Unicef aporta $3 millones a Filipinas para su lucha contra la COVID-19

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) destinó a Filipinas una ayuda financiera por un monto de tres millones de dólares para luchar contra la pandemia del nuevo coronavirus, así lo  comunicó el servicio de prensa del organismo, difunde Sputnik.

«Hasta la fecha a través de Uniсef se ha movilizado un total de tres millones de dólares, incluidas las donaciones del Gobierno de Japón, la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), el Fondo de Respuesta Solidaria de la Fundación de las Naciones Unidas y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)», dice el comunicado citado por el medio.

La ayuda contempla 72.000 conjuntos de medios de protección individual y 450.000 mascarillas para los médicos, así como 500 equipos de protección individual para el personal de limpieza.

Unicef también entregó 64 tiendas médicas para aumentar la capacidad de las salas de hospitales en las regiones afectadas.

Filipinas hasta ahora ha confirmado 13.597 casos de contagio con el coronavirus, entre ellos 857 letales.

Ante la búsqueda de una vacuna contra la nueva enfermedad el presidente Rodrigo Duterte anunció que otorgará una recompensa de hasta 10 millones de pesos filipinos (USD 197.092) a cualquier ciudadano que descubra una vacuna contra el virus, dijo el portavoz presidencial, Harry Roque, en una rueda de prensa, informó el diario local Manila Bulletinió.

Postura del presidente Rodrigo Duterte causó indignación en la población

El jefe de Gobierno Rodrigo Duterte ordenó a las fuerzas de la ley «disparar a matar» a quien no cumpliera las restricciones de la cuarentena, esto causó que en el mes de abril la Policía de Filipinas matara a un hombre por supuestamente enfrentarse a unos agentes. Los oficiales manifestaron que el sujeto se saltó el aislamiento impuesto por el Estado.

La víctima, identificada como Winston Ragos, era un militar retirado de 34 años que, según la versión policial, apuntó con un arma a los agentes cuando le pidieron que fuera a su casa, por lo que ellos tuvieron que disparar en defensa propia.

En una comparecencia el pasado 1 de abril, el presidente Duterte instó a la Policía y el Ejército a «disparar a matar» a todos lo que no cumplieran con las nuevas regulaciones durante la cuarentena.

La madre de la víctima contó a medios locales que su hijo sufría estrés postraumático después de haber servido en el Ejército durante la batalla de Marawi, en el sur de Filipinas, que enfrentó a fuerzas gubernamentales con yihadistas durante cinco meses en 2017.

Con información de Sputnik y EFE

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