUU protagonizan la guerra comercial calificada como la más grande de la historia

Frenar el crecimiento del mundo multipolar

La guerra comercial de Washington contra las dos potencias mundiales que le secundan, Rusia y China, busca frenar el crecimiento del bloque multipolar que representan estas naciones con el apoyo de países emergentes alrededor del mundo, sobre todo en Latinoamérica -caso Venezuela- y Oriente Medio, caso Siria e Irán, por mencionar algunos.

La guerra comercial comienza cuando un país intenta dañar la economía de otro, al aumentar las tasas de impuestos sobre las importaciones de algunos productos, al ejecutar un boicot financiero y al imponer un bloqueo comercial de ese país.

El impacto, en este caso, de la guerra comercial entre China y EEUU, además de ocasionar daños económicos y en la calidad de vida de los pueblos de ambos países, también tiene un efecto a escala global, pues, por ejemplo, un celular o computadora que haya sido diseñado en EEUU, pero montado en China y además tiene componentes fabricados en Japón y Corea del Sur, implica que el cobro de aranceles altos sobre la importación de este dispositivo, afectará a todos los países implicados en el proceso.

La mayoría de los impuestos que ejecuta Washington van destinados a 818 categorías de bienes importados de China, en su mayoría al sector industrial y tecnológico, así como también a bienes de consumo, como bombillas de luz LED y cigarrillos electrónicos, vehículos de pasajeros, radiotransmisores, piezas para aviones y discos duros para computadoras.

La respuesta anunciada por China ante el castigo estadounidense engloba sanciones a 545 productos estadounidenses, entre los que destacan la carne de cerdo, el trigo, productos lácteos, el arroz y la soya, dos alimentos clave en esta cultura asiática y que golpearán directamente a los agricultores de los EEUU.

Poco a poco China ha generado que a Washington se le prendan las alarmas por su pérdida de espacio en el control mundial

Crecimiento económico de China

Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, el crecimiento sostenido de China para 2018 y 2019 se mantendrá por encima de los 6 puntos porcentuales, incluso a pesar del saboteo a la economía que ejecuta actualmente EEUU.

Según el personal técnico del FMI, entre 2017 y 2021, el crecimiento de China -la segunda economía mundial- será, en promedio, de 6,4%.

«Dado el fuerte ímpetu del crecimiento, ahora es el momento de acometer con más decisión el desapalancamiento. El gobierno chino ha empezado a dar los primeros pasos importantes para facilitar el desapalancamiento del sector privado; el crecimiento del crédito está desacelerándose y la fuerte “brecha de crédito” está reduciéndose», cita un informe del FMI sobre el panorama económico de China, publicado en 2017.

«Es hora de redoblar estos esfuerzos, centrando la atención más en la calidad y la sostenibilidad y no tanto en las metas cuantitativas», agrega el FMI.

Por su parte, el Banco Mundial indica que China crecerá en los años 2018 y 2019 de 6,3% a 6,5%; y este escenario podría ser más favorable para los chinos si lograr tener políticas fiscales más flexibles.

La expansión de China en el mundo pone en riesgo la hegemonía estadounidense

Expansión de China, debacle de la hegemonía estadounidense

Un artículo de Marta Bekerman, directora del Centro de Estudios de la Estructura Económica (CENES) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, publicado en 2015, titulado Prefacio La expansión de la economía china. Desafíos y oportunidades, explica que el desarrollo económico de China «puede ser considerado como uno de los procesos de transformación comercial más importantes de las últimas décadas».

En su texto Bekerman comenta que «por más de 30 años, desde 1978 hasta 2011, China registró una tasa anual de crecimiento de alrededor del 10% como resultado tanto de la expansión de su comercio internacional como del aumento del consumo interno y de la formación de capital productivo».

Agrega la investigadora que «por otro lado, China se ha convertido en un fuerte nodo de atracción de la inversión extranjera directa (IED) a la vez que está generando crecientes inversiones hacia el resto del mundo. Esta realidad no podía dejar de tener un creciente impacto sobre los mercados internacionales de bienes y servicios, lo que está generando crecientes desafíos tanto para los países del norte como para los emergentes».

«Desde la perspectiva de los países desarrollados, el hecho de que China se esté posicionando como uno de los principales países manufactureros y exportadores del mundo, va generando un desplazamiento de los tradicionales centros de acumulación de capital y desarrollo tecnológico como Estados Unidos y la Unión Europea en la provisión de diversos bienes de capital e insumos», explica.

Bekerman sostiene que «en cuanto a los países emergentes, el aumento de las relaciones comerciales con China a partir de su ingreso a la Organización Mundial del Comercio, en 2001», ha dado nuevas esperanzas sobre el desarrollo de un nuevo orden mundial.

«El ascenso chino (es visto) como una oportunidad de consolidación de un nuevo orden internacional menos centrado en la dependencia de la hegemonía estadounidense», explica.

El control del mapa mundial ya no le pertenece únicamente a EEUU

‘Made in China’

Recientemente la BBC publicó un artículo donde explica como China ha incrementado su ascenso económico, gracias a su «ambicioso» plan «Made in China 2025».

Explica la BBC: «Hace poco, China le mostró al mundo su primer avión de pasajeros fabricado en casa. Lo mismo hizo con su primer tren bala que viaja a 400 km/h. Y con sus carreteras inteligentes que van a recargar autos eléctricos en movimiento, sus robots o sus nuevos satélites. Símbolos que se suman a las fábricas y centros de investigación que tiene Apple en su territorio y de automotoras como GM, Volkswagen y Toyota».

«Estas y otras operaciones forman parte del plan «Made in China 2025″ que abrió el grifo para que corrieran miles de millones dólares con el objetivo de que el país se convierta en una potencia industrial y tecnológica. Pekín ha dicho abiertamente que quiere dejar atrás su fama como proveedor de zapatillas, ropa y juguetes baratos. Pasar de ser un país de mano de obra de bajo costo a uno de ingenieros», agrega la BBC.

«Ese es el horizonte del plan «Made in China 2025» con el que Pekín quiere conquistar el mundo. El mismo plan que Donald Trump considera un «robo de tecnología» que atenta contra la seguridad nacional y la libre competencia y que ahora está en el centro de una potencial guerra arancelaria entre los dos países», cita el despacho de la agencia británica.

Estados Unidos no descarta el clonflicto bélico con China, por su parte los asiáticos han demostrado no temer a las tropas estadounidenses

¿Guerra caliente?

Para China es primordial mantener la paz en su región, algo que han reiterado en distintas ocasiones tras el ataque continuado a nivel diplomático que promueve Washington, mismos que se suman a las provocaciones belicistas sobre los límites del mar meridional de China.

El 4 de febrero pasado, el Gobierno chino instó a la Casa Blanca a abandonar su mentalidad de Guerra Fría y disminuir la cantidad de armas atómicas que mantiene en su arsenal nuclear, además de pedirle que detenga su actitud hostil hacia Pekín.

En ese sentido, el Ministerio de Defensa de China expresó en un comunicado lo siguiente: “Esperamos que Estados Unidos abandone su mentalidad de Guerra Fría, asuma seriamente sus responsabilidades especiales de desarme. La paz y el desarrollo son tendencias mundiales irreversibles. Estados Unidos, el país que posee el arsenal nuclear más grande del mundo, debería tomar la iniciativa de seguir la tendencia en lugar de ir en contra de ella”.

Momento en el que la Marina China expulsa al destructor estadounidense de sus aguas

Estas declaraciones fueron en rechazo a la publicación de la ‘Revisión de la Postura Nuclear de 2018’ de la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, en la que se informa de la decisión de adquirir nuevas armas para desafiar a Rusia y China, a los que califica de “adversarios nucleares”.

Y este escenario bélico lo volvió a confirmar este jueves -4 de octubre de 2018- el vicepresidente estadounidense aseguró que China intenta apoderarse del control mundial a través de su incremento en el presupuesto armamentista, así como el desarrollo de armas y tecnología de guerra para frenar el poder de Washington en el mundo.

A esa postura, donde Pence recalca que China es un gobierno enemigo, que ha crecido gracias al robo de su tecnología, también agrega que bajo ningún motivo EEUU fracasará ante la supuesta conspiración internacional que el gigante asiático tiene en mente junto a sus aliados como Rusia, en principio, y el bloque de países «hostiles» a Washington como Irán, Siria, Venezuela, entre otros que actualmente estrechan lazos estratégicos con la potencia comunista.

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