¿Quiénes son los aliados de Donald Trump en su guerra contra Irán?

Quizá Estados Unidos no obtenga (de momento) un apoyo militar para atacar a la nación persa, pero sí cuenta con apoyo para aplicar más sanciones destinadas a ahorcar la economía de ese país

La administración de Donal Trump le declaró la guerra a Irán con el objetivo de incrementar la tensión en Medio Oriente y ante la amenaza latente de propiciar un conflicto bélico en la región que puede escalar al resto del mundo.

El Presidente estadounidense, quien actúa por ambición, ansias de poder y de dominación, cuenta con aliados para continuar con su política de agresión contra la nación persa, que al final busca es doblegarla.

El pasado 3 de enero, el  inquilino de la Casa Blanca ordenó un ataque con drones en la capital de Iraq para asesinar el general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. El atentado abrió la Caja de Pandora  de una posible guerra entre Washington y Teherán y sumió al mundo en un panorama de temor e incertidumbre.

Trump justificó el asesinato del líder persa alegando un supuesto “riesgo inminente” de ataques contra diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región.

Trump ordenó un ataque con drones en la capital de Iraq para asesinar el general iraní Qasem Soleimani. Foto: AFP.

Sin embargo, los demócratas y algunos republicanos en el Congreso han cuestionado los argumentos del Mandatario y sostienen que no se les han brindado informes adecuados y detallados.

Incluso, hay contradicciones en el seno del Gobierno. Por un lado, Trump aseguró que Irán estaba a punto de atacar a cuatro embajadas estadounidenses antes de que Soleimani fuera asesinado. Por el otro, el secretario de Defensa, Mike Esper, señaló que no tenía evidencia específica de que la nación islámica estaba planeando un ataque.

Trump le declaró la guerra a Irán con el objetivo de incrementar la tensión en Medio Oriente. Imagen: web.

Historial de tensión

A Trump no le tembló el pulso para ordenar el ataque e incrementar la tensión y esa especie de «guerra fría» que por décadas ha existido entre EE. UU. e Irán.

En 1953, Estados Unidos y Gran Bretaña orquestaron un golpe contra el primer ministro iraní, secular y democrático, Mohammad Mosaddegh, quien buscaba nacionalizar la industria petrolera.

Durante los 26 años siguientes, Irán estuvo doblegado a los intereses de la Casa Blanca, durante la monarquía del sha Mohamed Reza Pahlevi.

Sin embargo, con el triunfo de la Revolución Islámica, Teherán recuperó su derecho a la autodeterminación, algo que Washington nunca perdonó.

Tanto es así que, durante la guerra entre Irak e Irán (1980-1988), Washington apoyó a Saddam Hussein, a quien posteriormente le declararía la guerra bajo la excusa de que Irak tenía armas químicas.

Desde entonces, las sucesivas administraciones norteamericanas han impuesto una lista de sanciones económicas y comerciales contra Irán, sobre todo contra su petróleo, hasta que en 2015, Barack Obama auspició un acuerdo nuclear entre ambos países y firmado junto a Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. Dicho pacto ofreció la disminución de las sanciones a cambio de que la nación persa limitara su programa nuclear.

Pero, en 2018 Donald Trump se retiró unilateralmente de ese tratado y decidió reactivar las sanciones contra Teherán, a pesar de que estaba cumpliendo con sus términos y reduciendo efectivamente su programa nuclear.

Por otra parte, el acercamiento entre Irak e Irán, especialmente tras el asesoramiento militar de Teherán al Ejército irakí y a las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi) que enfrentan al Estado Islámico o Dáesh, enfureció a Washington.

USA vs Iran
Ante la sombra de una posible guerra contra Irán, ¿con cuáles apoyos puede contar Trump?. Imagen: Express.co.

Apoyos de Trump contra Irán

La decisión del Mandatario de escalar décadas de conflicto latente con Irán a través del asesinato de Soleimani detonó las alarmas internacionales y alineó las piezas del ajedrez para una posible batalla.

Medio Oriente es un área estratégica que, fruto de sus inmensas riquezas energéticas, constituye un mapa geopolítico de alianzas, enemistades y traiciones, por lo que ante la sombra de una posible guerra contra Irán surge la pregunta: ¿Con cuáles apoyos puede contar Trump?.

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, durante una visita a la Casa Blanca. Foto: Reuters.

Arabia Saudita

Durante el encuentro entre el rey Abdelaziz bin Saud y el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt celebrado en 1940, ambos sellaron un pacto que le garantizaba al Reino Saudita protección militar estadounidense a cambio de acceso privilegiado al petróleo.

Desde entonces, la nación árabe ha sido la principal aliada de Estados Unidos en Medio Oriente,  aportando cooperación militar, como en el caso de la Guerra del Golfo, registrada a principios de los años noventa.

Los medios oficiales de Arabia Saudita celebraron la muerte de Soleimani, debido a la rivalidad existente con Irán.

Aunque Riad y Teherán son teocracias islámicas, pertenecen a dos ramificaciones diferentes del Islam: el primero es mayoritariamente chiíta, mientras el segundo es abrumadoramente sunita. 

Adicionalmente, ambos países son grandes exportadores de petróleo, lo que los coloca en un papel preponderante y de competencia en la región.

En septiembre de 2019, el Príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, declaró que si Irán desarrolla una arma nuclear, harían lo mismo y actuarían con rapidez.

Por lo pronto, el propio Trump declaró al canal Fox News que el despliegue adicional de efectivos americanos en Oriente Próximo de los últimos días será financiado por Riad, que, en palabras del mandatario, ya habría depositado 1.000 millones de dólares para este fin.

Israel apoya la agresión del gobierno estadounidense contra Irán. Imagen: web.

Israel

La muerte de Soleimani se celebró en Israel con júbilo. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que Trump “se merece total aprecio por actuar con determinación, de forma fuerte y rápida”.

Aliado con la Casa Blanca, Israel es uno de los principales defensores de la escalada contra Irán, apoyando la guerra económica ejecutada por Trump con el objetivo de doblegar a Teherán.

Netanyahu aplaudió al republicano por abandonar el acuerdo nuclear de Irán y endurecer su posición respecto a la República Islámica, y amenazó con emplear armas nucleares contra la nación persa en caso de un conflicto.

Asimismo, advirtió a Irán de que en caso de producirse un ataque contra Israel, en respuesta por la muerte de Soleimani, se desencadenaría una respuesta israelí demoledora.

“Israel se mantendrá firme ante sus enemigos. Firme y fuerte. Cualquiera que trate de atacarnos sufrirá un golpe demoledor”, aseguró Netanyahu.

La alineación del premier israelí a los designios de Trump no es gratuita, pues responde al hecho que Netanyahu no consiguió formar Gobierno a pesar del apoyo recibido por el Mandatario estadounidense, lo que probablemente no fue del agrado del inquilino de la Casa Blanca.

El rey de Jordania, Abdullah II en un encuentro con el presidente norteamericano, Donald Trump. Foto: AFP.

Jordania

El vecino de Israel también cosecha una relación de intereses mutuos que le obliga a guardar lealtad a Estados Unidos. De acuerdo con el Departamento de Estado, «Estados Unidos es el principal proveedor de asistencia bilateral de Jordania, ya que proporcionó más de 1,7 millardos de dólares en 2017, incluyendo 1,3 millardos en asistencia extranjera bilateral y más de 200 millones en apoyo del Departamento de Defensa».

Además, la presencia de tropas estadounidenses en ese país se ha expandido gracias a la evolución de la Operación Resolución Inherente contra ISIS, que nació en 2014 para combatir a ese grupo enviando militares a la Base Aérea Muwaffaq Salti y acoge a unos 3.000 soldados estadounidenses.

Donald Trump y el príncipe heredero de Abu Dhabi, el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan. Imagen: CNN.

Emiratos Árabes Unidos

Junto con Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU) es uno de los principales aliados de Washington en Medio Oriente, colaborando en las acciones relacionadas con la  supuesta “lucha contra el terrorismo”.

Cuando Trump se retiró del acuerdo nuclear, el Gobierno emiratí aseguró que Washington tomaba las medidas «necesarias para hacer frente al mal comportamiento de Irán», en particular, el desarrollo del programa de misiles balísticos.

Asimismo, elogió la decisión del presidente estadounidense de imponer sanciones contra los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.

Adicionalmente, el exsecretario de Defensa, James Mattis, calificó a las fuerzas armadas de EAU como las de una «pequeña Esparta» y destacó que es el país en el que más buques marítimos tiene Estados Unidos fuera de su territorio.

Tras el asesinato de Soleimani, la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán advirtió que si se producen más ataques en suelo persa, apuntará a las ciudades de Dubai, en Emiratos Árabes Unidos y Haifa, en Israel.

“Les estamos advirtiendo a todos los aliados estadounidenses que le dieron sus bases a su ejército terrorista, que cualquier territorio que sea el punto de inicio de actos agresivos contra Irán será atacado”, afirmó  la IRGC.

Kuwait acoge a unos 13.000 soldados estadounidenses. Imagen: Pulzo.com.

Kuwait

Después de la Guerra del Golfo en 1991, Washington firmó un acuerdo militar con Kuwait, país que se ha consolidado como uno de los centros más importantes del Pentágono en Medio Oriente. Se estima que Kuwait acoge a unos 13.000 soldados estadounidenses.

Sin embargo, hasta ahora no ha roto sus relaciones formales con Irán y se ha mantenido al margen de la polémica, tal y como reporta France 24.

¿Apoyos en Europa?

Los apoyos que espera Trump en su batalla contra Irán trascienden las fronteras del Medio Oriente, por lo que el conflicto podría escalar a una dimensión global.

El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, indicó que todos los miembros de la OTAN están con Estados Unidos en Oriente Medio, después del ataque que mató al comandante iraní Qassem Soleimani.

Sin embargo, pidió una disminución de las tensiones, haciéndose eco de las declaraciones de algunos líderes europeos.

«En nuestra reunión, los aliados pidieron moderación y distensión. Un nuevo conflicto no beneficiaría a nadie”, declaró a la prensa Stoltenberg, tras la reunión extraordinaria de embajadores de la OTAN.

Estas palabras no agradaron al Mandatario norteamericano, quien solicitó a la OTAN que se involucre más en los problemas en Medio Oriente. “Creo que la escala de la OTAN debe ser aumentada. En este momento, la carga está sobre nosotros, y no es justo», dijo Trump.

Trump espera del premire británico Boris Johnson el mismo apoyo que ha recibido Estados Unidos del Reino Unido en sus anteriores conflictos  bélicos.

Aunque en un principio el Premier dijo que no lamentaba el asesinato de Soleimani, luego firmó un comunicado conjunto con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, llamando a todas las partes a ejercer la máxima responsabilidad.

Esta actitud tibia molestó a Washington. El secretario de Estado, Mike Pompeo, criticó a la Unión Europea (UE) por “no haber apoyado todo lo que habrían podido” tras el asesinato de Soleimani, metiendo a británicos en el mismo paquete que a franceses y alemanes.

En "fase crítica" negociaciones sobre programa nuclear iraní
Como consecuencia del asesinato de Soleimani, Irán anunció que no respetará los límites fijados en el acuerdo nuclear. Imagen. HispanTV.

Sanciones nucleares

Después del asesinato de Soleimani, Irán anunció el pasado 5 de enero que ya no respetaría los límites fijados sobre el número de centrifugadoras que puede utilizar para enriquecer uranio, aunque subrayó que continuaría cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Ante esta decisión, Reino Unido, Francia y Alemania iniciaron un proceso contemplado en el pacto que abre camino a posibles sanciones.

Josep Borrell, responsable de política exterior de la Unión Europea indicó que los líderes de los tres países señalaron en un comunicado que se habían quedado “sin más opción, dadas las acciones de Irán, que registrar hoy nuestra preocupación de que Irán no está cumpliendo sus compromisos”.

Sin embargo, argumentaron que con esta decisión “no se suman a la campaña que tiende a ejercer una presión máxima contra Irán”, dando a entender que no querían unirse a la política de sanciones de Estados Unidos.

En un comunicado, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, informó que los tres países “ya no podían dejar sin respuesta las crecientes violaciones iraníes del acuerdo nuclear”.

“Nuestro objetivo está claro: queremos conservar el acuerdo y llegar a una solución diplomática dentro del acuerdo”, añadió. “Abordaremos esto juntos con todos los socios en el acuerdo. Pedimos a Irán que participe de forma constructiva en el proceso de negociación que está comenzando”.

Por su parte, el Primer Ministro británico propuso trabajar para que un nuevo acuerdo sea negociado con Donald Trump y reemplace el tratado internacional firmado entre Irán y las grandes potencias .

“Si vamos a prescindir de él, entonces necesitamos reemplazarlo”, dijo durante entrevista con la televisión pública BBC.

“Desde la perspectiva estadounidense, el actual acuerdo es “defectuoso, además de que fue negociado por el presidente (Barack) Obama”, dijo  Johnson. Por ello, propuso: “reemplacémoslo con el acuerdo de Trump”.

“Eso es lo que necesitamos. Creo que sería una gran forma de avanzar (…) El presidente Trump es un gran negociador«, afirmó.

La acción de las naciones europeas, deja ver que quizá Trump no obtenga (de momento) un apoyo militar para atacar a Irán, pero sí cuenta con apoyo para aplicar más sanciones destinadas a ahorcar la economía persa y generar mayor tensión en Medio Oriente.

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