A sus apenas 12 años, Valerie decidió que no traería hijos a este mundo. Era chica, claro, pero lo que en ese entonces fue, tal vez, sólo una idea, terminaría transformándose en una convicción tan profunda, que once años más tarde, a los 23, ella decidiría esterilizarse. ¿Curioso? Tal vez. ¿Poco común? Sin duda. ¿Egoísta? Decide tú. Pueden decirse muchas cosas al respecto, pero lo único que, en ese entonces, estaba científicamente comprobado, era que Valeria había arrancado de raíz toda posibilidad de ser madre, incluso si es que alguna vez cambiase de opinión. Era todo o nada, y ella, según lo afirma cuarenta años después, optó por todo.
“Mi vida sin hijos me ha permitido hacer lo que quiero cuando quiero. Nunca he tenido que hacer cosas que no quiero hacer”.
-Valerie a BBC-

Te dejamos el testimonio completo:
“Cuando cumplí 23 ya estaba casada y mi esposo y yo ya habíamos decidido que no queríamos tener hijos. De hecho, yo lo había decidido más de una década antes. Pero el proceso en sí mismo comenzó después de leer en un suplemento dominical un artículo sobre una mujer de 23 años que se había esterilizado. Ahí comenzó la curiosidad de hacer de mi idea algo real, y entonces decidí esterilizarme. Mi doctora me derivó a una ginecóloga, e inmediatamente me pusieron en una lista de espera. Seis meses después me practicaron el procedimiento. Fue así de sencillo.
Darme cuenta de que podía hacer respetar mi voluntad y encontrar gente dispuesta a ayudarme resultó ser muy empoderador.
Viendo hacia atrás, me doy cuenta de que fue algo que impactó significativamente mi vida.
Antes de tomar la decisión, en realidad no lo había discutido con nadie.
Pero todo empezó cuando tenía 12 años: me di cuenta que la población mundial estaba creciendo rápidamente y que yo no necesitaba tener hijos, no tenía ningún tipo de sentimientos maternos.
No sé por qué a esa edad me preocupaba tanto el tema de la sobrepoblación. Tal vez había oído hablar de conflictos en otras partes del mundo, de gente que se estaba muriendo de hambre.
Conocía además a personas a las que los métodos anticonceptivos les habían fallado. Y la idea de tener que tomas esas hormonas tan intrusivas, durante años, tampoco me parecía atractiva.
Y aunque discutimos también la posibilidad de que mi esposo fuera el que se esterilizara, yo quería sentir que tenía el control sobre esa parte de mi vida.
La ginecóloga también habló conmigo acerca del hecho de que no iba a poder cambiar de idea: una vez que se ha hecho, es muy difícil revertirlo. Pero creo que el hecho de estar casada hizo que me tomaran más en serio, entre otras cosas porque él estaba de acuerdo conmigo.
Un año después nos separamos, pero igual no importaba. Y aunque no recuerdo mencionar el tema cuando estaba soltera y conocía a alguien nuevo, supongo que debí haberlo hecho.
Igual, ninguno de aquellos con los que tuve una relación estable quería tener una familia conmigo, así que nunca importó. Y yo estoy muy tranquila con mi decisión.”
Además, Valerie asegura que ve con espanto a las personas cuando están por tener su tercer o cuarto hijo. “¿No se dan cuenta que están aumentando en un 50 % la población mundial?”, se queja y menciona que ella es amante de los animales y que ha hecho su trabajo por aportar un granito de arena en contra de la destrucción que el humano está provocando en el mundo.
¿Qué dicen los doctores?
Dra. Kate Guthrie, Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos señala que el enfoque médico en cuanto a la planificación familiar y esterilización ha cambiado de manera significativa durante los últimos 40 años. Asegura que para las mujeres jóvenes, los métodos anticonceptivos como implantes o espirales hormonales son tan o más efectivos que la esterilización.
“Es poco probable que los ginecólogos recurran a la esterilización porque hay otras opciones mucho más efectiva pero, dicho eso, si una mujer ha considerado todas sus opciones y buscado el consejo de especialistas, debería poder acceder a servicios de esterilización dentro del sistema de salud pública”. Explica.
Por otro lado, Valerie menciona que, cuando se esterilizó, la gente la tildó de egoísta. Sin embargo ella no deja de hacerse la pregunta. “¿No es más egoísta acaso traer un niño al mundo para la propia gratificación? Elegir no tener hijos no es egoísta, porque solamente lo afecta a uno.”