ISP advierte sobre reacciones adversas de medicamentos antialérgicos

El Instituto de Salud Pública (ISP) informó sobre eventuales reacciones adversas producidas por los medicamentos antialérgicos, a propósito de su uso en primavera para combatir las alergias y los cuadros de asma, rinitis, conjuntivitis, dermatitis y urticaria

Por Felipe Menares

02/09/2016

Publicado en

Salud

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02 09 16 - alergia

El Instituto de Salud Pública (ISP) informó sobre eventuales reacciones adversas producidas por los medicamentos antialérgicos, a propósito de su uso en primavera para combatir las alergias y los cuadros de asma, rinitis, conjuntivitis, dermatitis y urticaria.

La institución advierte que estas sustancias, si bien alivian el malestar, pueden general complicaciones, principalmente a nivel neurológico, dermatológico y/o gastrointestinal.

Entre los fármacos más consumidos para aliviar los síntomas de las alergias se encuentran los broncodilatadores y los antihistamínicos H1. A este grupo pertenecen la Clorfenamina, Loratadina, Desloratadina, Levocetirizina, Hidroxicina, Cetirizina y Fexofenadina, que fueron los productos más vendidos en esta línea durante 2015.

El ISP indicó que estos son fármacos utilizados en general para el tratamiento sintomático de la alergia, pero no consiguen curar la enfermedad, por lo que no es aconsejable tomarlos de forma preventiva.

Por otro lado, el organismo señaló que durante los años 2014 y 2015, en el Centro Nacional de Farmacovigilancia del Instituto de Salud Pública (ISP) se recibieron 29 notificaciones de sospechas de reacciones adversas asociadas a antialérgicos, las cuales involucraron a pacientes entre 3 meses y 90 años de edad, siendo los más afectados, en su mayoría mujeres (55%).

Las reacciones adversas más frecuentemente reportadas por el uso de antialérgicos son: erupción cutánea, somnolencia y sequedad de boca, las que han sido asociadas principalmente a clorfenamina y loratadina.

Otras reacciones adversas de los antihistamínicos pueden ser sedación y aumento del apetito, además de estreñimiento, visión borrosa con dificultad en la acomodación de objetos y retención de orina, entre otros. La somnolencia y la sedación son inconvenientes más frecuentes con los antihistamínicos más antiguos, como la difenhidramina y la hidroxicina (antihistamínicos de 1° generación).

Al respecto, el director del ISP, Álex Figueroa, comentó que la recomendación de la institución “es que los profesionales de salud que recetan estos fármacos deben advertir al paciente que no conduzca, ni maneje maquinaria peligrosa, mientras esté en tratamiento con este tipo de medicamentos. La administración de otros depresores del sistema nervioso central mezclado con alcohol, barbitúricos, hipnóticos o ansiolíticos, pueden potenciar los efectos sedantes de los antihistamínicos”.

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