El albergue católico mexicano que escondía abusos sexuales y maltratos

“Desde que tengo uso de razón sufrí de golpes con palos, nos hincaban sobre un palo y nos golpeaban, a mí en varias ocasiones Martín (uno de los cuidadores) me golpeó tanto que tengo varias cicatrices en el cuerpo a causa de sus golpizas y no sólo a mí sino a mujeres y niños también”

El albergue católico mexicano que escondía abusos sexuales y maltratos

Autor: CVN
CVN

“Desde que tengo uso de razón sufrí de golpes con palos, nos hincaban sobre un palo y nos golpeaban, a mí en varias ocasiones Martín (uno de los cuidadores) me golpeó tanto que tengo varias cicatrices en el cuerpo a causa de sus golpizas y no sólo a mí sino a mujeres y niños también”. Así comienza el relato de un joven que vivió en el albergue “La Ciudad de los Niños”, ubicado en la ciudad de Salamanca, en Guanajuato.

“Recuerdo que en una ocasión hasta a un compañero le quemaron las plantas de los pies; nos encerraban por días en un cuartito de un metro de alto que se encuentra en los dormitorios de hombres, y había veces que metían a varios jóvenes ahí, algunos duraban una semana y sin comer”.

Esta realidad se reveló gracias a la resolución de un juicio de amparo indirecto que emitió la juez Karla María Macías, del juzgado Noveno de Distrito en Irapuato. Esto permitió que el expediente de una investigación que nació en marzo del 2016 quedara al descubierto y se hicieran públicos los testimonios anónimos de varios jóvenes que vivieron dentro del albergue en Salamanca.

La denuncia anónima que dio origen a las investigaciones alertaba que en esa casa hogar los menores eran víctimas de golpes y abusos sexuales, así como el desvío de fondos que los encargados de Ciudad de los Niños A. C. hacían para obtener beneficios económicos fuera de la ley.

Según la información difundida en una investigación del diario Zona Franca, la juez determinó que existen omisiones de las autoridades, las cuales propiciaron los posibles abusos que sufren los niños. Además, pidió que el Ministerio Público que indague el destino de los recursos monetarios que el gobierno y entes particulares les brindaron, ya que, según los testimonios, el dinero no se utilizó para mejorar las condiciones en las que vivían los menores.

“También sé que abusaba de las niñas, porque se metía a sus dormitorios y se escuchaba llorar a las niñas y ellas después salían corriendo y no querían decir nada”, cuenta en su testimonio uno de los menores que fueron víctimas del maltrato. “Un día Martín me comenzó a golpear con un palo en la cabeza tan fuerte que comencé a sangrar por lo que salí corriendo, me lanzó una piedra a la cabeza y me caí, después me levantó a puros golpes y yo sangraba aún más de mi herida en la cabeza, me subieron a un carro Martín y otro señor del cual no recuerdo bien su nombre y me llevaron rumbo a Morelia y ahí me dejaron solo”.

El nombre de Martín figura en varios testimonios. Su apellido es Bermúdez y él era encargado del mariachi, el coro y la banda del albergue Ciudad de los Niños, dirigido por el sacerdote Pedro Gutiérrez Farías.

También están registrados los testimonios de otros jóvenes en donde se asegura que por lo menos ocho niñas quedaron embarazadas y “desaparecieron” sin que hasta la fecha se conozca su paradero.

Otra de las graves irregularidades de las que se tiene conocimiento es que los menores cuando ingresaban, aunque fuera llevados por sus propios progenitores, perdían su identidad, ya que los padres biológicos eran obligados a firmar un documento para ceder las custodia y patria postestad “para siempre jamás a favor del presbítero encargado del lugar”.

Esta situación provocó que por lo menos 130 niños perdieran sus apellidos y en el registro civil quedaran registrados con los apellidos del sacerdote Gutiérrez y la monja Hortensia Jiménez Cruz.

Las investigaciones llevaron al padre Pedro a emitir una declaración sobre las acusaciones; él sólo respondió diciendo que de manera oficial ningún niño o menor ha reportado que sufre algún tipo de violencia o maltrato.

“Nunca he recibido alguna notificación por escrito o verbal de que algún asunto haya procedido, así como tampoco se nos han proporcionado números de expedientes”, dijo el sacerdote, aunque reconoció que el Ministerio Público y el DIF han visitado las instalaciones del albergue que dirige.

La resolución de la juez Karla María Macías permitirá que las investigaciones en torno al caso sigan su curso y no sólo se tomen en cuenta los testimonios del expediente, sino también a los menores que permanecen dentro de “La Ciudad de los Niños”, ya que existe el riesgo de reincidencia en la posible violencia que se vive en ese lugar.

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