Herida abierta en el sur de Chile

Dura crítica de obispo Infanti a jueza de Coyhaique: «Ha enlodado la honra» de familias del caso Aysén

La ministra Alicia Araneda descartó una conexión entre diversas muertes de jóvenes con una presunta asociación ilícita conformada por empresarios, autoridades judiciales y efectivos de Carabineros y el Ejército.

Por Matías Rojas

22/03/2017

Publicado en

Chile / Portada / Regiones

0 0


Infanti

Con molestia reaccionó el obispo del Vicariato Apostólico de Aysén, monseñor Luis Infanti de la Mora, al cumplirse 20 años desde la muerte sin culpables de Víctor Hugo Barría Mardones, uno de los jóvenes mencionados en la investigación de la ministra de la Corte de Apelaciones de Coyhaique, Alicia Araneda, sobre extraños fallecimientos ocurridos en la región y que fueron calificados por la justicia como «suicidios».

En 2004, Araneda terminó su trabajo y concluyó que la querella presentada inicialmente por familiares de cinco aiseninos de temprana edad contra una presunta asociación ilícita conformada por empresarios, autoridades judiciales y efectivos de Carabineros y el Ejército, no tenía sustento.

El libelo conectaba los decesos de Roberto Lagos Flores, Paulina Gómez Gómez, Mario Lepío Chiguay, Fabián Díaz Nahuelquin y el mencionado Víctor Hugo con hechos de violencia policial, corrupción de menores y tráfico de drogas, en atención a diversos antecedentes que no habían sido indagados por el primer juez del crimen que llevó las causas, Carlos Klapp.

Consultado por la prensa regional sobre el hecho de que Araneda haya secundado las resoluciones de Klapp y ganado premios por su desempeño, el obispo Infanti señaló que «los familiares no siempre están de acuerdo con homenajes que se hacen a personas que son deudoras de justicia».

«Creo que es valorable que haya mujeres en nuestra sociedad, en nuestras familias, en la iglesia, en todas las instituciones, pero no por ser mujer quiere decir que es intachable. Y en el tema de la justicia, el caso de los doce jóvenes de Aysén, lastimosamente una mujer ha enlodado la honra, la historia y la vida de tantas familias y de nuestra región», manifestó el sacerdote, según consignó El Divisadero.

ALMA EN EL RÍO

El 12 de marzo de 1997, el hallazgo sin vida de Víctor Barría despertó por radio a sus padres. La explicación dada por Carabineros, de que este ex marino, buen nadador, se había arrojado voluntariamente a las frías aguas del río Aysén desde el Puente Ibáñez, no convencieron a nadie.

Un amigo declaró que uniformados persiguieron al joven hacia la población Ribera Sur, y otro testigo, Félix Haro, contó que en realidad había sido interceptado e ingresado a un vehículo policial. Haro denunciaría más tarde haber sido víctima de amenazas telefónicas emitidas desde una comisaría en el norte de Chile para acallarlo.

“¿En qué cabeza caía que él (Víctor) se iba a matar? Lo que más quería era estudiar, salir adelante. Nunca se quiso quitar la vida. Desde el momento que lo empezamos a velar acá en la casa, todo el mundo empezó a comentar que carabineros lo habían muerto”, recuerda Gladys Mardones, madre del difunto.

En el expediente judicial consta que la ministra Araneda preguntó al Dr. Germán Arancibia , un médico cirujano – no legista – que practicó la autopsia de Barría, los detalles del procedimiento. “Respecto a si hubo intervención de terceros, no me puedo pronunciar porque las lesiones descritas pueden haberse producido con o sin la intervención de terceros”, respondió por oficio.

Arancibia estableció que la muerte se había producido a las 2 de la mañana, en circunstancias de que, según el testimonio del compañero de andanzas de Víctor, éste había sido perseguido por Carabineros a eso de las 3, cuando pateó las cortinas de un local comercial.

«NUNCA DIJE QUE FUERAN SUICIDIOS»

En 2016, la ex titular del tribunal de alzada coyhaiquino, Alicia Araneda, accedió a hablar brevemente con El Ciudadano. Respondiendo a las críticas de su actuar en el «caso Aysén», afirmó que sus palabras habían sido malinterpretadas cuando aseguró a un canal local que los procesos estaban «cerrados» y no había más que hacer.

Técnicamente, casi el total de los expedientes vinculados a la causa principal están sobreseídos temporalmente, es decir, pueden ser reabiertos a partir de nuevos y mejores antecedentes que permitan proseguir la acción penal. Uno de ellos corresponde al enigma de la desaparición y posterior hallazgo de cadáver del ex conscripto Roberto Lagos Flores, en el cual no se pudo acreditar judicialmente el homicidio, pero tampoco el suicidio.

«Espero que los podamos reabrir algún día», señaló a este medio.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬