Londres: Mujer murió en el hospital porque a su respirador artificial se le agotaron las baterías

Jacqueline Scott murió en el hospital luego de que su aparato de respiración dejara de funcionar y las enfermeras no reconocieran el sonido de la alarma.

Por Sofia Olea

10/02/2016

Publicado en

Crónica / Mundo / Policial / Salud

0 0


scott

Una mujer murió en un hospital de Londres debido a que la máquina de soporte vital que la asistía dejó de funcionar porque se le agotaron las baterías. Así lo determinó la investigación forense del caso.

Jacqueline Scott falleció luego de que el respirador artificial que la mantenía viva se apagara, y a pesar de las muchas alarmas que advirtieron al personal del hospital de la falla.

La investigación del jurado de la Corte Real de Justicia de Londres escuchó el testimonio de una enfermera que decía que no reconoció el sonido de la alarma del ventilador, porque nunca antes había ocurrido que uno de estos aparatos se averiara o quedara sin energía.

Luego del incidente, la paciente de 55 años murió más tarde ese mismo día de marzo del 2015, en el Hospital de St George, en Tooting, Londres.

Jacqueline Scott estaba con un respirador que se conecta a la corriente, pero uno de sus circuitos se fundió, lo que indica que estaba funcionando con baterías que finalmente se agotaron.

Pero, además, en la audiencia se reveló que el timbre para pedir ayuda también estaba defectuoso.

La médico Renate Wendler, quien lideró la investigación en el caso de la muerte de la señora Scott, le dijo al jurado que había «encontrado evidencia de buena práctica y cuidados [por parte del personal se salud]».

La perita afirmó que la demora en el llamado de ayuda no tuvo «nada que ver con el desenlace en el caso de la señora Scott», y que «no era realista» esperar que las enfermeras supieran que la energía que hacía funcionar el respirador había sido interrumpida.

Wendler dijo que había estudiado el diseño de la máquina y que había encontrado que el sistema «no era intuitivo».

Durante la investigación, el hijo de la señora Scott dijo que «apreciaba» a todos quienes habían contribuido con los cuidados de su madre, y que la familia estaba «realmente agradecida» por todos sus esfuerzos.

Finalmente, el veredicto que dio el jurado fue de muerte natural.

Desde entonces, el hospital se ha asegurado de que el personal de enfermería reciba capacitación formal sobre el uso de los equipamientos y las alarmas que alertan sobre fallas en sus fuentes de energía.

Traducción, El Ciudadano.

Fuente: Independent

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones