Gatillo fácil: asesinato de dos afroamericanos descubre trama de corrupción policial en Texas

¿En Texas se vive bajo la ley del Oeste?

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La noche del 9 de septiembre de 2018 el joven afroamericano Botham Shem Jean, de 26 años de edad, se encontraba descansando, y comía un helado, dentro de su apartamento en la localidad de Dallas, Texas, Estados Unidos; cuando de manera intempestiva una mujer de tez blanca, vestida de policía, irrumpió de manera violenta en su hogar, desenfundó un arma de fuego y disparó sin misericordia contra él.


Ese misma noche, al otro lado del pasillo de las residencias South Side Flats, donde se perpetró el vil asesinato, estaba también en su casa otro joven afroamericano, Joshua Brown, de 28 años de edad, quien había conocido a Jean en horas de la tarde de ese mismo día. La responsable del asesinato había sido una vecina en común, la oficial Amber Guyger, quien luego de perpetrar el hecho alegó que había disparado luego de haberse confundido y creer que estaba entrando a su apartamento y que Jean era un ladrón.

A los pocos días del asesinato de Jean, la oficial Amber Guyger logró salir en libertad tras pagar 300.000 dólares de fianza para así obtener el beneficio de libertad condicional. Pero desde aquella noche, Joshua se había convertido en un testigo clave del asesinato y también en víctima de ser la próxima víctima.

A casi un año del asesinato de Jean, Guyger seguía disfrutando de su libertad condicionada. Sin embargo, la semana pasada, Joshua ofreció unas declaraciones claves para que el caso fuera cerrado y se dictara una corta sentencia de 10 años de cárcel contra la policía que siguió en labores hasta recibir la condena.

En el juicio contra Guyger, Brown contó lo que sucedió la noche en la que mataron a Jean. Joshua se se encontraba en el vestíbulo del cuarto piso, donde ambos jóvenes residían, cuando en un momento escuchó que algo sucedía, como “un encuentro sorpresivo entre dos personas” y de inmediato dos disparos.

El recuerdo de aquel hecho produjo lágrimas a Joshua, quien confesó que justo ese mismo día había conocido a su vecino.

Pero el miedo que había cargado consigo Joshua desde que se convirtió en el testigo principal del asesinato de Jean, no era infundado. 10 días después de su confesión en el juicio contra la oficial de policía blanca Amber Guyger, Joshua estaba en la mira de unos sicarios quienes se encargaron de asesinado a tiros el pasaso viernes, 6 de septiembre de 2019.

La información del asesinato de Joshua fue confirmado por las autoridades de Texas el propio viernes en la noche. Joshua, quien seguía viviendo en las mismas residencias donde Guyger seguía siendo su vecina, fue asesinado alrededor de las 10:30 de la noche en un estacionamiento de un edificio de viviendas en la calle Cesar Springs de Dallas.

Tras el incidente, vecinos de la zona reportaron el suceso a la policía. En el lugar, los efectivos policiales encontraron el cuerpo de Joshua tendido en el suelo y con varias heridas de bala. Lo trasladaron hasta el hospital Parkland Memorial para intentar salvarlo pero murió.

Según los testigos que rindieron declaraciones a la policía, esa noche escucharon varios disparos y vieron un sedán plateado de cuatro puertas saliendo del estacionamiento.

Joshua fue un valiente que vivía con miedo

Al día siguiente -sábado 7 de septiembre- el fiscal del condado de Dallas, Jason Hermus, fiscal principal en el caso contra la policía Guyger, destacó la valentía de Brown por haberse presentado a testificar contra la oficial, cuando otros hubieran preferido quedarse callados.

Lee Merritt, un abogado de derechos civiles que representa a la familia Jean, calificó a Brown como un «exatleta devenido a empresario», cuyo asesinato «subraya la realidad de la experiencia de los afroamericanos en Estados Unidos».

«Brown vivía con el miedo constante de que podía ser la próxima víctima de la violencia armada», escribió Merritt en Facebook. En esa misma red social, el abogado y activista denunció la existencia de «corrupción en todos los niveles en la ciudad de Dallas».

Según Merritt, el compañero de Amber Guyger, Martin Rivera, admitió abiertamente haber destruido evidencia, violar la política del departamento y cometer perjurio para defender a Guyger, que hasta el momento de ser condenada seguía ejerciendo como policía.

Merrit también denunció al presidente de la Asociación de Policías de Dallas, Mike Matta, quien presuntamente se involucró en el caso para proteger a su compañera.

En un tuit, el abogado explicó que había hablado con la madre de Brown y que ella estaba “devastada”. «Todos lo estamos», escribió Merritt. “Joshua Brown fue un testigo clave en el asesinato de Botham Jean que ayudó a arrestar a Amber Guyger. Queremos respuestas».

«Brown merece la misma justicia que buscó proporcionarle a la familia Jean«, añadió.

El perdón en un abrazo

Tras la condena, Brandt Jean, hermano de Botham Jean le dijo a Amber Guyger: “Sé que si te acercas a Dios y le preguntas, él te perdonará. Estoy hablando por mí mismo, te quiero como a cualquier otra persona. Ni siquiera quiero que vayas a la cárcel. Eso es exactamente lo que Botham quisiera, da tu vida a Cristo”, expresó para luego pedirle un abrazo a la policía.

Pero Guyger tenía un antecedente de abuso policial contra un hombre latino en un hecho ocurrido en mayo de 2017, cuando ella y otro agente respondieron a una alerta después que oficiales encubiertos informaran sobre la localización de una mujer que el Departamento de Policía estaba buscando.

La sospechosa se encontraba con dos hombres en un vehículo. Mientras los oficiales trataban de confirmar la identidad de la mujer, un hombre bajó del carro sin importarle la órden de quedarse en el auto. Guyger no dudó en disparar contra él.

El hombre fue identificado como Uvaldo Pérez, un latino de 46 años, quien logró sobrevivir.

Tras el incidente el gran jurado del condado de Dallas se negó a presentar acusaciones oficiales contra la oficial.

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