Salud mental

Celos peligrosos: cómo reconocer un/a celópata

Los celos son una emoción que se activa ante el temor real o fantaseado de perder a la persona amada o deseada, y si bien son un sentimiento universal que no respeta edades, es necesario discernir entre los celos normales (los que aparecen con una intensidad controlable, manejable, no llegan a lesionar profundamente las relaciones amorosas, el equilibrio mental está conservado […]

Por Ángela Barraza

09/07/2015

Publicado en

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celos

Los celos son una emoción que se activa ante el temor real o fantaseado de perder a la persona amada o deseada, y si bien son un sentimiento universal que no respeta edades, es necesario discernir entre los celos normales (los que aparecen con una intensidad controlable, manejable, no llegan a lesionar profundamente las relaciones amorosas, el equilibrio mental está conservado y mantiene un contacto con la realidad) y los patológicos, que son irracionales, obsesivos, compulsivos e infundados.

En ese sentido, la celotipia o delirio celotípico sería la manera más extrema y se manifiesta como un delirio, esto quiere decir una idea falsa, irreductible, persistente, producto de la sustitución de la realidad por otra realidad que sólo existe en la cabeza del celópata.

Toda la vida del sujeto se explica desde su delirio. Por ejemplo, para una mujer celópatasi a su pareja la saludan en la calle, si no llega el colectivo, si se le descompone el auto, etc, todo tiene que ver con una supuesta infidelidad. Cualquier argumento le sirve como evidencia del engaño que padece y del que es víctima.

El celotípico «jamás se equivoca», tiene una certeza y nadie puede convencerlo de lo contrario. De allí lo difícil que resulta vivir con personalidades con esta sintomatología:son personas muy posesivas, que pretenden disponer de su pareja como si fuera un objeto, una cosa a disposición de sus gustos y caprichos. Pueden llegar a seguir a la víctima-pareja, coartarle la libertad, agredirla psíquica y físicamente por la supuesta infidelidad.

Causales de celotipia

Se trata de personas con extrema dependencia afectiva, falta de autoestima, personalidad débil, muy dependientes, que no toleran la idea de estar ni un minuto solo/a, necesitan del otro permanentemente para vivir, y el sólo pensar en la posibilidad de ser abandonado/a sume al celotípico en un mar de angustias, una pesadilla que lo tortura y no lo deja vivir. Por todo esto suele inferirse de estas características que se trata de personas que padecen uncomplejo de inferioridad.

Si la víctima del celópata cede a las exigencias propuestas la situación empeorará pues las obsesiones no tienen límite alguno y se suceden unas a otras en una espiral sin fin. Si cambia la vestimenta, no llama por teléfono, sale menos de su casa, etc., lejos de tranquilizar al enfermo, le despierta aún más desconfianza, pues en esos casos interpreta que está siendo víctima de una infidelidad mental.

Esta tendencia obsesiva no debe confundirse con una demostración amorosa porque no lo es, querer poseer al otro no es amar. El amor verdadero respeta la autonomía de la persona amada, no le bloquea su libertad. Más bien el celo enfermizo es una muestra de un gran egoísmo, de una focalización en la propia persona, sin importarle cuánto sufre o padece quien lo acompaña.

Los posibles caminos del celoso enfermizo

La mayoría de las veces las parejas se terminan, se rompen, pues al generar situaciones permanentes de violencia doméstica y social, se torna complejo vivir de esta manera.

Una franja de estas personas piden ayuda profesional, pues es altamente difícil pensar en la posibilidad de que se recuperen y se curen por su cuenta dado que tienen anulada la capacidad de advertirlo y no tienen conciencia de enfermedad. Más bien al revés, cualquier hecho cotidiano lo lleva a reforzar sus irracionales creencias.

¿Se puede prevenir?

Los factores culturales, familiares y educacionales pueden incidir en estimular los celos, por ello, es conveniente que los padres tomen conciencia del papel activo que pueden desempeñar en la prevención. Para esto, es preciso que se abstengan de hacerles creer a sus hijos que están por encima de los demás, que por más mimado y rey de la casa que sea no puede disponer de las personas «a su antojo» porque no le pertenecen y que el amor de los padres no les será «robado» por los hermanos.

También es importante realzar los valores de la tolerancia, el respeto y el reconocimiento del prójimo.

No obstante, en los casos ya francamente delirantes (donde ya es tarde para la prevención) se requiere de una ayuda profesional psicológica combinada con administración psicofarmacológica y aún así, suele ser difícil disuadirlos de la falsedad de sus ideas.

Asesoró: licenciada Adriana Guraieb (MN 28.816), miembro titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina y Full Member IPA

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