Fueron acusados por el delito de cohecho

Condenan a funcionarios de hospital El Salvador que tenían «un trato especial» con algunas funerarias

Dos funcionarios del Hospital El Salvador fueron condenados por el delito de cohecho, después que la justicia acreditara que ambos incumplieron los deberes de su cargo avisando a determinadas funerarias de la muerte de pacientes, a cambio de un beneficio económico

Por Absalón Opazo

25/11/2017

Publicado en

Chile / Salud

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Dos funcionarios del Hospital El Salvador fueron condenados por el delito de cohecho, después que la justicia acreditara que ambos incumplieron los deberes de su cargo avisando a determinadas funerarias de la muerte de pacientes, a cambio de un beneficio económico.

Se trata de los empleados de la Unidad de Anatomía Patológica de dicho recinto, Germán Carrasco González y Luis Alejandro Guerrero, quienes deberán cumplir con 61 días de pena remitida y además quedaron suspendidos para ejercer cargos públicos.

Según consigna radio Bío Bío, la Fiscalía Oriente formalizó esta investigación estableciendo que habían pagos a empleados del hospital por entregar antecedentes -a las funerarias- de las personas que morían, y un pago mayor en el caso que se lograra el contrato con las empresas «Amor de Cristo» y «Renacer».

La emisora señala en su reporte que el fiscal Carlos Gajardo que para establecer la comisión del delito de cohecho, fueron claves las medidas intrusivas ordenadas y autorizadas por el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, consistentes en interceptaciones telefónicas a través de las cuales se determinó la forma en que los funcionarios operaban.

Así, añade la información, en los audios se logró apreciar el ilícito «porque se utilizaban diversos códigos para comunicarse», como por ejemplo, si no existían fallecidos aludían a que el «estadio está vacío», o que el «partido estaba dos cero» en referencia a dos cadáveres.

Asimismo, se estableció en la investigación que por los antecedentes se pagaban entre $5.000 y $15.000, pero si se concretaba el negocio se cancelaban más de $60.000. Además, se estableció la existencia de «muerto encajonado, era muerto pagado».

(Foto: referencial)

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