El virus se propagó en el siglo XV rápidamente por Escocia, Hungría y Rusia

América Latina no tuvo que ver con la transmisión de la sífilis

En piezas arqueológicas se evidenció que la enfermedad es nativa del continente europeo y que no pertenecía a las poblaciones indígenas que fueron despojadas de sus riquezas naturales, ancestrales, culturales y hasta sexuales

Por Charilin Romero

18/07/2018

Publicado en

Tendencias

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sífilis

La primera enfermedad venérea apareció en 1509 cuando un soldado alemán en Italia presentó en todo su cuerpo furúnculos en verde oscuro, parecidos en tamaño y aspecto a una bellota. Además, el olor fétido y pestífero parecía contagiarse a quien lo percibía. Describen que verlas era terrible pero sentirlas era peor, según el militar las sensaciones de ardor se asemejaban a estar acostado sobre fuego.

Ulrich Von Hutten fue el soldado que contrajo la infección desconocida que los franceses denominaban como la napolitana, sin embargo el resto la llamaba dolencia francesa. Un médico francés sugirió referirse al sífilis como «enfermedad venérea» debido a que esa se originaba en el acto sexual y se vinculaba a la diosa Venus.

El sífilis era conocido como la enfermedad napolitana o dolencia francesa

Esta epidemia derivada de la sífilis fue de mayor fuerza a la evidenciada en épocas anteriores, porque no se había diseminado en una zona en particular ni tenía que ver con un padecimiento  de la epoca. Todos los que se contagiaban no se recuperaban; los enfermos gritaban constantemente por el dolor que sentían en los huesos.

Esta enfermedad cobró más vidas que las causadas por la plaga de la Muerte Negra y este padecimiento preocupó a la población de la misma manera cuando apareció el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Los médicos de la época no encontraron referencias en libros antiguos, mientras tanto el microorganismo corrió velozmente en Escocia, Hungría y Rusia.

La enfermedad contagiaba a todo el mundo, menos a niños y a los ancianos. La sífilis estaba en los burdeles y en el castillo de la nobleza. Historiadores creen que los reyes Francisco I y Enrique III de Francia, así como el emperador Carlos V, sufrieron la enfermedad, los monjes y los clérigos. También los Cardenales, obispos e incluso los papas Alejandro VI y Julio II fueron contagiados. Esto sin duda alguna, nos revela cómo eran los hábitos sexuales de la época.

Papa Alejandro VI y otras autoridades religiosas supuestamente padecieron el sífilis

Mito religioso y astrológico

Las poblaciones europeas en un principio creyeron que el infección de transmisión sexual era un castigo de Dios por los pecados consumidos; los clérigos no tardaron en recomendar el arrepentimiento y rezar para protegerse de la enfermedad.

Para los estudiosos de los astros del siglo XV, Dios les enviaba un mensaje claro y era que la patología tenía relación con dos eclipses de sol y la confluencia de Saturno y Marte.

Un médico de la época alegó que las lluvias que cayeron se estancaron y el agua quedó contaminada, pero a este se le suma que la conjunción de las estrellas infectó el clima, causando podredumbre venenosa del aire. La consecuencia final fue la putrefacción del cuerpo humano.

Muchos estigmas hay de la enfermedad pero poca se habla de ella

Peor fue la cura que la enfermedad

Los galenos creían que la cura para la sífilis era el mercurio, ya que esta sustancia se utilizaba para sanar problemas de la piel y fue lo que se le indicó al soldado alemán «respirar gas de mercurio caliente«.

No obstante, ocurrió algo peor, las personas salivaban sin control, se les caían los dientes y perdían la memoria; a pesar de sus efectos adversos el mercurio se siguió utilizando por años.

La aplicación del mercurio originó que los enfermos perdieran los dientes y salivarán más de lo habitual

La esperanza de vida fue recobrada en 1517 con el descubrimiento de un árbol haitiano llamado guayaco que se cocinaba a fuego lento en agua y líquido. El brebaje se bebía dos veces al día y la persona debía estar encerrada por un mes en un cuarto caliente (sauna) par sudar la enfermedad. Desde aquí el sífilis fue considerado como un castigo divino por un pecado personal y no colectivo, cuyo origen provenía de contraer una relación sexual ilegal.

Un estigma arropó a las mujeres, pues estas eran (según las creencias) la transmisoras de la enfermedad y eran las malvadas que tentaban a los hombres para obtener placer sexual; pero no había nada peor que ser hijo de padres con sífilis, porque como era hereditaria las generaciones estaban malditas por la sociedad.

América es inocente

Algunos estudiosos que conocían que el sífilis se transmitía de persona a persona sostuvieron por siglos que está enfermedad fue trasladada desde el continente americano al europeo con la invasión de Cristóbal Colón, por ello, la consideraban como una nueva patología.

Historiadores médicos americanos en desacuerdo con la teoría de la culpa del mal era América; realizaron investigaciones donde evidenciaron en piezas arqueológicas que el sífilis es un padecimiento nativo del viejo continente, con una nueva mutación y que no pertenecía a las poblaciones indígenas, que fueron despojadas no solo de sus riquezas naturales, sino ancestrales, culturales y hasta sexuales , que se padecen aún en la actualidad.

Con la llegada de la medicina moderna la bacteria que causa la enfermedad se identificó en 1905 y posteriormente, en 1910 se descubrió el primer tratamiento efectivo. Después en 1943 con el hallazgo de la penicilina se pudo detener el avance de la enfermedad sin dejar sin dientes, ni cabellos a las personas.

https://www.elciudadano.cl/ciencia-tecnologia/2346601/11/24/

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