5 razones por las que escogí convertirme en un ser nocturno

Hay dos tipos de personas en la vida

Por Director

02/06/2015

Publicado en

Tendencias

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Hay dos tipos de personas en la vida. Los amados y los amantes, los que se comen las humitas con azúcar y los que comen las humitas con ensalada de tomate. Así como los que viven de día, y los que viven de noche.

Los que viven de día cuentan con la satisfacción de vivir saludablemente, de dormir las horas indicadas y de tener un horario que cumple con lo requerido para llevar a cabo cualquier tarea que se indique, trabajan, estudian, comen y se divierten en esos horarios, y está bien. Mi eterno respeto a la disciplina que han logrado al dormir sus horas necesarias.

Esta no es una invitación a dormir poco. Porque notas y artículos acerca de lo bien que hace dormir encuentran en cualquier lado. Esta nota va dedicada a ustedes, a los que hacen de la noche día y que no se sorprenden cuando alguien les cuenta que la velada anterior se durmieron a las tres de la mañana, porque eso para ustedes es común, es pan de cada día o mejor dicho, de cada noche.

Así que aquí van cinco razones por las que soy animal nocturno, al menos mientras pueda y mi salud me lo permita.

 

  1. El día tiene más horas. Y no tienes que racionar el tiempo porque puedes hacer lo que tengas que hacer; Ir a la universidad, o a tu trabajo o a cualquier lugar y además tener tiempo para tus amigos, para tu familia o con quien decidas pasarlo.

El día es tan activo como la noche, porque la noche no está muerta, sigue en continuo movimiento. Asignas tus tareas a esas largas horas de la madrugada, te acomodas, te preparas un exquisito café y sigues mientras afuera también hay vida – cuentas con más horas porque tu día se acaba mucho más tarde que el de los demás y uno se acostumbra a vivir así – Puedes empezar a estudiar a la una de la mañana porque sabes que tu entrenamiento en la vigilia no será en vano. Y es que todo trasnochador que se respete, sabe que después de pasar el umbral del sueño, los parpados no se caen.

 

  1. Tomas las oportunidades que no tuviste durante el día. No serán oportunidades relevantes pero son oportunidades al fin. Durante la noche agarras todas las series del cable que te perdiste porque no tuviste tiempo, procrastinas en 9gag, te metes a instagram, copuchas lo que ha pasado en twitter o en cualquier sitio que te presta un espacio recreacional gratis. Tienes el tiempo de meditar acerca de asuntos que no se habían cruzado por tu conciencia antes, piensas en ti, en otras personas, en las cosas del mundo. Se te ocurren ideas que ni siquiera sabías que tenías. Y Ese momento es tuyo, lo agarras lo aprovechas y aunque al otro día la jornada parece eterna, valió la pena.

No le damos el suficiente espacio al ocio, y la verdad es que también es importante alimentar a ese pequeño curioso de datos irrelevantes y de lecturas muy muy livianas (como esta) que todos llevamos por dentro.

 

  1. Por alguna razón desconocida, las conversaciones más interesantes casi siempre son de madrugada. Por el medio que sea, en vivo y en directo o por cualquier plataforma social. A esa hora arreglas el mundo (incluso sin ninguna sustancia de por medio) y nunca falta sobre qué conversar.
  2. Aprovechas cada horita por pequeña que sea para descansar. Puede pasar que si algún día pretendes dormir temprano, por cansado que estés no lo logres, pero también pasa que cada siesta, o cualquier tiempito que tienes para descansar es hermoso. Tu descanso es reparador porque tu cuerpo lo pide y resulta que lo tuyo no es el insomnio, sino un cambio sustancial de horario, por lo que apenas decides dormir, lo logras y no sufres por ello.

 

 

  1. Sabes que ahora es tiempo de vivir. La juventud es un divino tesoro, y en un par de años más comprenderás en una forma que es prácticamente imposible comprender ahora, lo activo que eres y la fortuna que tienes. Y es que sabes que va a llegar el momento de poder descansar, de vivir una vida tranquila, pero que eso no va a pasar ahora. Porque ahora es el tiempo de hacer que las cosas pasen, aunque sea en la madrugada, y después andes con más sueño que ganas de vivir.

 

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