Chantaje o seguridad: ¿Por qué México frena el paso a la caravana de migrantes?

El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que su administración está intentando proteger a los migrantes al impedirles viajar ilegalmente por territorio mexicano

Las imágenes son cada vez más frecuentes y la escena se repite casi idéntica. Caravanas de migrantes centroamericanos que exponen su vida y seguridad tratando de cruzar la frontera sur de México para recorrer el país y llegar hasta Estados Unidos.

Este es el caso de miles de hombres y mujeres que partieron de Honduras el pasado 14 de enero, en caravana desde la estación de buses de San Pedro Sula, ubicada a 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, con un único objetivo: cumplir el llamado “sueño americano” y «mejorar» sus condiciones de vida.

Sin embargo, el camino ha sido más que tortuoso, ya que al llegar a la frontera sur de México se encontraron con efectivos de la Guardia Nacional que tienen la orden de no dejarlos pasar.

Se trata de una de las estrategias implementadas por el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para reducir el paso de migrantes que buscan llegar hasta Estados Unidos.

Esta acción responde a las amenazas de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de aumentar los aranceles comerciales y otras represalias, si se negaba a bloquear el tránsito de los migrantes centroamericanos.

Al ingresar al puente internacional Rodolfo Robles, que conecta a Guatemala con México, y acercarse a unos metros de la reja del lado mexicano, la caravana se encontró con que ésta se encontraba fuertemente custodiada por agentes migratorios y guardias nacionales con equipos antidisturbios que les impedían el paso.

Los migrantes se lanzaron al río Suchiate para cruzar a territorio mexicano. Foto: AP.

El domingo 19 de enero, ante la falta de respuesta, la imposibilidad de esperar interminablemente en el clima extremo de esta región fronteriza y sin ningún tipo de atención humanitaria institucional, cientos de niños, niñas, mujeres, hombres y adultos mayores decidieron lanzarse al río Suchiate desde la localidad guatemalteca de Tecún Umán, frente a la atenta vigilancia de miembros de la Guardia Nacional que aguardaban del lado mexicano y buscaban detener el flujo migratorio.

«Los migrantes corrieron de lado a lado en la orilla del río, levantando polvo y buscando un hueco entre las filas de los elementos de la Guardia Nacional que fueron enviados al lugar para contenerlos. Los guardias también se movilizaron, intentando dirigirse hacia los grupos y deteniendo a personas en donde podían. Hubo empujones y golpes», reseñó Univisión.

Muchos migrantes retrocedieron hacia la ribera y regresaron a Guatemala en busca de agua, alimentos y un lugar para dormir.

Aún así, en medio de gases lacrimógenos, más de 500 lograron cruzar hacia México y llegar a Ciudad Hidalgo, en Chiapas, mientras que otros fueron detenidos por la Guardia.

La Guardia Nacional de México agredió a los migrantes. Foto: Univisión.

Violación a los derechos humanos

Esta agresión fue noticia en el mundo entero, y varias organizaciones condenaron la actuación de las fuerzas policiales contra los migrantes.

El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano, integrado por organizaciones civiles y defensores de derechos humanos, calificó de “desastrosa” la acción ordenada por el Gobierno.

“Se desvaneció la ilusión de una migración regular, ordenada y segura, y emergió un Estado punitivo que sigue sin reconocer la crisis de refugiados” en esta región de la frontera sur, subrayó el Colectivo en un informe sobre lo ocurrido con la caravana de migrantes.

En todo momento –puntualizó– hubo ausencia de medidas humanitarias efectivas y el Gobierno centró su acción “en un aparato de represión y no en atender las necesidades más elementales de seres humanos extremadamente castigados por unas precarias condiciones de vida”.

El Gobierno de México ordenó arrestar y deportar a los integrantes de la caravana que entraron a su territorio de forma irregular. Foto: La Jornada.

Arrestos y deportaciones

Poco después del episodio en río Suchiate, el Gobierno de México avisó que arrestaría y deportaría a los integrantes de la caravana de migrantes que entraron a su territorio de forma irregular cruzando el río Suchiate.

«Tienen dos opciones: o regresan a territorio de Guatemala o se vienen con nosotros«, dijeron agentes mexicanos de inmigración. Les aseguraron que regularizarían el estatus de quienes fueran con ellos, pero pocos migrantes les creyeron, reseñó Univisión.

«Agentes Federales de Migración trasladarán a las estaciones y estancias migratorias a toda persona extranjera que no acredite una condición de estancia regular», informó el Instituto Nacional de Migración en un comunicado. Además, añadió que «se resolverá su situación jurídica y en su caso, se llevará a cabo el retorno asistido a su país de origen».

El Gobierno mexicano indicó que las acciones emprendidas contra la caravana habían sido un éxito porque los intentos en «modo desordenado» de los migrantes por cruzar la frontera habían sido «infructuosos».

El Gobierno mexicano insiste en que la Guardia Nacional en la frontera sur garantiza el cumplimiento de las leyes sin violar derechos humanos. Foto: AP.

¿Protección de los migrantes?

El presidente López Obrador manifestó este martes que su administración está intentando proteger a los migrantes al impedirles viajar ilegalmente por territorio mexicano.

«Con la Guardia Nacional en la frontera sur se garantiza el cumplimiento de las leyes sin violar derechos humanos y, aunque parezca contradictorio, se brinda protección a los migrantes que pretenden ingresar a México», señaló AMLO, citado por el diario El Proceso.

«Si no los cuidamos, si no sabemos quiénes son, si no tenemos un registro, pasan, llegan al norte, los atrapan bandas de delincuentes y los agreden. Porque así era antes y también los desaparecían», acotó.

El Mandatario agregó: «Nuestros adversarios, los conservadores, los que no decían nada antes, quisieran que se reprimiera; están a la caza del gazapo, quisieran tener la foto de un guardia nacional golpeando a un niño migrante. PPues no, porque no somos iguales».

Mientras, los titulares de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, rechazaron que exista una emergencia en materia migratoria.

Foto: AFP.

«No es emergencia, pasa cada año, el año pasado fue igual y eso es porque hay una procesión de Guatemala y en los últimos siete años se han organizado cosas similares”, dijo Ebrard, aunque reconoció que 2.400 migrantes ingresaron legalmente el pasado fin de semana.

Explicó que alrededor de 1.000 solicitaron a México asistencia para regresar a sus países. Los demás se encuentran detenidos mientras inician su proceso para pedir refugio en México u obtener permisos temporales de trabajo que los confinarían al sur del país.

Otros 1.000 migrantes habían intentado ingresar el lunes ilegalmente, agregó, y al parecer efectivos de la Guardia Nacional y agentes de migración detuvieron a centenares de ellos, mientras otros 500 evadieron la captura.

El canciller Ebrard, además, confirmó que México comenzó a deportar a algunos migrantes a Honduras: 110 en un vuelo a San Pedro Sula y 144 en autobús.

México reafirmó que frenará el paso de caravanas de migrantes indocumentados que busquen ingresar por la fuerza. Foto: Expansión.

México frenará las caravanas

El Gobierno mexicano intenta disuadir a los miembros de la caravana de ingresar a su territorio de manera irregular para avanzar hacia Estados Unidos, y los invita a acogerse a programas de refugio y empleo temporal.

De hecho, AMLO ofreció 4.000 empleos a migrantes hondureños, guatemaltecos y salvadoreños que viajan en caravana y buscan entrar a México en su camino hacia Estados Unidos.

“Tenemos más de cuatro mil empleos en la frontera sur, desde luego albergues, pero hay trabajo en nuestro país”, dijo el gobernante, el declaraciones que son tachadas de «promesas falsas» por los migrantes a los que se les bloquea el paso a México.

«El Presidente de México nos dijo que nos iba a dar trabajo, una oportunidad, y mire«, dijo a Univisión, Esther Madrid, una madre hondureña que intentó, sin éxito, cruzar la frontera.

Pese a las críticas, el Gobierno de AMLO sigue fuerte en su posición y reafirmó que frenará el paso de caravanas de migrantes indocumentados que busquen ingresar por la fuerza.

“Vamos a seguir dialogando, proponiendo. Está la opción de refugio, de incluirse en los empleos que ofrece México y esa será la posición. No sabemos si arribará otro contingente, pero mantendremos la misma posición”, dijo el canciller Marcelo Ebrard.

¿Continuarán las caravanas?

Para 2020 se prevé que el fenómeno migratorio en el sur de México sea peor, considera Diego Cadenas Gordillo, director del Centro de Derechos Humanos Ku’untik de Chiapas.

Para el activista, las acciones emprendidas por el Gobierno para contener el flujo migratorio centroamericano continuarán agravando más la crisis humanitaria de quienes huyen de Honduras, El Salvador y Guatemala.

Indicó que debido a las presiones ejercidas por Trump, México apuesta por una actitud de intolerancia contra las personas que huyen de sus países, ya que «el libre tránsito dejó de ser una opción para los migrantes».

“Todo indica que va a ser peor. La crisis económica se onda más en Centroamérica, no hay manera de subsistir, no hay fuentes de empleo (…) ha sufrido diversos fenómenos naturales, lo que no hace posible sostenerse humana en estos países”, expuso, citado por el portal Expansión.

Para los analistas el flujo migratorio en la frontera sur será mayor en 2020. Foto: web.

Para Jean Paul Briere, experto en migración, el drama y la crisis que están viviendo los miles de centroamericanos se vuelven cada vez más complejos y complicados por lo que no mejorará pronto la situación.

Podría haber una crisis humanitaria en la frontera. Se dará cuando haya muchas más personas queriendo llegar a Estados Unidos y no se les permita”, enfatizó.

Al respecto, el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, Alfredo Femat Bañuelos, subrayó que las políticas de migración deben atender, respetar y promover la defensa de los derechos humanos, desde una perspectiva integral y multicultural.

“México tiene la obligación de atender los retos de este fenómeno desde una perspectiva política, económica, social y humanitaria debido a su calidad de país de origen, tránsito y destino, en donde resulta indispensable la coordinación, la participación y las voces de los distintos actores públicos y privados, desde autoridades federales y locales, agentes diplomáticos, sociedad civil, defensores de derechos humanos y representantes de la población”, afirmó citado por El Financiero.

Mientras, la diputada Beatriz Silvia Robles Gutiérrez, del partido progresista Morena,  coincidió en que los desplazamientos de personas deben ser abordados como un problema humanitario, en el que el centro del debate sean las personas.

Consideró que “es un momento adecuado para que este fenómeno se resuelva atendiendo las causas y generando desarrollo en los países expulsores, pero sin utilizar medidas coercitivas”.

Mientras tanto, Washington elogió a México por contener la caravana migratoria de centroamericanos en su frontera sur y advirtió a los migrantes que puedan burlar el control de las autoridades mexicanas de que al llegar a EE. UU. serán devueltos a sus países de origen.

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