5 razones que prueban que la felicidad está sobrevalorada

Porque no todos vamos en la misma competencia. Ni todos queremos ser un siete.

Algunos sólo queremos estar tranquilos, leer un buen libro, comer una buena comida, con un buen vino y buena compañía. Si eso no es vida entonces yo no sé lo que es.

1. Algunos estarán de acuerdo en este punto cuando decimos que comúnmente no se es feliz, sino que se está feliz.

A veces la felicidad se parece mucho a pasarlo bien un rato y dejarlo así. Por favor, alguien detenga la pretensión estúpida de decirnos que tenemos que ser felices. Es absurdo: A veces es bueno regodearse en el fango de la miseria. A veces es bueno llorar. A veces es bueno pasarlo pésimo y odiar al mundo para darnos cuenta después, que en realidad tenemos una vida bastante afortunada. A veces también tienes que recordarte que no tienes que hacer siempre lo mismo que hacen los demás. Deja que eso pase, es normal y está bien. Y si ser desdichado te hace feliz, pues venga. Es cosa tuya, tú eliges. Es tu vida, y si quieres tener un mal día estás.

2. A veces aunque pidas con todo tu corazón, decretes y hayas leído “El secreto” tres veces, las cosas que deseas no se te van a cumplir. Es así. Me gustaría que a cada uno se le cumplieran las cosas que está deseando para ver qué cara pone.

Pobre amor el que de pensamiento se alimenta, y pobres los soñadores que se han quedado ahí – La única verdad indisoluble respecto a los deseos y a los sueños – es que hay que salir, trabajar y luchar por ellos. Por lo que mereces, sea lo que sea: un trabajo, una cosa, una persona. Las cosas no vienen porque el universo conspire en nuestro favor. Las cosas vienen porque nosotros conspiramos a nuestro favor. ¿Y si no se puede? Bueno, hay que parar de preocuparse por todo eso que uno ya no puede controlar.

3. A veces vas a amar, y a veces vas a ser amado. Existe la posibilidad de que cuando seas amado todo sea muy cómodo y tú simplemente te dejes llevar. Te dejes.

También existe la posibilidad que cuando te toque amar, se te disuelva hasta la última fibra de corazón sano que tenías y se haga un nudo. Te vas a caer, vas a sufrir y vas a llorar hasta que los pulmones te digan basta. Y es verdad ese dicho tan cliché de que la vida no es acerca de todas las veces que te caes, sino de todas las veces que te levantas.

Así que dale, enamórate. Sufre, y luego deja de sufrir, finalmente ese es el péndulo macabro de nuestra existencia. Y por favor, basta con eso de estar buscando a la otra mitad. Nadie tiene que buscar a su otra mitad, no somos mitades. Y asumir que uno sólo puede compartirse cuando se siente bien entero.

4. Algunas personas tienen talento, otras personas son buenas mozas, otras no son nada y eso está perfectamente bien. Se llama selección natural y ha acompañado a esta especie por años – A veces tienes que aceptar el hecho de que sí hay gente que es mejor que tú en ciertas cosas – Y que también hay peores. Que hay gente mala y gente buena, y que no es verdad que a las personas que hacen bien les va bien y a las que hacen mal les va mal. Hay mucha gente que anda por la vida haciendo mal y son inmensamente felices.

La justicia en términos demasiado estrictos se demora y a veces ni llega. Consejo milenario: Preocúpate de ti. De tu vida. De ser la mejor versión de ti mismo y de no mirar pal lado porque probablemente el pasto va a ser más verde.

5. La vida es penca cuando la vives por inercia. Aprende a conocerte, entérate por qué te gustan las cosas que te gustan y por qué te enamoras de la gente que te enamoras. Descubre porqué te dan tristeza las cosas que te hacen miserable y aunque puedo asegurarte que en momentos si vas a ser muy infeliz, porque es cierto: la vida está llena de cosas la raja y de momentos que probablemente uno quisiera meter en una cajita para guardar infinitamente.

Pero también es injusta, es triste y visceral. Y deberían enseñarnos eso, para al menos quedarnos con la alegría de estar tranquilos sabiendo que fumarse una vida anestesiada de miedo, resignación y conformismo también mata.