Escocia a Trump: “Dictador, invasor, inmoral”

Mientras Trump jugaba al golf escoltado por el servicio secreto, miles de escoceses protestaron por su visita y lo acusaron de “dictador”, “invasor” e “inmoral”.

Escocia a Trump: “Dictador, invasor, inmoral”

Autor: El Ciudadano

Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dedicaba a recorrer los campos de golf de su lujoso complejo en Turnberry, cientos de personas salieron a las calles de Edimburgo y Aberdeen para expresar un mensaje contundente: Trump no es bienvenido en Escocia. Las manifestaciones, organizadas por la coalición Stop Trump, reunieron a sindicatos, colectivos feministas, organizaciones climáticas y grupos de solidaridad con Palestina.

En las afueras del consulado estadounidense en Edimburgo, a escasos metros del Parlamento escocés, más de 1.500 personas alzaron pancartas con frases como “Haz que América piense otra vez”, “Detengan a Trump” y “Donald Trump es un dictador”. Algunas personas incluso se disfrazaron en señal de protesta, como una manifestante caracterizada como personaje de El cuento de la criada, símbolo de la resistencia feminista.

En este sentido, la prensa no se anduvo con rodeos, así tituló The National en su versión impresa: “Convicted US felon to arrive in Scotland” —o en buen castellano, “Delincuente condenado de EE.UU. llega a Escocia”. La portada encendió a los seguidores de Trump, pero el medio fue tajante: “¿Qué parte no es cierta?:

Una “visita privada” con sabor a provocación

A pesar de que el viaje fue anunciado como una visita personal, el itinerario del expresidente incluye reuniones con autoridades como el primer ministro británico, Keir Starmer, y el jefe del Gobierno escocés, John Swinney. “Llamar a esto una visita personal estira ese término hasta el absurdo”, comentó Jack Nevin, uno de los organizadores de la protesta en Edimburgo.

Louise Brown, quien viajó desde Newcastle, fue categórica: “Considero que es un delincuente convicto que no respeta los derechos de las mujeres”. También criticó el cambio de postura del líder laborista Starmer, quien “cuando estaba en la oposición lo rechazaba y ahora lo recibe con los brazos abiertos”.

Desde Aberdeen, Salomé Serrano, venezolana residente en Escocia, aportó su testimonio: “Mi familia política sigue sin poder regularizar su situación en Estados Unidos porque Trump ha creado un sistema inestable y arbitrario que castiga a los inmigrantes”.

“Una invasión que está matando a Europa”

El tono de la visita también se vio marcado por los dichos de Trump al aterrizar en el aeropuerto de Prestwick. “El mes pasado, en Estados Unidos no entraba nadie. Nadie. Lo cerramos. Y eliminamos a mucha gente mala que llegó con Biden”, afirmó. En la misma línea, sostuvo: “Ustedes están permitiendo que esto suceda en sus países, y tienen que detener esta horrible invasión que está ocurriendo en Europa”.

Los comentarios encendieron aún más el descontento entre los manifestantes. En Aberdeen, se congregaron decenas de personas junto a la estatua de William Wallace, con pancartas, banderas palestinas y disfraces satíricos. “Nos está costando millones en seguridad pública”, dijo la activista Nicola Seal. “Trump es un amoral y un inmoral y no debería estar en nuestro territorio”, agregó.

El golf por sobre la diplomacia

Mientras tanto, el magnate jugaba tranquilo al golf bajo la custodia del Servicio Secreto, recorriendo Turnberry, su campo estrella en el suroeste escocés. Allí se reunirá con Starmer y, el martes, inaugurará un segundo campo de golf en Aberdeen, junto a su hijo Eric.

Pese a las protestas, el Gobierno escocés defiende la visita. El primer ministro Swinney no descartó incluso el uso de recursos públicos para apoyar el Campeonato Nexo que se realizará en el Trump International. “El golf y los eventos de golf son una parte fundamental de nuestra identidad nacional”, señaló, argumentando beneficios económicos y de promoción internacional para Escocia.

Pero en las calles, la consigna fue otra: “Dictador, invasor, inmoral”, decían los carteles. Una frase que, lejos de la retórica diplomática, refleja con crudeza el sentir de una parte significativa de la ciudadanía escocesa.

Acuerdo millonario en medio de las protestas

Pese al clima de tensión en las calles, la visita de Trump a Escocia dejó un anuncio de alto calibre económico: Estados Unidos y la Unión Europea lograron un acuerdo comercial que establece aranceles del 15 % para las exportaciones europeas. El anuncio se realizó desde el mismo complejo de Turnberry, luego de una reunión de poco más de una hora entre Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Según el mandatario estadounidense, el pacto incluye un compromiso de la UE por 750 mil millones de dólares en compras de energía y 600 mil millones en inversiones adicionales en territorio norteamericano. Por su parte, von der Leyen calificó el entendimiento como “un buen acuerdo” que aportará “estabilidad y previsibilidad”, destacando que se trata de “un acuerdo comercial entre las dos mayores economías del mundo”.


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