Este hombre hace fotos a cada instante de su vida para trolear al FBI

Más de trece años después de que el FBI detuviera erróneamente al artista Hasan Elahi como sospechoso de terrorismo, este sigue dando parte de dónde se encuentra, desde baños a gasolineras

Por CVN

19/09/2015

Publicado en

Tendencias

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Junio de 2002. El artista estadounidense Hasan Elahi entra en su país tras un viaje. Lo hace a través del aeropuerto de Detroit, en el que unos agentes lo detienen. Lo acusan de guardar explosivos en un almacén alquilado de Florida, donde vivía entonces. Los días siguientes le preguntan dónde estaba el 11-S. Presuntamente lo delatan su nombre árabe (Elahi es de origen bangladesí) y que hubiera pagado su último alquiler en persona el día 12 de septiembre. Había entrado en una lista de vigilancia: creían que era un terrorista.

Hasan tiene pruebas de todo. Su PDA se convierte en su mejor aliado, sobre todo para explicar dónde estaba el día 12: paga el alquiler, tiene una tutoría con una alumna, da clases… Y así con varios días. “Le leí [a un agente del FBI] como unos seis meses de mi calendario”, afirmó en una charla TED. Pero no basta: tiene que pasar por nueve sesiones de polígrafo y varios interrogatorios. Por si sirve de algo, Hasan asegura que no habla árabe. Afortunadamente, el artista es liberado, pero la inteligencia estadounidense le pide algo: que informe continuamente de su paradero.

Hasan lo hace. Lo sigue haciendo más de 13 años después. Primero, llamando y explicando a dónde se pensaba trasladar (viajaba con frecuencia); luego, con correos electrónicos con imágenes adjuntas. Hasta que decidió dar un paso más. Para ello, qué mejor que disparar fotos de donde se encuentra a cada momento. Hasta la saciedad. Y colgarlas todas en internet, desde 2003. Con sus coordenadas.

Hasan calcula que, en esta ya larga década, ha publicado en internet más de 63.000 fotos. Es difícil decir cuántas imágenes sube cada jornada (“depende de cuánto movimiento esté haciendo”, explica), pero pueden ser perfectamente unas 40. Cuando charlamos con él, son las 11 de la mañana en Nueva York, donde reside, y ya ha hecho dos. El día es largo aún.

Ahora podemos saber los lugares de vacaciones de un desconocido, la decoración del cuarto de baño o las sábanas que usa en la cama con tan solo rastrear su cuenta de Instagram. Hasan lleva haciendo eso mismo desde 2002, pero sin ser tan detallista. Él fotografía y sube a la Red sus grandes movimientos (no nos va a llevar del salón al dormitorio de su casa, por ejemplo): la tienda donde compra, el aeropuerto donde aguarda embarcar o el lavabo donde se está aseando, sin olvidar las calles por las que camina. Respeta la privacidad de los demás, por lo que no aparecen personas identificables.

Explica que “el recorrido”, la secuencia lógica de un viaje o una trayectoria, “es muy importante” para el FBI. O sea, no cambiar de ciudad abruptamente, por ejemplo, sin que en medio no veamos la imagen de una estación de autobuses, una carretera o la bandeja del almuerzo de un avión. Además, publica sus coordenadas GPS y otros datos como extractos bancarios. Hasan afirma que su web ha recibido visitas desde organismos estadounidenses como el FBI o la Agencia de Seguridad Nacional.

Quien quiera ser voyeur a cuentagotas, tan solo tiene que seguirlo en su página web. Allí podrá ver su localización y una fotografía del lugar en el que se encuentra, con mapas incluidos. También, la última foto o un mosaico con varias de ellas más antiguas; pinchando sobre ellas, el usuario sabrá a qué lugar y día corresponden. Eso sí, la página, a propósito, no es un paradigma de la usabilidad: quien quiera buscar información tendrá que trabajar a fondo para lograrlo.

Imagen de una de las instalaciones artísticas de Hasan Elahi. (Hasan Elahi)
Imagen de una de las instalaciones artísticas de Hasan Elahi. (Hasan Elahi)

Una vida como obra de arte

“Cuando empecé este proyecto, la gente dijo que estaba loco”. Aunque Hasan empezó a dar cuenta de su localización por necesidad (“puede ser muy importante para mí o para el FBI”, se sincera), tantas fotos traspasaron la línea de lo informativo para convertirse en un proyecto artístico, que ya se ha paseado por ciudades de medio mundo.

Ahora mismo, hay tres: una en Bolonia (Italia), otra en Holanda y otra en Nueva York. Aprovechando la gran cantidad de material en forma de fotos y vídeos, Hasan crea exposiciones temáticas. Las ideas pueden ser infinitas, tantas como surjan del creador y sus musas.

El proyecto global tiene un nombre sugerente: The Orwell Project, por el autor de 1984, la novela que popularizó el concepto del Gran Hermano. Hay fotos que pueden parecer totalmente anodinas, como un collage de bandejas de comida, mientras que otras aparecen borrosas, tomadas con un móvil. En cualquier caso y hasta el momento, todas ellas han servido para garantizar su libertad.

Camas en las que Hasan Elahi ha dormido. (Hasan Elahi)
Camas en las que Hasan Elahi ha dormido. (Hasan Elahi)

“Este comportamiento se ha vuelto tan normal”

¿Parará Hasan de hacerse fotos algún día? No lo cree. Hace diez años, sus amigos fotógrafos le preguntaban por qué tomaba imágenes de los platos con su comida. “Ahora, ¿qué es la primera cosa que ves en un restaurante? ¿Cuánta gente echa fotos a la comida en un restaurante y cuánta no?” Aunque Hasan lo dejara, “ahora hay mil millones de personas haciendo esto”. De hecho, “estoy muy sorprendido de cuán rápido este comportamiento se ha vuelto tan normal”.

El también profesor en la Universidad de Maryland reflexiona sobre cómo lo que él comenzó a hacer en un tiempo en que no había un culto a la propia imagen en las redes sociales se ha vuelto algo muy común: “No estamos haciéndolo intencionadamente. Estamos tan conectados que ya estamos haciendo esto” como una tarea más. Y pone otro ejemplo: “¿Sabes que tu compañía de aguas conoce la hora a la que te duchas cada día?”, afirma. Y la compañía de la luz la hora a la que estamos en casa, por ejemplo.

Aunque lo que hace Hasan puede parecer una temeridad, él sigue recordando cuántos datos dejamos los demás en manos de terceros. Por ejemplo, con la geolocalización del móvil. Del mismo modo, advierte que ya hacemos vídeos en directo “muy fácilmente”, mostrando lo que sucede a nuestro alrededor y, sobre todo, dónde estamos.

Hasan seguirá publicando fotos para que sepamos por dónde anda en todo momento. La inteligencia estadounidense y cada uno de nosotros podremos seguirlo si nos armamos de paciencia. Si no, siempre nos quedarán el resto de cuentas de Instagram, que a estas alturas no son tan diferentes a la suya.

El Confidencial

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