El lado oscuro de la salud digital: cuando la inteligencia artificial debilita la adherencia a los tratamientos

Los datos respaldan la preocupación: una encuesta a 100 médicos de Latinoamérica y España reveló que el 60,2% de sus pacientes llega frecuentemente con información obtenida en internet. Las fuentes más habituales son Google (72%), redes sociales (35,5%) y ChatGPT u otras IA generativas (24,7%)

El lado oscuro de la salud digital: cuando la inteligencia artificial debilita la adherencia a los tratamientos

Autor: El Ciudadano

Valdivia. En una sala repleta de académicos, médicos y comunicadores de toda Hispanoamérica, el debate sobre la inteligencia artificial y la salud adquirió un tono inesperadamente crítico. Fue en el marco de la V Conferencia Internacional de Comunicación y Tecnologías Aplicadas (ICOMTA 2025), realizada en Valdivia, donde un grupo de investigadores levantó una alerta: los algoritmos que ordenan lo que leemos, escuchamos y vemos en internet también podrían estar afectando la relación médico–paciente, hasta el punto de debilitar la adherencia a los tratamientos.

La investigación, encabezada por el médico chileno Miguel Ángel Carrasco, junto a los académicos Sergio Godoy, Rodrigo Browne, Carola Neira, Joseph Crawford, María Inés Castillo y Bárbara Klett, planteó un concepto provocador: el “loop patológico”. Se trata de un círculo vicioso en el cual los pacientes, al consultar plataformas digitales como Google, redes sociales o incluso ChatGPT, no solo buscan información, sino que muchas veces terminan dudando de su médico, abandonando terapias o tomando decisiones apresuradas.

La presentación incluyó casos clínicos reales que captaron la atención del auditorio. Uno de ellos fue el de una mujer de 54 años que, tras consultar en internet, decidió suspender un tratamiento médico al interpretar sus mareos como un efecto adverso grave. Otro, aún más dramático, relató la historia de un hombre de 40 años que, luego de recibir un diagnóstico erróneo a través de una aplicación de inteligencia artificial, optó por un tratamiento naturista. Seis meses después, ingresó a urgencias con insuficiencia renal avanzada que obligó a iniciar diálisis inmediata.

Los datos respaldan la preocupación: una encuesta a 100 médicos de Latinoamérica y España reveló que el 60,2% de sus pacientes llega frecuentemente con información obtenida en internet. Las fuentes más habituales son Google (72%), redes sociales (35,5%) y ChatGPT u otras IA generativas (24,7%). Aunque más de la mitad de los médicos considera positiva o neutra esta práctica, un 57,7% reconoce que la selección algorítmica puede ser perjudicial, mientras que un 88,3% estima que los pacientes no tienen el conocimiento suficiente para decidir sobre su salud solo con lo que leen en línea.

Paradójicamente, los propios médicos no son ajenos a este fenómeno: un 65,6% admitió usar Google, redes sociales o inteligencia artificial para resolver dudas clínicas o comprender mejor a sus pacientes. “La diferencia está en la formación y la capacidad de filtrar la información”, explicaron los investigadores, quienes destacaron que el problema no es solo tecnológico, sino comunicacional y cultural.

El estudio concluye que es urgente incorporar la alfabetización digital en salud dentro de la práctica médica y en las políticas públicas. Los algoritmos, advierten, ya no solo median el acceso a noticias, música o relaciones sociales, sino también la confianza en la medicina y la forma en que los pacientes enfrentan sus enfermedades.

“Estamos frente a un desafío enorme: ¿queremos seguir en la Matrix o mirar la realidad tal como es?”, lanzó Carrasco al cerrar la exposición, dejando en el aire la idea de que la inteligencia artificial puede ser tanto aliada como enemiga en el futuro de la salud.

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