Cómo conseguir trabajo y no morir en el intento

• No deprimirse: al sonar el despertador, puede sentir la inutilidad de abrir los ojos y bajar al mundo. Pero levantarse al mediodía tampoco mejorará las cosas; al contrario, en estos casos, la culpa y el sentimiento de ser un parásito de la realidad y de ir al revés del universo se acrecienta. Salga de esa cama.

Alrededor de las cuatro de la tarde, cuando ya desayunó, leyó los diarios, fue al supermercado, se bañó, se paseó por todos y cada uno de los portales laborales online, almorzó y tal vez, hasta durmió la siesta, la angustia de no tener nada que hacer suele llegar a su punto más álgido. En estos casos, calzarse un par de zapatillas y dejar de ser uno con el departamento es una opción saludable.

• Creer en uno mismo: suena a slogan de telenovela para adolescentes, pero es fundamental. Si uno no cree en sus propias capacidades, puede que de todos modos un empleador lo haga, pero en el mientras tanto atravesará un proceso de la vida de por sí estresante de la peor manera posible: sintiendo autocompasión por usted mismo. Confiar en su propio ser lo posicionará, al menos, en un lugar un poco más digno.
• Rezar a la mañana y a la noche: no importa que no crea en Dios o que no tenga religión. Algo, a todos, siempre nos genera cierto misticismo. Récele a su camiseta de fútbol, récele a su libro preferido, al actor con el que fantasea antes de irse a dormir. Rece, que si la fe mueve montañas, bien puede conseguirle un trabajo.
• Libérese de culpas: No es su culpa que vivamos en un sistema capitalista perverso en el cual nos matamos entre nosotros para conseguir un empleo que te absorbe la vida. No es su culpa que no dé con el perfil que busca la empresa. Piense que es difícil tener entre 25 y 30 años, contar con experiencia profesional, pretender un sueldo básico, hablar en inglés, portugués, francés, alemán y chino mandarín, contar con 23 horas de disponibilidad horaria, saber de cocina gourmet, diseño ambiental y deportes extremos. Cálmese, ya aprenderá a mentir mejor.
• No se convierta en un alcohólico: Ahorrar en cuestiones básicas como comida o artículos de limpieza y gastarlo en bebidas o cualquier otra sustancia que le aliviane la sensación de realidad, no va a ayudarlo a insertarse en el campo laboral. Yo lo comprendo: a las cuatro de la tarde, parece que no queda otra que tomarse una cerveza bien helada. Pero no, salga a caminar y sobre todo, recuerde: nunca se quede sin trabajo sin un buen par de zapatillas.