A 150 años de su natalicio la vida de Gandhi sigue siendo su gran mensaje

Icono pacifista del mundo

Por Félix Eduardo Gutiérrez

02/10/2019

Publicado en

Mundo / Resistencia / Sociedad

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“No se puede dar la mano con el puño cerrado” es una de sus frases más célebres


La siembra de 150 árboles en el Jardín Botánico de Cuba y la mega exposición de ocho salas “El camino de la no violencia” en Ciudad de México, son solo dos de las actividades que durante un año se realizaron en el mundo, para conmemorar los 150 años del natalicio de uno de los personajes más influyentes del siglo pasado: Mahatma Gandhi.

Tanto marcó Gandhi el devenir de India y la identidad de sus habitantes que su cumpleaños es una de las tres fiestas nacionales de ese país asiático.

Asimismo, en 2007 la fecha, el 2 de octubre, fue la elegida por la ONU para conmemorar el Día Internacional de la No Violencia.

Mensajero de paz en medio de la violencia

Mohandas Karamachand Gandhi (1869-1948) “se convirtió en un mensajero para la gente del mundo rodeada por el fuego de la violencia en el siglo XX. También se transformó en el Padre de la Nación y salvó a India y Gran Bretaña del odio y la venganza mutua”, afirmó el Gobierno de India sobre el activista, en su página web.

Tanto marcó Gandhi el devenir de India y la identidad de sus habitantes que su cumpleaños es una de las tres fiestas nacionales de ese país asiático. Foto: EFE.

Gandhi nació en Porbandar, una pequeña ciudad en Guyarat, en el oeste de ese país. El icono pacifista provenía de una familia Vaishnava, una rama dentro del hinduismo, de clase media.

Acudió a clase en su ciudad natal hasta que con 19 años se fue a Inglaterra para continuar con sus estudios, reseñó la agencia EFE.

Allí Gandhi cambió su forma de vestir y algunos aspectos de su vida diaria para adaptarse a su nueva realidad como estudiante de derecho, pero se mantuvo fiel a sus orígenes.

A mediados de 1891 regresó a India y comenzó unas prácticas como abogado en Bombay. Pronto una empresa india lo sumó a sus filas y lo envió a su oficina en Sudáfrica, en donde se estableció con su mujer y sus hijos. Gandhi permaneció casi 20 años en el país africano.

Allí el activista, consciente del trato discriminatorio que recibían los indios y que él mismo sufría, se centró en ayudar a sus compatriotas y comenzó su lucha por la igualdad y la justicia.

Durante años fue una figura fundamental en la lucha india por la independencia. Foto EFE.

Hubo un punto de inflexión para Gandhi en Sudáfrica. En un viaje en tren a Pretoria, un revisor blanco trató de expulsarlo del vagón de primera clase para que otro pasajero de origen europeo ocupase su lugar.

Él se negó y fue agredido por ello. En ese momento comenzó a aplicar, desarrollar y compartir el concepto «Satyagraha» o resistencia pacífica.

En 1914 regresó a India y apoyó a las tropas británicas en la I Guerra Mundial, aunque se mantuvo crítico con las autoridades coloniales por la opresión que ejercían sobre la población local.

Gandhi fue condenado a cárcel por sus campañas de no cooperación, que se alargaron durante años, y llevó a cabo diversas huelgas de hambre como forma de protesta por la ocupación y opresión europea.

Durante años fue una figura fundamental en la lucha india por la independencia.

En 1947, el Imperio Británico concedió la independencia al país que tanto había luchado por ella. Tras la independencia, la división de India y Pakistán produjo tensiones dentro de los territorios y Gandhi abogó por una convivencia pacífica entre musulmanes e hindúes.

En enero de 1948, se dirigía a un rezo vespertino cuando un radical hindú le disparó.

La resistencia pasiva y su influencia

“No se puede dar la mano con el puño cerrado” es una de sus frases más célebres y resumen parte de su teoría que se sostiene sobre cuatro conceptos base.

El primero, el «Swaraj» hace referencia al autogobierno. Era el término usado por los anticolonialistas indios para demandar la recuperación de la independencia del Imperio Británico. Pero el concepto también incluía la construcción de una sociedad de ciudadanos comprometidos con el bien general.

A 150 años de su natalicio la vida de Gandhi sigue siendo su gran mensaje. Foto: AFP.

La fuerza del alma o «Satyagraha» es el pacifismo como arma. Para Gandhi este concepto alude a la capacidad de las personas de sentir compasión y afecto hacia el adversario. El «Satyagraha» es la resistencia pacífica y el entendimiento frente a la fuerza bruta.

A través del «Ramrajya», la sociedad moral, de la no violencia y cooperación, Gandhi asienta un modelo alternativo al de la sociedad occidental basada, para el pacifista, en valores consumistas y materiales que fomentan la violencia. 

Y, por último, «Swadeshi» o la autosuficiencia, es el pilar de una sociedad que aboga por la cooperación como motor de un sistema político y económico.

La coherencia entre lo que predicaba y lo que practicaba hizo que su ejemplo calase entre sus compatriotas y que trascendiese fronteras.

En la actualidad sigue siendo considerado como una de las personas que más influencia han tenido en los movimientos anticolonialistas, antibélicos y de activismo social.

Su propia vida fue su mensaje, como él mismo dijo.

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