Tabaquismo y alcohol podrían aumentar el envejecimiento del cerebro

Un nuevo estudio reveló que estos hábitos están asociados con efectos adversos en regiones cerebrales específicas Las advertencias sobre los daños que provocan el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol no son nuevas

Por Marian Martinez

03/02/2020

Publicado en

Salud

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Un nuevo estudio reveló que estos hábitos están asociados con efectos adversos en regiones cerebrales específicas


Las advertencias sobre los daños que provocan el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol no son nuevas. Ahora, un estudio reciente de la Universidad del Sur de California concluyó que también afecta la edad del cerebro.

En la investigación, que se publicó en la revista Scientific Reports, los especialistas demostraron que beber y fumar diariamente puede estar asociado con aumentos modestos en la edad cerebral relativa en comparación con aquellos que beben y fuman menos.

Lo que aclararon es que no pudieron precisar cómo el consumo de tabaco y alcohol puede estar asociado con la edad cerebral, especialmente cuando se considera todo el cerebro.

El investigador del USC Stevens Hall for Neuroimaging Arthur W. Toga y sus colegas de la universidad utilizaron métodos de aprendizaje automático y resonancia magnética para identificar la edad cerebral relativa en 17.308 individuos de 45 a 81 años, cuyos datos se incluyeron en el Biobanco del Reino Unido, reseñó Europa Press.

Foto: Shutterstock.

Los autores encontraron que en 11.651 individuos de quienes se recopiló información sobre el tabaquismo, los que fumaban la mayoría o todos los días tenían una edad cerebral relativa más alta que aquellos que fumaban con menos frecuencia o no fumaban. Lo mismo ocurrió con quienes bebieron alcohol la mayoría de los días.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo, porque mata a más de ocho millones de personas al año, de los cuales más de siete millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno.

«Casi el 80 % de los mil cien millones de fumadores viven en países de ingresos medianos o bajos, donde la carga de morbimortalidad asociada a este producto es más alta. El tabaquismo aumenta la pobreza porque los hogares gastan en él un dinero que podrían dedicar a necesidades básicas como la alimentación y la vivienda. La fuerte dependencia que causa este producto dificulta que se pueda corregir ese gasto», detallan en su página web.

Por otro lado, sobre el consumo de alcohol puntualizan que es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos y está asociado con el riesgo de desarrollar problemas de salud como trastornos mentales y comportamentales, incluido el alcoholismo; importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, así como traumatismos derivados de la violencia y los accidentes de tránsito.

Fuentes: Europa Press, OMS.

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