Chilena usuaria medicinal de marihuana plantea reparos tras aprobación de esa opción en Argentina

La semana pasada el parlamento argentino aprobó la utilización de la cannabis y sus derivados en el tratamiento de distintas enfermedades. El proyecto de la nación trasandina establece un marco regulatorio y crea un programa nacional para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor de la planta de marihuana.

Por otra parte, el Ministerio de Salud debe garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios, ya sea a través de la importación o la producción por parte del Estado, para lo que autoriza el cultivo de plantas de marihuana a organismos científicos como el Conicet y el INTA.

La chilena Cecilia Heyder es usuaria medicinal de cannabis y simpatizante de los movimientos pro-marihuana. Sin embargo, tiene reparos frente a lo ocurrido en Argentina y respecto de lo que podría pasar en Chile si se sigue ese mismo camino. «Las farmacéuticas seguirán llenándose los bolsillos del plata con el dolor de miles de enfermos», apunta, agregando que «esta ley no legaliza el acceso a la cannabis y menos el autocultivo, y tampoco el autocultivo para las familias de los enfermos, a quienes no se les aplicará un marco de protección».

La activista critica también que, independiente de la aprobación de la utilización de marihuana con fines medicinales, de todas formas la ley, «en lo que se refiere al autocultivo, quedó igual con penas efectivas de 4 a 15 años, sin importar que sea para uso personal o ‘colectivo solidario’, como le llaman ellos».

Algo, recuerda Cecilia, que en nuestro país también podría afectar a quienes cultiven para preparar sus propias medicinas, de acuerdo a la actual ley que se tramita en el parlamento. «En la Comisión en donde se discute la modificación a la Ley 20.000 se está votando muy parecido y de forma restrictiva y retrógrada», advierte.

En ese sentido, frente al hecho de seguir los pasos de Argentina, Heyder plantea que prefiere «que nos quedemos con la actual ley, que no se siga modificando».

«Más del 70 por ciento de los chilenos están pidiendo legalización de la marihuana y no solo del uso medicinal, sino que general, recreativo, espiritual y medicinal», apunta y finaliza: «En Chile los únicos que van a ganar son las fundaciones -que están haciendo ya su negocio aparte- y las farmacéuticas; y el Estado, si quiere regularizar y no legalizar. Finalmente siempre ganan ellos, menos la gente».