Cómo bajar la fiebre de manera natural

Por lo general, la fiebre es un síntoma de un elemento externo que afecta al cuerpo

Por Estefanía González

10/09/2015

Publicado en

Salud / Tendencias

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Por lo general, la fiebre es un síntoma de un elemento externo que afecta al cuerpo. Lo más común es que se trate del resultado de una infección, pero puede tener otras causas. Se recomienda consultar a un médico para poder obtener el motivo de la fiebre, especialmente cuando la temperatura corporal asciende a más de 40°.

Algunas recomendaciones para aliviar al enfermo, son:

Hidratarse: en los adultos, se aconseja que ingieran más de tres litros de líquido por día. Estos pueden estar repartidos entre agua, gaseosa (es menester quitarles el gas antes), jugos de frutas y té. También pueden chupar hielos, tomar caldos variados y sopa de verduras. De hecho, no es bueno para el paciente comer en exceso ya que el cuerpo no debe gastar energías en digerir los alimentos, sino que debe hacerlo en contrarrestar la infección. Por eso, es preferible que en vez de comer sólidos, beban caldos y sopas.

Usar paños fríos: el objetivo es bajar la temperatura. Pueden ser calcetines mojados en los tobillos o paños en la frente y en el cuello. Los mismos deben cambiarse periódicamente y deben estar bien escurridos antes de colocarlos sobre el paciente. En el caso de los calcetines, la persona que los use debe estar en cama todo el resto de la noche y cubierto por una manta o frazada. Tampoco hay que irse al extremo de colocar los paños y las medias al mismo tiempo, porque esto puede inferir en que la temperatura baje demasiado.

Darse una ducha tibia: pasar algunos minutos debajo del agua sirve para que la temperatura del cuerpo se estabilice. De esta manera, cuando el agua está alrededor de los 37° (que es también la cantidad de grados límites para determinar si una persona tiene o no fiebre) se neutraliza el rápido ascenso de la temperatura.

Quitarse ropa: usar prendas livianas ayuda a mantener un entorno calórico alrededor de los 20°. Por más que la persona afiebrada tenga frío, hay que desvestirlo porque la ropa tiene la facultad de preservar el calor y, de esta manera, se hace más dificultoso que la temperatura descienda. Tampoco es recomendable que esté debajo de demasiadas frazadas, por la misma razón. Incluso, no debe hacer calor donde se encuentra el enfermo: si es verano, lo ideal es que esté en una habitación ventilada y si es invierno, que la calefacción esté en un punto medio.

Siempre con el monitoreo de un médico profesional, se pueden utilizar algunos remedios de venta libre para bajar la temperatura: el Paracetamol debe tomarse cada 4-6 horas y el Ibuprofeno, a partir de los 12 meses de edad, cada 8 horas.

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