Asociación Territorial Meli Lof Temuko: En nuestra unión está nuestra fuerza

Desde el año 2014 venimos levantando, entre los dirigentes de las comunidades, el proceso de recuperación de tierras ya que nos hemos visto amenazados por el inminente avance del sector urbano de Temuko sobre nuestros territorios

Por CVN

24/11/2015

Publicado en

Chile / Pueblos

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Desde el año 2014 venimos levantando, entre los dirigentes de las comunidades, el proceso de recuperación de tierras ya que nos hemos visto amenazados por el inminente avance del sector urbano de Temuko sobre nuestros territorios. Es así que hemos conversado con nuestras familias, parientes, peñi y lamgen, para reconstruir la historia de nuestros territorios, fortalecer su identidad, recuperar el trawvn, el palin, revitalizar el Mapuzugun y sobre todo unirnos para defendernos.

Ya entrado el 2015 logramos armar las carpetas de tierras de nuestra comunidades e iniciar el camino para conseguir la aplicabilidad. Es en este camino que hemos evidenciado la abrumante dicotomía y discriminación que viven las comunidades de la comuna con más recursos de la región, y así hemos puesto en la mesa las nefastas políticas asistencialistas y del garrote a las que nos someten las autoridades políticas de la comuna y la región. Es en nuestro territorio que se instaló la planta de tratamiento de Aguas Araucanía, la misma que tiene contaminado el estero Botrolwe y las napas subterráneas de agua, la que genera malos olores y plagas de mosca. Somos nosotros los que tenemos los caminos bloqueados porque los dueños de los fundos y de los condominios colindantes no nos permiten el derecho al libre transito en nuestro territorio.

Además, existen comunidades que no tienen acceso al agua, y que en verano son totalmente dependientes de los camiones aljibe. Mientras tanto vemos como se invierten cientos de millones de pesos en construir nuevas canchas para el Temuko urbano. Y es que la política que se aplica es la del ahogo para que nuestra gente venda sus tierras y sigan haciendo poblaciones entre nuestros territorios. Nos quieren pobres, mal informados y vulnerables, además de dependientes de las migajas que entrega la política publica, y por años hemos aguantado y hemos tenido paciencia. Pero ya estamos cansados del trato discriminatorio, de que nuestra gente camine entre micro basurales, que vivan con constante mal olor, de los caminos con hoyos que se mantienen solo en años electorales, de la falta de agua que mata la economía familiar, y de no tener tierra. Por lo anterior expuesto, es que nos hemos estado capacitando en materia de derechos, porque queremos que nuestros dirigentes tengan las herramientas para defender nuestra postura ante cualquiera. Es así que ha vuelto a salir nuestra voz, y desde esa trinchera denunciaremos todos los ataques que sufra nuestra gente, tal cual sucede con nuestro dirigente y educador tradicional Irenio Cayupan, amenazado por Roberto Mancilla, quien es el director de FUNDECAM, quien a su vez administra la Escuela de Trañi Trañi. Mancilla increpó a nuestro peñi y le dijo que lo echaría del establecimiento si seguía trabajando en la recuperación de tierras, pero cuando lo encaramos dijo que “fue un mal entendido”.

Por otro lado, el peñi Obed Curilen de Lircay nos narró un terrible acontecimiento del que fuera victima. Curilen fue torturado durante la dictadura militar por Juan Hillbrecht, actual dueño del “Fundo de las Manzanas”, el que está en el camino de Botrolwe y es colindante con la comunidad Antonio Huilcapan. Al peñi Obed lo amarraron y aplicaron corriente en una comisaria, posterior a ello lo obligaron a trabajar en el fundo. Desde el año 2009 Curilen sostiene una demanda contra Juan Hillbrecht por usurpación de tierras porque al torturador Hillbrecht no le basto con el daño físico y psicológico a la familia Curilen, sino que además les quito tierras. Acá el enlace video con relato de Curilen sobre las torturas:

El hecho anterior narrado no es aislado, según comentó el chachay Alfredo Huichaqueo de la comunidad Domingo Marinao, Julio Santos, actual dueño del fundo “El Peral” lleva años corriéndole el cerco. “El gringo no sabe conversar, viene acá y nos insulta, nos grita, dice que el linde entre nuestro campo y su fundo es el agua que corre desde el menoko, y eso no es así. Siempre este menoko, desde que tengo memoria, ha estado en nuestros terrenos, acá venia mucha gente a buscar remedios antes, lawen. Yo he juiciado con este gringo, pero como el tiene plata nos pasa a llevar”. Y es que la situación con Julio Santos no es menor, hace solo un par de semanas fue con un tractor y le sacó el cerco a un predio que pertenece a la comunidad Juan Antinao de Trañi Trañi, y que es reivindicado por Santos como propio. Esta situación fue denunciada por la comunidad Antinao en su Facebook (Comunidad Juan Antinao Temuco Labranza).

Los dueños de los fundos colindantes están comenzando a parcelar los campos para venderlos a gente con mucha plata que está dispuesta a pagar 100 millones de pesos por una hectárea. Y nosotros nos preguntamos, ¿qué alternativa nos dejan, cómo hacemos que los precios bajen para que nos compren los fundos colindantes a nuestras comunidades? Al parecer no hay muchas alternativas, por eso desde ya hacemos un llamado amplio y solidario a estar atentos con lo que suceda en nuestro territorio.

Mientras la burocracia de la aplicabilidad avanza de forma lenta y tediosa en la CONADI, nosotros comenzamos a denunciar estos hechos de violencia de la que somos victimas de forma histórica y contemporánea por parte de privados y el Estado Chileno. Por lo mismo, a la par de la defensa del territorio, entendemos la importancia de influir y actuar de forma coordinada como mapuche en los espacios donde se toman las decisiones políticas sobre nuestros territorios. Comprendemos la importancia de tener fuerza política propia donde nuestros temas estén representados, por ello debemos fortalecernos, pero no abstraernos de la participación política porque con ello perdemos protagonismo y seguimos siendo vulnerables a la política clientelar de los partidos políticos de Santiago. En otras palabras, en nuestra unión estratégica está nuestra fuerza.

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