Los hombres que no sentían culpa
«Fue solo parte del trabajo, ayudé a hacer del mundo un lugar más seguro. Nadie se ha atrevido a lanzar una bomba atómica desde entonces. Así es como me gustaría ser recordado: el hombre que ayudó a todo eso»
Los 12 hombres que participaron en la detonación nuclear de 1945 siempre mantuvieron el discurso oficial y, si alguna vez los tuvieron, se llevaron sus remordimientos a la tumba, lugar donde ya estaban las decenas de miles de japoneses que murieron aquel 6 de agosto y en las décadas posteriores por los efectos de las quemaduras y la radiación.