La frecuencia cambia durante el crecimiento

¿Por qué los bebés parpadean menos?

Los ojos de los infantes necesitan menos lubricación que los de un adulto

Por Isailen Piñango

18/07/2018

Publicado en

Salud

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La ciencia ha demostrado mediante diversos estudios que los bebés apenas parpadean y cierran los ojos, así lo establece una investigación publicadas en la revista científica «Los Anales de Neurología».

El análisis estableció que la frecuencia de parpadeo de un niño de hasta 3 meses era 15 veces menor a la de un adulto, mientras que una persona mayor de 16 años parpadea una media de 15 veces por minuto.

Un bebé puede parpadear mínimo solo una vez por minuto, aunque lo normal es que lo haga entre dos y tres veces.

Pero esto no es una razón para preocuparse ya que el parpadeo, aumenta con la edad. Lo que quiere decir es que a partir de los 15 o 16 años, se incrementa la frecuencia de un adolescente tal como un adulto.

Este fenómeno ha intrigado a los científicos que intentan entender cómo funciona el cerebro de estas pequeñas personas que apenas pueden comunicarse.

Las conclusiones del estudio nos llevan a determinar la responsabilidad de este interesante fenómeno que lo regula la dopamina, un neurotransmisor que envía señales del cerebro al resto del organismo. Situación que explica el aumento de la frecuencia de parpadeo entre personas con esquizofrenia o bajo los efectos de las drogas, que cuentan con altos niveles de esta hormona.

En este sentido, los científicos afirman que esto puede representar que los más pequeños tienen bajos niveles de dopamina.

Lubricación del ojo

Los investigadores señalan que gracias al parpadeo nuestros ojos se mantienen lubricados y, basado en esta premisa, Leigh Bacher, líder del estudio, considera que así como los bajos niveles de dopamina influyen en la cantidad de veces que los bebés abren y cierran los ojos. Esto explica porque los bebes tienen los ojos más pequeños y duermen más horas.

Otra de las teorías de Bacher tiene que ver con el sentido de la vista, ya que como la visión de los bebés no está 100% desarrollada, se cree que deben esforzarse más para hacerse con la información visual que necesitan. «Cuando haces cosas que requieren mucha atención visual, tiendes a pestañear menos «, aseguró.

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