La anorexia nerviosa podría ser mucho más que una condición psiquiátrica

Revela una investigación

Por Pedro Pérez

20/07/2019

Publicado en

Salud

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Según los investigadores, los factores psicológicos pueden ser importantes, pero no son convincentes como la causa principal de la anorexia nerviosa.

Una investigación masiva de seis años de duración que involucró a investigadores de más de 100 instituciones en todo el mundo, descubrió que la anorexia nerviosa podría ser mucho más que una condición psiquiátrica.

Los científicos han identificado un conjunto de variantes genéticas específicas vinculadas a la patología, que proporcionan algunas de las pruebas más sólidas.

A través de diversos estudios, los investigadores sugieren que los orígenes de la anorexia nerviosa también están relacionados con el metabolismo de las personas que la padecen.

Anorexia nerviosa, la distorsión de la delgadez

A pesar que todavía se sabe poco acerca de qué desencadena la enfermedad y cómo tratarla con éxito, los científicos habían presentado en 2017 el primer locus genético relacionado con la enfermedad, basado en un análisis de aproximadamente 3.500 casos de anorexia y casi 11.000 controles.

Al mismo tiempo, expertos del Reino Unido publicaron un artículo en la revista  Medical Hypotheses,  sugiriendo que la anorexia se origina a partir de una infección bacteriana, en lugar de ser una condición puramente psicológica.

«Los factores psicológicos pueden ser importantes, pero no son convincentes como la causa principal», escribieron los investigadores,  Jim Morris, Sue Broughton y Quenton Wessels, de los hospitales universitarios de Morecambe Bay en el noroeste de Inglaterra, y de la Universidad de Lancaster, respectivamente.

Según ellos, la fatiga crónica y el síndrome del intestino irritable también podrían ser causados ​​por la anorexia nerviosa.

Los científicos confían en que esto podría conducir a nuevos tratamientos para las afecciones y algunas esperanzas muy necesarias para las personas que viven con anorexia, síndrome del intestino irritable y fatiga crónica. Foto web.

Más cerca de la verdad

La psicóloga clínica Cynthia Bulik, de la Universidad de Carolina del Norte, asegura que si bien las anomalías metabólicas observadas en pacientes con anorexia nerviosa se atribuyen con mayor frecuencia a la inanición, sus estudios muestran que las diferencias metabólicas también pueden contribuir al desarrollo del trastorno de la anorexia nerviosa.

Uno de sus estudios se basa en la asociación de genoma aún más amplio, indicando que “los factores metabólicos pueden jugar un papel casi tan importante como los efectos puramente psiquiátricos», destacó el genetista psiquiátrico Gerome Breen, del King’s College de Londres.

Para demostrar esto, los investigadores analizaron el ADN de 16.992 pacientes con anorexia nerviosa y lo compararon con la información genética de 55.525 personas sin la condición, en busca de variantes genéticas que podrían estar asociadas con la enfermedad.

«Lo que esperábamos era encontrar genes que estuvieran claramente implicados en los aspectos psiquiátricos mentales y de salud de la enfermedad, lo que obviamente es importante», dijo a ABC News el epidemiólogo genético Nicholas Martin, del Instituto de Investigación Médica Qhof Berghofer en Australia .

«Pero lo que nos ha sorprendido es descubrir que también parece haber vínculos muy fuertes con el metabolismo«, afirmó.

Las últimas investigaciones sugieren que la anorexia se origina a partir de una infección bacteriana, en lugar de ser una condición puramente psicológica. Foto web.

Variantes de la anorexia

Dentro de los resultados los científicos identificaron ocho variantes genéticas asociadas con la anorexia, algunos solapados con trastornos psiquiátricos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión, la ansiedad y la esquizofrenia.

También, los estudiosos se percataron que había un vínculo con la función metabólica, como la capacidad de las personas para metabolizar las grasas y los azúcares.

Tomando en cuenta los hallazgos, los problemas metabólicos podrían producir una predisposición biológica a la condición que los investigadores no habían comprendido completamente.

Estos resultados representan además las primeras indicaciones de que las vías, tejidos y tipos celulares específicos pueden mediar en el riesgo genético de la anorexia nerviosa.

Teniendo los primeros ocho genes identificados, los investigadores saben que hay cientos de genes más para encontrar, y confían que solo pueden hacerlo ampliando el estudio y reclutando a más participantes.

De hecho, si se confirman las teorías, esto podría conducir a nuevos tratamientos para las afecciones y algunas esperanzas muy necesarias para las personas que viven con anorexia, síndrome del intestino irritable y fatiga crónica.

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