Francisco Javier Díaz, subsecretario del Trabajo

“La reforma laboral es un proyecto prioritario, que mantiene su visión y sus plazos”

La reforma laboral es parte de los ejes estructurales del programa de gobierno de Michelle Bachelet, que hoy se encuentra en entredicho tras el giro que comienza a dar La Moneda tras el “realismo sin renuncia” dictado por la Mandataria. En medio de presiones de la derecha, empresariado y de algunos sectores de la Nueva Mayoría por revisar y modificar este proyecto – en pos de la “productividad – desde el Ejecutivo se señala que “perfeccionamientos siempre puede haber, nadie es dueño de la verdad. Lo importante es mantener el equilibrio interno

Por Jose Robredo

29/07/2015

Publicado en

Portada / Trabajo

0 0


Desde que el proyecto de reforma al código laboral entró al parlamento se estado en el centro de la polémica debido a la permanente presión sostenida por los grupos económicos y la derecha, a los cuales se les suma últimamente sectores conservadores de la Nueva Mayoría, que califican al proyecto como un “agente de riesgo” para el empleo y la productividad en pleno escenario de crisis económica.

El gobierno ha defendido la propuesta, que modifica la sección del código laboral que regula la negociación colectiva, y la califica como “un avance” a pesar de que “en el mundo sindical el proyecto puede ser visto como insuficiente en alguna materia, pero que es claramente un avance en muchas otras”.

En conversación con el Subsecretario del Trabajo, Francisco Javier Díaz, abogado, cientista político y militante del Partido Socialista, revisamos algunos aspectos de la Reforma que por estos días se revisa en la comisión de Trabajo. Respecto del proyecto expresa que “Estamos proponiendo un nuevo esquema de relaciones laborales en la empresa, orientado a la búsqueda de acuerdos, pero un plano de mayor simetría entre empleadores y trabajadores”.

De igual forma el subsecretario Díaz señala, a través de un discurso estructurado en línea con la nueva etapa que vive el gobierno, que una de las políticas del gobierno en materia laboral es desarrollar condiciones de empleo que no transgredan el derecho de los trabajadores y que eso se traduce en que “no es intención nuestra promover empleo por la vía de precarizar las condiciones de trabajo”.

Además sostiene que, respecto del ambiente político en torno a la Reforma, “se requiere un buen clima de diálogo” y “muchas veces no estaremos de acuerdo en todo; se trata éste de un sector donde hay intereses muy contrapuestos”.

– ¿Qué tan amenazada está la Reforma Laboral con el escenario económico? 
El gobierno ha señalado que la reforma es prioritaria y que por tanto, lo que corresponde es abocarse a su tramitación en el Congreso, donde se encuentra en la Comisión de Trabajo del Senado.

– Ya que las presiones por morigerar la Reforma Laboral no vienen sólo del empresariado sino que también de la Nueva Mayoría ¿Cómo proyecta la discusión en el Senado?

Esperamos una discusión similar a lo que se dio en la Cámara de Diputados: profundidad, altura de miras, y celeridad.

– La CPC mencionó la indemnización por años de servicio el pasado lunes. Sonó a moneda de cambio ¿Cuál es su opinión al respecto?

No tenemos contemplado introducir innovaciones en materia de indemnizaciones por años de servicio. Nuestro proyecto se refiere a materias de derechos colectivos del trabajo, y las indemnizaciones se encuentran tratadas en la parte de derechos individuales. Solo hemos abordado el tema de desvinculaciones para sancionar lo que se denomina el despido de motivación antisindical, porque se relaciona con el espíritu de fortalecimiento de estas organizaciones. No creemos aconsejable alterar el foco de este proyecto de ley.

– El Código Laboral es perverso, totalmente despreciativo de los derechos de los trabajadores ¿Qué hace que las reformas que se plantean lo conviertan en lo contrario?
El proyecto de ley sustituye una sección completa del Código del Trabajo, que es el Libro 4 que regula la negociación colectiva. Estamos proponiendo un nuevo esquema de relaciones laborales en la empresa, orientado a la búsqueda de acuerdos, pero un plano de mayor simetría entre empleadores y trabajadores.

– Las organizaciones de trabajadores, a parte de la CUT, señalan no ser considerados en el debate ¿Qué puede decir al respecto?

Hemos sostenido cientos –no decenas, sino que cientos— de reuniones con sindicatos de base, federaciones, confederaciones y centrales sindicales. Incluso los sindicatos más críticos al proyecto de ley reconocen y no pueden negar que no hayan sido recibidos sus puntos de vista, personalmente por la Ministra o los subsecretarios, tanto en Santiago como en regiones. El registro de todas esas reuniones es público, es algo innegable.

– Considerando el clima en el Senado el objetivo es ¿Sacar la Reforma a como de lugar o respetar el piso que dejo la Cámara de Diputados?

Esperamos mantener los equilibrios internos del proyecto, porque ese es el mandato que recibimos del pueblo de Chile cuando votó por el programa de gobierno, el que anticipa las principales temáticas y los contornos de esta reforma.

– ¿Desde el gobierno sienten a la Nueva Mayoría totalmente comprometida con el proyecto de Reforma Laboral?

No tenemos duda de que se trata de un tema que nos une, y no solo ahora, sino que históricamente. Aquí está la impronta de Manuel Bustos, de Exequiel Ponce, de Tucapel Jiménez o de Luis Emilio Recabarren. La justicia social es la principal motivación que todos sentimos para incorporarnos a la política.

– Entendiendo que esto es política y hay que negociar ¿Qué tan amplio es el margen de acción que le queda al gobierno?

Insistimos: perfeccionamientos siempre puede haber, nadie es dueño de la verdad. Lo importante es mantener el equilibrio interno del proyecto.

– ¿Por qué el gobierno no ha buscado fortalecer el lazo con los trabajadores en la tramitación de las reformas?

Ya lo decíamos: hemos recorrido Chile entero conversando acerca de la reforma. Es cierto: no todos estarán de acuerdo en todo, pero sentimos que de manera muy mayoritaria, en el mundo sindical el proyecto puede ser visto como insuficiente en alguna materia, pero que es claramente un avance en muchas otras.

– ¿Teme llegar a comisión mixta con este proyecto?

La Comisión Mixta es parte del proceso de elaboración de la ley, hay que tomarlo como tal. De hecho, ya hay algunas indicaciones comprometidas (como por ejemplo, la de establecer una gradualidad en la implementación de los pactos de jornada), lo que significa que el tercer trámite será parte de este proceso.

– ¿Cómo se traduce el «Realismo sin renuncias» en materia laboral? 

Este proyecto se construyó con mucho realismo desde un inicio, y así ha sido la discusión en la Cámara.

–  En que lugar de la lista de prioridades quedó la Reforma Laboral

Ya lo dijimos, es un proyecto prioritario, que mantiene su visión y sus plazos.

– ¿Cuál es la respuesta del gobierno frente a la presión empresarial respecto del desempleo y productividad (más allá de que esta reforma responde al estándar OCDE)?

Hemos aportado distinta evidencia internacional respecto del efecto que provoca la legislación laboral en materia de desempleo y productividad. La evidencia más reciente para los países OCDE indica que no existe correlación entre estas normas y el nivel de desempleo, y que por el contrario, muchas veces una mayor cobertura colectiva y un adecuado marco de negociación sirve no solo para mejorar productividad, sino que también para hacer frente a las crisis.

– ¿Cuáles son los escenarios que se prevén en el área laboral considerando el actual escenario económico?

La desaceleración económica puede tener un efecto en el nivel de empleo. Eso no se ha notado hasta ahora, pero podría ocurrir. Ahí entran a tallar fuertemente las políticas activas de empleo, y muy especialmente, la capacitación y formación en oficios. Porque hemos sido muy claros: no es intención nuestra promover empleo por la vía de precarizar las condiciones de trabajo.

– ¿Hasta qué punto afecta esta crispación política mirando el trámite de la Reforma Laboral? 

Discutir una reforma laboral requiere un buen clima de diálogo. Muchas veces no estaremos de acuerdo en todo; se trata éste de un sector donde hay intereses muy contrapuestos. Pero lo relevante es resaltar aquellos puntos donde pueden existir acuerdos, tratar de identificar la evidencia más relevante, y persistir en las convicciones. Es tarea de todos contribuir a un sano clima de diálogo.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬