Esta modelo talla 42 está desafiando los cánones de belleza de Corea del Sur (FOTOS)

En Corea del Sur, donde las reglas de la estética deprimirían a la mismísima Barbie, la modelo Vivian Geeyang Kim intenta convencer a las mujeres de «tallas grandes» que no hace falta ser flaca para sentirse guapa

Por Andrea Peña

31/08/2016

Publicado en

Tendencias

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En Corea del Sur, donde las reglas de la estética deprimirían a la mismísima Barbie, la modelo Vivian Geeyang Kim intenta convencer a las mujeres de «tallas grandes» que no hace falta ser flaca para sentirse guapa.

Kim tiene 30 años, pesa 70 kg y mide 1 metro con 65 centímetros de estatura. Cuando era modelo en Estados Unidos, se la consideraba demasiado delgada para las «tallas grandes».

En su país, donde la imagen es una obsesión casi enfermiza, esta mujer que viste una talla 42 es víctima de burlas e insultos de quienes la tratan de «gorda».

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«En Corea del Sur, el ideal femenino es de 50 kg y las que pesan más a veces se ven gordas…Son unos estándares ridículos e imposibles que hieren el amor propio de muchas mujeres. Tienen que cambiar», declara la modelo.

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Vivian Geeyang Kim dirige una tienda de ropa online y una revista de moda para las «tallas grandes», toda una novedad.

En otros países la mentalidad sobre este tema ha evolucionado, y el fabricante de juguetes Mattel incluso comercializa Barbies más rellenitas o de talla normal, pero en Corea del Sur la tiranía de la delgadez sigue marcando el paso.

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Los cánones de la moda los imponen adolescentes de K-pop (pop local) escuálidas y actrices con una alimentación controlada por sus representantes.

La presión social contribuye a fomentar la cirugía estética, una industria que mueve más de $4.450 millones al año en el país.

En 2013, la universidad Samyook de Seúl llevó a cabo un estudio con 154 estudiantes de corpulencia normal, de las que el 95% se sentían descontentas con su cuerpo y más del 60% consideraban que tenían que adelgazar.

Los anuncios publicitarios van dirigidos a las “perezosas” que no hacen lo suficiente para perder peso. “¿Cuánto tiempo vas a seguir así de gorda?”, se lee en uno.

Unos prejuicios que sacan de quicio a Kim.

«Independientemente de mi talla, soy una mujer y quiero sentirme guapa»

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“A la gente le horroriza que una ‘gorda’ como yo muestre su cuerpo sin avergonzarse. Algunos dicen que no habría que verme en público ni en los medios de comunicación”, afirma, consternada.

Kim ha perdido la cuenta de los insultos contra ella, a los que a veces ha respondido con acciones judiciales. También ha recibido amenazas de muerte.

“Pese a todo, adoro mi trabajo…Quiero decirles a las chicas como yo que no están solas y que son bellas pase lo que pase”, añade la joven.

Como no la contrataron para un programa de telerrealidad, Kim se fue en 2010 a Estados Unidos para desfilar para fabricantes de “tallas grandes”.

A su vuelta a Corea del Sur, quiso seguir haciéndolo pero se dio cuenta de que este sector no existía en el país.

“Es un hecho que la delgadez es el ideal de belleza de la mayoría de nuestros clientes. Por eso tenemos que responder a esta demanda”, explica el diseñador Lee Chung Chung.

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La demanda de tallas grandes es inexistente, a no ser que las modelos sean utilizadas por las cadenas de televisión que las muestran comiendo o probando máquinas de gimnasia.

«Quiero decirles a las chicas como yo que no están solas y que son bellas pase lo que pase»,declara Kim.

Para que las cosas cambien, añade, «la industria de la moda y los diseñadores surcoreanos deben evolucionar y empezar a considerar (las tallas grandes) de forma profesional y no sólo de manera excepcional o como divertimiento».
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Kim ha creado una revista trimestral con páginas sobre moda y consejos para afrontar la miradas incisivas.

«Es un refugio que llevábamos tiempo esperando», explica Baek Soo-Jung. Una lectora, de 31 años, que viste una talla 40 y que ha confesado que hace tiempo su propia madre se burlaba y un día no quiso subirse a un autobús con ella por miedo a que la niña rechoncha la llamara mamá en público.

La tienda de Kim fue la primera en proponer ropa favorecedora, en vez de las típicas prendas holgadas y aburridas, dice Baek. «Independientemente de mi talla, soy una mujer y quiero sentirme guapa».

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LaNacion/ PrimeraPlana/ED

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