Rosadito versus celestito: O cómo el rol de género también me jode la vida
No podría ser más clásica esa fórmula binaria, a través de la que, desde que nacemos, somos condicionados y condicionadas: rosadito si es niñita; celestito si es niñito. En esa repartición de roles, ser hombre es la parte fácil dentro de este sistema. O la menos complicada. Porque vivir en Chile es difícil, considerando las endémicas brechas en educación y oportunidades, sin contar la cada vez mayor violencia e intolerancia imperantes. Sin embargo, siempre será peor para una mujer.