Pobrecitos choferes del Transantiago
He leído y escuchado numerosas y profundas interpretaciones, algunas llenas de bochorno, acerca de la violencia que genera en Chile casi cualquier cosa que se hace en masa. De la marginalidad y la frustración, la desesperanza y la desigualdad, de una vida sin horizontes en que lo público -como las micros del Transantiago- se transforma en el fetiche del enemigo que agrede.