Elecciones presidenciales en Ecuador

Tras la década de Correa, ecuatorianos eligen a su sucesor

Este domingo los ecuatorianos y ecuatorianas definen la continuidad del proyecto que encabeza el actual mandatario desde 2007 o unirse al giro hacia el neoliberalismo que se ha dado en los últimos años en la región. Todo, en una campaña electoral marcada por la difícil situación económica y las críticas a las figuras del actual mandatario.

Por Jose Robredo

17/02/2017

Publicado en

Latinoamérica / Portada

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Este domingo se realizan en Ecuador las elecciones presidenciales que definirán al reemplazante de Rafael Correa, quién tras diez años de mandato, deja la presidencia en un ambiente dividido entre quienes alaban su gestión y quienes le critican por su carácter personalista.

La gestión de Rafael Correa marca estas elecciones ya que en sus diez años hubo avances en materia económica, infraestructura y participación ciudadana, junto con las críticas por su política extractivista en materia de desarrollo económico. Además, los últimos años la baja en los precios del petróleo han afectado los programas sociales y los planes de inversión pública, lo que ha provocado fuertes críticas al final de su mandato. Las que se suman a los permanentes llamados de la oposición que apuntan al líder de la Revolución Ciudadana como un mandatario personalista y autoritario, junto con las denuncias de corrupción.

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Son ocho los candidatos a reemplazar a Correa, pero cuatro son los que aparecen en las diferentes encuestas de opinión con mayores posibilidades de disputar la elección: Lenín Moreno, que fue vicepresidente de Rafael Correa de 2007 a 2013 y que marca cerca del 30% de las preferencias; el exbanquero conservador Guillermo Lasso; la socialcristiana Cynthia Viteri y el exalcalde de Quito y veterano de la guerra entre Ecuador y Perú de 1995, Paco Moncayo.

Es importante señalar que la legislación ecuatoriana establece que el candidato que obtenga el 40% de los votos válidamente emitidos, excluyendo nulos y blancos, y que sostenga una distancia de 10% del segundo. gana la elección. Hasta ahora -eso sí- las mediciones dan cuenta de que entre un 35 y un 40 por ciento de los encuestados no tiene definido su voto para el día domingo.

Lenín Moreno

Lenín Moreno

El Factor Correa

Es indudable que la presidencial ecuatoriana se encuentra marcada por la figura de Rafael Correa, lo que se traduce en las posturas de cada una de las candidaturas que disputan la elección.

Al respecto, la socióloga e investigadora ecuatoriana Patricia de la Torre sostiene que «el liderazgo de Rafael Correa es fuerte,  potente, carismático y tiene una personalidad que tiene un trabajo e intensidad. Un carisma como el de Correa son fenómenos aislados que se dan en años, al menos en el Ecuador. Este liderazgo impregnado con un carisma, del tipo weberiano, donde una posición autoritaria le ha permitido hacer cambios en el país».

Para el analista político ecuatoriano Guillermo Navarro, en tanto, la figura de Correa hace sombra a los candidatos pues «es un caudillo que tiene una capacidad excepcional de trabajo, lo que le ha permitido mantener el liderazgo en su movimiento, así como un control férreo y permanente sobre la obra pública, y una constante presencia en los medios de comunicación, no sólo marcando la pauta informativa, sino también como comunicador a través de las sabatinas».

«El liderazgo que mantiene al interior de su movimiento que impide el desarrollo de otras vocerías, de por lo menos similar envergadura, explica la razón para su presencia en este proceso electoral», agrega Navarro.

Guillermo Lasso

Guillermo Lasso

En cuanto a la oposición, la investigadora de la Torre es enfática en señalar a El Ciudadano que «la oposición está representada por las antiguas y nuevas oligarquías ecuatorianas, por estas élites que desde finales del siglo XIX van sucediendo a través de sus cargos y herencias su tipo de gestión. Estos grupos son parte de una élite poderosa económica y políticamente en el Ecuador. Las propuestas que ofrece la oposición son un baratillo de ofertas que el Ecuador ha conocido mucho anteriormente, cuando tuvimos una potente inestabilidad. La oposición no ha logrado formar un proyecto de desarrollo nacional ni político para el país. Se basan únicamente como el neoliberalismo».

En esta materia, Guillermo Navarro, sostiene un matiz: y es que las diferencias entre los candidatos son mínimas ya que «en términos ideológicos y políticos, los neoliberales de la oposición coinciden con el neoliberalismo ‘progresista’ del correísmo. En consecuencia, la diferencia es más formal-electoral que sustantiva». Tal y como el economista expone en su libro “¿Camina el neoliberalismo progresista de Alianza País hacía su extinción?”, donde compara la política económica del gobierno de Correa con los principios y prácticas neoliberales y demuestra «su adhesión a este proyecto económico, ideológico y político». «Desde esa perspectiva, la oposición neoliberal se halla unificada, con varias cartas, línea de la que se diferencia tímidamente el socialismo democrático del candidato Paco Moncayo», agrega.

Navarro, además, es crítico de la falta de profundidad en los programas propuestos por los candidatos y destaca que «todos los candidatos, sin excepción, carecen de un planteamiento sistémico, que otorgue unicidad a las propuestas de campaña».  «El único eje común que es posible de identificar es la lucha contra la corrupción. Fuera de ello, todo es un juego de palabras, que pronto se olvidarán y no cumplirán», espeta.

Cynthia Viteri

Cynthia Viteri

¿Y después de estas elecciones qué?

Este domingo 19 de febrero los ecuatorianos y ecuatorianas definirán la continuidad del proyecto que desde 2007 encabeza Rafael Correa o optarán por dar un giro hacia proyectos más cercanos al neoliberalismo, como se ha dado con los últimos cambios de gobiernos en Perú, Argentina y Brasil.

De esta forma, Patricia de la Torre sostiene que «si Lenín Moreno gana en primera vuelta, el panorama es claro pero con varios problemas para resolver: superar una recesión económica y sostener la inversión pública«.

Mientras que, en caso contrario, «se abre un retorno al neoliberalismo que dejó un lastre de desigualdad e injusticia social. Eso es lo que se vendrá en términos generales en el caso que pierda Moreno«.

Paco Moncayo

Paco Moncayo

Guillermo Navarro plantea dos escenarios, ambos con una definición de segunda vuelta. Al respecto dice que «sea Moreno o Moncayo en la segunda vuelta con Lasso o Viteri, lo más probable es que triunfe el neoliberalismo ortodoxo de los segundos, ya que lo más posible es que ellos sumen sus fuerzas, a las cuales se agregarían parte de los votantes de Moncayo, Espinel y Bucarám».

«De producirse esta alternativa, el futuro político del Ecuador sería muy grave para los sectores más vulnerables, para los trabajadores, campesinos y empleados públicos, ya que la embestida neoliberal avanzaría muy rápidamente en sus propósitos, incluso utilizando el marco legal aprobado en la década del gobierno del presidente Correa», finaliza Navarro.

@joserobredo

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