Miradas al sur del Río Bravo

El riesgo de que la unión regional corte los vínculos de dependencia con Estados Unidos es un tema de agenda de gran importancia

Por Mauricio Becerra

02/07/2012

Publicado en

Latinoamérica / Portada / Pueblos

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El riesgo de que la unión regional corte los vínculos de dependencia con Estados Unidos es un tema de agenda de gran importancia. Eduardo Anguita, director de Miradas al Sur, revisa junto al sociólogo Emir Sader, la situación del destituido presidente paraguayo, Fernando Lugo; la inclusión de Venezuela en el Mercosur; el factor de Brasil en la región y la irrupción de China en el escenario.

La cumbre de presidentes de Mercosur logró hacer virtud de la necesidad. El tramo amargo del golpe de Estado exprés en Paraguay fue conjurado con la incorporación de Venezuela al bloque. Es sabido: fue el Senado paraguayo, nunca liderado por Fernando Lugo, el que vetaba la incorporación de la República Bolivariana de Venezuela con argumentos disciplinados a las políticas de los halcones del Departamento de Estado norteamericano.

El ex canciller Jorge Taiana le confiaba estos días a quien escribe estas líneas que el golpe en Honduras, del que se cumplieron tres años el jueves, era una especie de ensayo para poder desalojar a Lugo del gobierno. En aquel entonces, la reacción del hondureño Manuel Zelaya, al asilarse en la embajada de Brasil y reclamar su condición de presidente, permitió la iniciativa de Cristina Fernández de Kirchner de viajar, también un 1º de julio como hoy, con destino a Washington para tomar parte activa en evitar el avasallamiento de la democracia en la región. Lugo llevaba apenas 10 meses en el gobierno y la andanada contra el cambio en Paraguay funcionaba a toda velocidad. Tres años después, con la proliferación de tratados de libre comercio firmados país por país y con renovados convenios de entrenamientos de fuerzas policiales por parte de comandos norteamericanos, nada de lo que hagan los países latinoamericanos estará fuera de la prolija mirada de los intereses de las multinacionales y de los planes de Washington en la región.

LAS DEBILIDADES DEL BLOQUE REGIONAL

Sin dudas, la inclusión de Venezuela es leída por los halcones como un desafío, al tiempo que los sectores populares lo interpretan como un avance significativo. Pero para que resulte tal es preciso ver si lo que quedó firmado en el papel está acompañado por una correlación de fuerzas favorable. Un dato que no puede soslayarse es que Lugo, además de estar en soledad, no dio batalla por su permanencia ni tampoco brindó argumentos como para que la reunión del Mercosur permitiera acompañar con medidas económicas el repudio político al golpe disfrazado de maniobra constitucional.

Un dato menor, pero significativo, de las debilidades del bloque regional fue la renuncia intempestiva del Alto Representante del bloque, el brasileño Samuel Pinheiro Guimaraes, un hombre de Itamaraty que acompañó a Lula en sus dos gobiernos, y que no dio vueltas en la carta que dio a conocer a través de los medios para justificar su alejamiento: “El ejercicio de este cargo solamente es posible con el firme apoyo político de los gobiernos de los Estados parte”, y agregó: “Las razones de mi decisión son, así, de naturaleza política”. Pinheiro Guimaraes no tuvo la prudencia de esperar que se zanjara la crisis de Paraguay, por el contrario, agregó un palo en la rueda.

EL FACTOR VENEZUELA

Debe tenerse en cuenta que Venezuela afronta elecciones presidenciales el próximo 7 de octubre y que su inclusión plena será el 31 de julio. Esto le sumará algunos puntos a la ventaja abrumadora de Hugo Chávez sobre el candidato de la derecha Enrique Capriles. Sin embargo, no puede dejar de ponderarse que la frágil salud de Chávez pone a Venezuela en un escenario más que complejo. Su incorporación al Mercosur se da en un momento más que interesante: en los últimos seis años el comercio entre Venezuela y el resto del bloque se incrementó de modo exponencial, multiplicándose por seis. El petróleo le permite tener un Banco Central poderoso y cuenta con recursos financieros que podrían motorizar muchos emprendimientos en la región así como dar un empujón para que el Banco del Sur salga de su lugar testimonial a casi tres años de su creación. Además, la Unión Suramericana de Naciones cuenta en este momento con la presidencia de Alí Rodríguez, un hombre clave en los avances del Estado venezolano. Para la diplomacia norteamericana (atenta a las elecciones de Estados Unidos apenas 28 días después de los comicios en Venezuela), América latina no está lejos ni nada que se le parezca.

El riesgo de que la unión regional corte los vínculos de dependencia con Estados Unidos es un tema de agenda de gran importancia. Muchas veces, los análisis acerca de la realidad que vive cada nación del sur del Río Bravo pecan de excesivamente domésticos, despreciando las relaciones –públicas y reservadas– de los intereses privilegiados y las políticas dictadas por Estados Unidos.

BRASIL, LA LLAVE

Es la quinta potencia económica, tiene una presidenta que continúa con el rumbo establecido por Lula, forma parte activa del Brics, la alianza de naciones poderosas que no dejan de crecer pese a la crisis financiera, y es el principal socio comercial y principal inversor en la Argentina.

Los cuadros dirigentes del Partido de los Trabajadores y sus aliados tiene una trayectoria de años y algunos de sus intelectuales son de suma utilidad para analizar los desafíos de la región. Emir Sader, sociólogo y secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, dialogó extensamente con quien escribe estas líneas y a continuación van algunos párrafos esclarecedores.

-Sobre por qué Lugo no fue a Mendoza: “Claro que él podría haber ido a la reunión, el tema sería en calidad de qué. Yo no sé si fue una decisión de él o si fue un planteamiento que le hicieron. Lo cierto es que para la resistencia al golpe de Paraguay, claro que es mucho mejor que él esté haciendo lo que hace mejor, que es movilizar a las masas populares paraguayas, recomponer sus fuerzas de apoyo para efectivamente preparar la disputa que se va a dar el año que viene”.

Agrega este cronista: en la Argentina hay un millón y medio de paraguayos, su empadronamiento y estímulo a votar en abril de 2013, puede ser un aporte significativo de las fuerzas nacionales y populares argentinas.

Respecto del mentado “nacionalismo” heredado de la Guerra de la Triple Infamia: “Sí, existe. Incluso el tema de Itaipú sólo aumentó ese sentimiento nacional, que felizmente llegó a una solución razonable, pero era un tema fuertísimo por la presencia siempre fuerte de Brasil desde el punto de vista económico”.

Agrega este cronista: la represa binacional –tercera más grande del mundo– es una fuente fundamental de energía para el poderoso Brasil; surgida de Paraguay, un país extremadamente pobre y desigual. “Además está la cuestión rural, el rey de la soja es un tipo de origen brasileño.” Agrega el cronista: Tranquilo Favero, el principal exponente de los agronegocios en tierra guaraní, no sólo era enemigo de la reforma agraria sino que fue repudiado en innumerables marchas campesinas en estos años.

Sobre por qué el golpe ahora: “Yo creo que por dos cosas. Primero, que regímenes de dictadura larga, como el caso de Egipto incluso, cuando terminan, los partidos que están en condiciones de seguir copando las estructuras de poder son los que estuvieron en el poder durante largo tiempo y algún tipo de fuerza que fue tolerada por su moderación. El caso de los musulmanes en Egipto y el de los militares paraguayos, tanto del partido Colorado como del Liberal. Eso explicaría la fuerte presencia que tuvieron en el Congreso y la forma en que cercaron a Lugo. El otro factor es que los movimientos sociales que estuvieron contra la dictadura de los colorados no creían que Lugo podía vencer, lo dejaron articulando solo la alianza con los liberales. Había que aliarse con todos los partidos anticolorados. Los movimientos sociales llegaron divididos a las elecciones (de 2008). Eso significa que Lugo tuvo todo el tiempo a todo el Parlamento, o a una parte del Parlamento, en contra suyo. Son factores de transición democrática, donde las fuerzas nuevas necesitan tiempo para organizar su fuerza política”.

EL TIPNIS EN BOLIVIA

Sobre las protestas diversas en Bolivia: “Es cierto que hay oposiciones de movimientos sociales que tienen diferencias legítimas con gobiernos progresistas. Algunos han exagerado brutalmente, han pasado la línea. La forma cómo ciertos sectores hoy opositores tratan a Evo es absolutamente despectiva, busca quitarle legitimidad. Y en un país con la tendencia fragmentaria corporativa como Bolivia, lo único que garantiza la unidad nacional es el liderazgo de Evo. De ahí gran cantidad de manifiestos ahora que reiteran la necesidad de defensa de su gobierno”.

CHINA

Sobre el libre comercio con China. “Hay que tener en cuenta que el tratado de libre comercio con Estados Unidos es un tratado excluyente. Vean la situación de México, que tiene más del 90 por ciento de su comercio con Estados Unidos, ni siquiera con Canadá, que está en el tratado. México creía que se casaba con la viuda rica y se casó con la viuda quebrada, y prácticamente no tiene comercio con China, que es una actitud poco inteligente.

Entonces, el Mercosur no haría un convenio con China que tuviera ese carácter de exclusión frente a otras formas de integración regional. Yo creo que la gran novedad de la crisis actual del capitalismo mundial es que por primera vez hay sectores de la periferia que no somos arrasados. Sufrimos presiones recesivas pero resistimos, lo cual significa que ya hay una especie de multilateralismo económico en el mundo, centrado en el intercambio sur-sur y el intercambio suramericano”.

Sobre la relación centro-periferia. “Yo creo que en un principio es positivo depender cada vez menos del centro del capitalismo, no sólo porque siempre fueron colonizadores e imperialistas, sino porque hoy también son, bajo el dominio de orientaciones neoliberales, un foco recesivo en escala mundial. Probablemente Europa tendrá toda una década recesiva”.

Sobre el riesgo de que China sumerja la industria en la región. “La ventaja que debemos mantener como criterio firme es que negociemos como Mercosur, colectivamente. Los que negocien individualmente, como Chile por ejemplo, porque está afuera, van a sufrir mucho más que los que van a tomar en cuenta colectivamente nuestros intereses y prioridades de integración. La incorporación de Venezuela dará más fuerza y más negociación colectiva con China”.

Y BRASIL

Sobre el lento crecimiento en Brasil. “La gran pelea de estos dos años, aunque la prensa piense otra cosa, es neutralizar los efectos recesivos, la presión recesiva que viene de afuera, sobre todo del centro del capitalismo. Incluso hay medidas nuevas de reactivación económica que van siempre en el sentido de mayor inversión estatal y disminución de la tributación para incentivar el dinamismo de las inversiones privadas. De ahí la política para valorar el precio del dólar, para disminuir la tasa de interés. Se supone que este año quedará un nivel de crecimiento más bajo. Lo primero es que no entramos en recesión. Ahora, el nivel de crecimiento es preocupante, tanto el de Brasil como el de Argentina, y tienen efectos negativos mutuos. Algunas medidas afectan a la Argentina, como el precio del real y el del dólar. En Brasil estamos en un año de transición. Se espera que estas medidas tengan efectos más concretos a partir del año que viene, incluso porque las corporaciones privadas estaban acostumbradas a ganar en la especulación financiera. Ahora esto no tiene estímulos por la baja de las tasas de interés. Pero esos empresarios están acostumbrados a la ganancia fácil, entonces hay que esperar a que las medidas del gobierno tengan efectos para que la economía vuelva a crecer más el año que viene.

 Eduardo Anguita

Miradas al Sur

 

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