Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Venezuela, Nicolás Maduro, firmaron este miércoles en el Kremlin un Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación durante diez años, que abarca áreas como las finanzas, hidrocarburos, conexiones aéreas, tecnología, cooperación militar y de seguridad, entre otros
El acuerdo fue suscrito en el marco del 80º aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y «establece los principios y directrices básicas para el futuro desarrollo de la cooperación a largo plazo», dijo la Presidencia rusa en un comunicado.
“Es el mejor momento, en los 80 años de nuestras relaciones, en los 80 años de esa gran victoria, para tomar un impulso nuevo, como el que vamos a tomar”, expresó Maduro durante el encuentro.
El mandatario venezolano destacó que el objetivo del tratado es dar un “salto” hacia una “relación integral de cooperación en todas las materias”, con miras a que esta alianza pueda “florecer” en los próximos años.
Putin, por su parte, calificó la relación bilateral como “prometedora” y subrayó el crecimiento del 64 % en el volumen comercial entre ambos países en 2024, que alcanzó los 200 millones de dólares.

Cooperación estratégica y apoyo mutuo
El tratado contempla que ambas partes reforzarán la asociación de igual confianza y la cooperación estratégica manteniendo un diálogo político y diplomático regular y estrecho.
Se prevé que Moscú y Caracas mejoren los lazos en materia de defensa en ámbitos de interés mutuo, considerándolos un componente importante del mantenimiento de la seguridad regional y mundial.
De este modo, los dos países mantendrán una cooperación técnico-militar con el fin de reforzar la capacidad de defensa y garantizar la seguridad de ambos Estados y facilitarán la consecución de nuevos acuerdos.
También cooperarán en cuestiones de control de armamento, desarme y no proliferación, contribuyendo a la estabilidad internacional y a la seguridad igual e indivisible de todos los Estados sin excepción.
A la par, trabajaran estrechamente en la lucha contra el terrorismo internacional y el extremismo, el blanqueo de capitales procedentes de actividades delictivas y la financiación del terrorismo
A través del acuerdo estratégico, Caracas y Moscú se oponen firmemente a las medidas coercitivas y restrictivas unilaterales (sanciones), incluidas las de carácter extraterritorial.
Ambos países se comprometen a realizar esfuerzos solidarios para combatir el legado y la falsificación de la historia del colonialismo, denunciar el racismo, el genocidio y otros crímenes cometidos, incluso contra los pueblos de América Latina, y prevenir las manifestaciones neocoloniales en las relaciones interestatales.
Los dos Estados oponen conjuntamente a la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a la escalada de intolerancia.
Según el documento, Moscú y Caracas acuerdan medidas para luchar contra la delincuencia organizada transfronteriza, la producción y el tráfico ilícitos de estupefacientes, sustancias psicotrópicas y sus precursores, y la corrupción.
Las partes promueven iniciativas conjuntas en el marco de la OPEP+ y otras organizaciones y promueven un desarrollo equilibrado y estable a largo plazo de los mercados mundiales de la energía sin recurrir a restricciones artificiales ni a instrumentos de competencia desleal, consignó RT.
En el ámbito energético, ambos países impulsarán inversiones conjuntas en petróleo, gas y minería, aprovechando la experiencia tecnológica rusa en extracción y las vastas reservas de recursos venezolanos.
También trabajarán en el desarrollo de una infraestructura financiera independiente para facilitar el comercio y la inversión, sin depender de inversiones occidentales
Uno de los aspectos más importantes para la cooperación binacional es el tecnológico. En este rubro, Venezuela albergará una estación terrestre del sistema de navegación satelital ruso GLONASS, proyecto que no solo fortalecerá la exploración espacial conjunta, sino que también mejorará las capacidades logísticas y de comunicación en la región. Este avance se complementa con planes de intercambio en investigación científica e innovación tecnológica, áreas donde Rusia ha ofrecido transferencia de conocimiento.
La salud pública ocupó igualmente un lugar destacado. Ambos países promoverán la formación médica, el desarrollo de vacunas y proyectos sanitarios, retomando la cooperación establecida durante la pandemia de COVID-19.

Rusia refuerza su presencia en América Latina
El Acuerdo de Asociación Estratégica y Cooperación plantea que mientras Rusia desarrolla relaciones con la región de América Latina y el Caribe, que «constituye un importante centro de influencia política y económica en el emergente mundo multipolar», Venezuela se compromete con promocionar las relaciones de Moscú con las asociaciones de integración del continente, especialmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en aras de la realización de los objetivos de desarrollo y la garantía de la paz en la región.
El convenio se firmó por un periodo de diez años y se renovará automáticamente por periodos sucesivos de cinco años, a menos que una de las partes notifique por escrito a la otra su intención de rescindir el pacto al menos seis meses antes de su vencimiento.
Cabe resaltar que, desde el 2019, Venezuela y Rusia han firmado más de 350 acuerdos y han realizado 18 comisiones mixtas.
La visita de Maduro a Moscú continuará con su participación en el desfile militar en la Plaza Roja, lo que proyecta a Venezuela como el primer país latinoamericano en elevar sus relaciones con Rusia al “más alto nivel político”.