Tanatopraxia: Un final más noble para cuerpos despedazados por la violencia

Hace algunos meses una de las salas velatorias de Ciudad de México, Velatorio Doctores, recibió las partes del cuerpo de una mujer. Llegó sin brazos, ni pies, tenía huellas de tortura, señaló Jessica Guadalupe Melchor Vázquez, que se dedica al oficio de la tanaxopraxia, técnica de conservación temporal de los cadáveres, para mejorar la imagen de los fallecidos, especialmente desfigurados.

A la mujer «le partieron los pies y llegó como en cachitos, fue por violencia con ácido, fue con ácido que la torturaron”, relató Melchor Vázquez para un reporte del noticiero.televisa.com, publicado en el portal de la televisora azteca.

Melchor Vázquez,  una de las pocas mujeres en México dedicada a esa actividad, dijo que cada día llegan más cuerpos a las morgues de país centroamericano, en estas condiciones.

Aunque la mayoría de los cadáveres arriban desmembrados por accidentes de tránsito, igualmente crece el número de cuerpos sin vida descuartizados, producto de la delincuencia organizada en esa nación.

Aunque la mayoría de los cadáveres llegan desmembrados por accidentes de tránsito, igualmente crece el número de cuerpos sin vida despedazados, producto de la violencia de la delincuencia organizada .Foto Web.

«No deja de impactarme cuando llegan cuerpos de mujeres desmembradas, me pongo a pensar en el sufrimiento que tuvieron, cuando les cortaron el brazo, las piernas”, aseveró Melchor Vásquez,  quien agregó que su trabajo, así como el de sus compañeros dedicados a este oficio, consiste es darles un final más digno a los cuerpos.

En México y otros países, especialmente de Europa y Asia,  hay expertos que se encargan de unir cuerpos desmembrados, a través de la técnica mencionada de la Tanatopraxia.

A lo largo de cuatro años, Miguel Ángel Rodríguez Sosa, compañero de trabajo de Melchor Vásquez, se ha dedicado a unir piernas, brazos y cabezas de diferentes cuerpos en el Velatorio Doctores. Todo, bajo un protocolo para evitar que los cuerpos se descompongan.

Cuando llegan desmembrados, todos, todas las partes se tienen que embalsamar independientemente, una vez ya embalsamados, se unen con una sutura de tal manera que queden unidos y si es el rostro el que fue afectado por golpes, por algún impacto fuerte, “les hacemos una reconstrucción facial con cera”, explicó Rodríguez Sosa.

Aunque ambos lamentan que la mayoría de los cuerpos desmembrados son por accidente o por la violencia que se vive en México, sostienen que uno de los objetivos de su trabajo darles un final más noble.

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