El caso del pequeño que fue torturado por sus padres y luego dieron su cadáver a los chanchos
¡Atención! Contenido sensible: Las fotografías de esta nota contienen imágenes que muchas personas encontrarán perturbadoras.
Adrian Jones era un niño de sólo 7 años. Heather y Michael eran sus progenitores y ambos fueron sentenciados a un mínimo de 25 años en prisión tras cometer uno de los delitos más horripilantes de la historia. Cuando su padre fue sentenciado, su cara no tenía ninguna expresión. El pequeño Adrian fue encontrado en una pequeña bolsa, donde sólo estaban sus huesos en 2017.
La pareja lo mantenía encerrado en la ducha del baño de su casa, lo obligaban a mantenerse parado derecho bajo agua sucia hasta su cuello, lo amarraban, golpeaban y no lo alimentaban.
La mujer se rehusó a llamarlo por su nombre, simplemente se refirió a él como “el niño”. La pareja tenía otros 6 niños bajo su cuidado.
Aún más terrible es que Adrian ni siquiera tuvo un funeral apropiado, sino que su cuerpo fue entregado a unos cerdos para que se lo comieran e hicieran desaparecer su cuerpo.
Ambos reconocieron su culpabilidad esperando ser sentenciados a menos años de prisión. La abuela, Judy Conway, no entendió cómo ocurrió esto durante más de un año sin que nadie lo notara.
El DailyMail reportó que ella misma dijo que “en Kansas hay alrededor de 15 casos similares y sólo dos veces alguien se ha reconocido culpable”.
Pero la historia no termina ahí. En la casa donde vivían se encontró una computadora llena de fotos del niño cada vez que lo torturaban. Incluso había un video de él parado afuera en pleno invierno, sólo en pantalones, tiritando.
En otras el niño tenía amarradas tablas para cortar comida a su cuerpo para mantenerse recto. Y otras fotos muestran sus labios dañados.
Adrian era el quinto de 6 hijos de Dainna Pearce, la verdadera madre del niño y ex pareja de Michael Jones.
Kiki, una de las niñas, incluso le escribió una carta Adrian: “Me enojaba tanto porque mis amigos podían vivir sus vidas de adolescentes normales y yo estaba encerrada en casa cuidándote. Pero valías más que un sótano oscuro y esas crueles palabras. Eras más que esas heridas y miradas llenas de odio. Valías más”.
La jueza del caso dijo que este es el “crimen más inhumano que he visto en mi vida”.
La pareja incluso habría planeado escapar y casi se salieron con las suyas, y habrían empezado una nueva vida sin que nadie supiera de Adrian.
Esperemos que Adrian esté descansando en paz.
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