Así puedes identificar una foto antes y después del uso de Photoshop

Toda fotografía es mediación, especialmente si ésta se dispone para Instagram, Facebook o cualquier otra red social

Por Ines Hazbun

19/10/2017

Publicado en

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Toda fotografía es mediación, especialmente si ésta se dispone para Instagram, Facebook o cualquier otra red social. Cualquier imagen capturada por una máquina, que es manipulada a su vez por un hombre, cuenta ya con una preselección de lo que necesita o puede ser visto. Aunque es difícil, no resulta imposible que una toma presente lo que urge o vale la pena ser observado; sin embargo, esa decisión humana y en cuanto a espacios digitales de convivencia se trata, no da con prontitud un imaginario que obedezca a la realidad o a lo verídico. Si acaso la fotografía es real, su contenido muchas veces queda flotando en un mar de dudas, sospechas o falsas informaciones.

 

Photoshopear, como un verbo relativamente nuevo y tan abarcante como para incluir a toda manipulación digital de la imagen, es un acto tan aplaudido como abucheado. La práctica se ha extendido a tal grado, que la gente ha asumido que en moda y publicidad las imágenes se retocan (actividad comprensible y permitida), que si algún blogger o estrella mediática lo hace es por inseguridad (acción reprobable) y que si un simple mortal lo realiza es o porque necesita mejor visibilidad en la redes o porque pretende que su foto se haga viral en línea (sea cual sea el recurso del que se valga).

¿Cómo identificar esas imágenes? Muy simple; de hecho, no hace falta ser un experto para lograrlo. Lo que sí se necesita es ser un poco juicioso. De nada vale ventilar el photoshopeo de un amigo en Facebook, como sí lo hace desenmascarar una imagen incriminatoria o que ponga en peligro algo real. De lo contrario, los esfuerzos a continuación son en vano.

Para comenzar, se necesita ser muy observador. A veces con la simple atención del ojo es posible notar una mentira en foto.

Como consecuencia de ese punto, es probable que la luz se vea de forma poco natural o, fondos y objetos de madera y materiales sólidos adquieran un relieve curvo que normalmente no tendrían.

También puede que las partes iluminadas no correspondan con la dirección del Sol o las lámparas, y que los objetos cuenten con diferentes luces.

Una fotografía tiene el mismo nivel de resolución en toda su extensión; es decir, no cambia de un lado al otro o en el medio. De notar lo contrario, hay una zona alterada en la imagen.

Hay errores absurdos, y éste es uno de ellos: en ocasiones, cuando no se tiene cuidado o se es un retocador inexperto, faltan o sobras partes del cuerpo u otros elementos. No hace falta exponer por qué eso es señal de manipulación.

Lo mismo causa equivocaciones de simetría o proporción. Grandes senos con una cintura de avispa, nalgas de pornstar y piernas extremadamente delgadas, un brazo musculoso y el otro no, etcétera; todo ello es resultado de una edición evidente.

Puede que los colores no correspondan con la realidad en objetos o con elementos secundarios. Por ejemplo, si modificas todos los tonos verdes de una foto, y una manzana al fondo de la fotografía que era verde ha dejado de serlo, ahí se detecta la edición.

Otro gran momento de la mentira es cuando se tiene una fotografía de diversos planos, ya sean personas u objetos retratados, y cada uno de los sujetos o elementos de la imagen cuentan con la misma nitidez o tienen perspectivas muy desiguales.

Por último, se encuentran aplicaciones como izitru.com, en la cual subes una imagen a revisar y esperas el resultado de un análisis capaz de revelarte en dónde y cómo fue manipulada esa fotografía. Asimismo, existe imageforensic.org, una aplicación que desentraña las fotos para mostrar a detalle todos sus datos ocultos; lo que ayuda a determinar su origen, programa con el que fue alterada y demás información.

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