Huelga de hambre en Guantánamo ante asunción de Obama

Con los días se suman prisioneros a la huelga de hambre ante la asunción de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos

Por Mauricio Becerra

15/01/2009

Publicado en

Portada / Pueblos

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Con los días se suman prisioneros a la huelga de hambre ante la asunción de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos. Obama se comprometió a cerrar el centro de detención en su primer día de gobierno. En tanto, dos funcionarios de la administración Bush reconocen irregularidades en los juicios y torturas en los interrogatorios, práctica supervisada por el ex secretario de defensa de George W. Bush, Donald Rumsfeld.

42 prisioneros se encuentran en huelga de hambre en la base militar estadounidense de Guantánamo, asentada ilegalmente en Cuba. Según informó la directora de relaciones públicas del centro de detención, capitana de fragata Pauline Stourm, 31 de los 42 son alimentados con líquido proteínico que se les suministra por la nariz.

Autoridades de Guantánamo explican que huelgas se deben, por una parte, a que se acerca el séptimo aniversario de la llegada de los primeros prisioneros, pero además a que el próximo 20 de enero asume el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama.

El demócrata, según The New York Times, se comprometió a emitir una orden ejecutiva en su primer día de gobierno, tendiente a cerrar la cárcel y trasladar a otros países a algunos de sus 248 prisioneros.

En entrevista a la estación de televisión ABC el pasado fin de semana, Obama ratificó su compromiso aunque reconoció que llevará tiempo. “Creo que llevará un tiempo y nuestros equipos legales están trabajando en consultas con nuestro aparato de seguridad nacional. Sin embargo, no quiero ser ambiguo sobre esto. Cerraremos Guantánamo y queremos estar seguros de que los procedimientos que emplearemos sean respetuosas de nuestra Constitución”-manifestó.

En diciembre el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, encargó a su equipo un informe con propuestas para cerrar la prisión de la base naval estadounidense en Cuba..

Como Obama había anunciado que cerrar el centro de torturas sería una de sus prioridades, Gates “le pidió a su equipo una propuesta de cómo cerrarlo, que se requiere específicamente para hacerlo y trasladar a los detenidos y, al mismo tiempo, proteger al pueblo estadounidense de terroristas peligrosos”- según señaló un portavoz del Pentágono.

Los detenidos en la isla han presentando sus casos ante tribunales civiles en suelo norteamericano, luego de un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en junio de este año, que acogió una de aquellas demandas.


FUNCIONARIOS DE BUSH ADMITEN TORTURAS

A las declaraciones de Obama, se suman las más categóricas del ex fiscal militar estadounidense, Darrel Vandeveld, que rechazó las detenciones de Guantánamo debido a las múltiples irregularidades en juicios y la sistemática utilización de torturas por parte de los norteamericanos.

El fiscal estuvo encargado del caso del prisionero Mohammad Jawad hasta 2008, cuando renunció. Hoy, Vandeveld respalda la liberación de Jawad, porque “debido al caótico manejo de las pruebas resulta imposible preparar una acusación justa contra los detenidos”.

De acuerdo a las declaraciones del teniente coronel, los militares en forma deliberada retuvieron pruebas que podrían haber contribuido a absolver a Jawad y otros cautivos, según informó la radioemisora Democracy Now.

Por su parte, la jueza nombrada por el mismo Bush para supervisar los tribunales de Guantánamo, Susan J. Crawford, reconoció a The Washington Post que en la cárcel se torturó a prisioneros de manera sistemática, convirtiéndose en la primera funcionaria de la administración Bush que admite públicamente las atrocidades cometidas en Guantánamo.

Crawford informó que el afgano Mohammed al Qatani fue torturado –por sus presuntos vínculos con el atentado a las Torres Gemelas- mediante el aislamiento prolongado, la privación del sueño, la desnudez y la exposición prolongada al frío. “Su tratamiento cumple con la definición de tortura y es por eso que no pasó a juico”, señaló Crawford.

RUMSFELD IMPLICADO

La jueza aseguró que estas técnicas de tortura fueron autorizadas por el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld “Mucho de esto pasó bajo su guardia”, dijo al periodista  Bob Woodward, el mismo que destapó el caso Watergate.

La noticia cayó como balde de agua fría a George Bush, que el martes pasado había insistido con que “Estados Unidos no tortura. Yo estoy cómodo con lo que hicimos y sé qué era necesario para proteger al país”.

En un informe dado a conocer en diciembre del 2008, el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, integrado entre otros por el ex candidato presidencial republicano, John McCain,  se afirma que Rumsfeld y otros funcionarios autorizaban el uso de métodos de tortura en los interrogatorios que se le realizaban a los presos.

El texto acusa que también hubo abusos contra presos en Abu Ghraib.

Los autores del informe se oponen a que los jerarcas del gobierno de G. W. Bush atribuyan a soldados o a interrogadores individuales los actos de violencia. “El abuso de detenidos bajo la custodia de Estados Unidos no se puede atribuir simplemente a malas hierbas que actuaban por su cuenta»- señaló el informe dado a conocer por los senadores Carl Levin, demócrata, y John McCain.

El documento asegura que “altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos solicitaron información sobre cómo usar técnicas agresivas, redefinieron la ley para crear una apariencia de legalidad y utilizaron (esas técnicas) contra los detenidos”.

Ha trascendido que las torturas efectuadas en Guantánamo eran la privación del sueño, el sometimiento a temperaturas extremas, la colocación de los presos en posiciones dolorosas, el desnudo forzado o el uso de perros.

Según los parlamentarios, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había adoptado algunas de estas técnicas y los interrogadores las adaptaron para su uso en la cárcel de la base naval en Guantánamo y más tarde se extendieron a los centros de prisioneros en Afganistán, como la prisión de Abu Ghraib.

Guantánamo fue definida el 2002 como centro de detención de los sospechosos de terrorismo, los que son catalogados por la administración Bush como “combatientes enemigos”, aunque no se hayan presentado cargos contra muchos de ellos.

El documento critica además al entonces jefe del Estado Mayor norteamericano, general Richard Myers, que optó por reducir una revisión legal y política de los métodos de interrogación utilizados.

Todos los planes de la llamada ‘guerra contra el terrorismo’, como las escuchas telefónicas y los demás recortes en los derechos civiles, fueron solicitados y seguramente aprobados, por el titular del gabinete, el presidente saliente George W. Bush


El Ciudadano

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