Fotos | Gusanos sobreviven en símil de suelo marciano y abren las puertas a una colonización agrícola de Marte

Puede verlos como irritantes plagas de jardín, pero las lombrices de tierra son realmente vitales para la supervivencia de cualquier ecosistema.  Ahora, los científicos han descubierto que los gusanos pueden reproducirse en ‘suelo marciano’ por primera vez.

Los hallazgos sugieren que los gusanos podrían reproducirse en Marte, en lo que es un paso importante hacia la colonización del planeta rojo.

Investigadores de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos llevaron a cabo un experimento que simuló la vida en Marte, y mostró que dos lombrices jóvenes nacieron en el suelo simulado de Marte.

El avance sigue un estudio realizado por el mismo equipo el año pasado en el que varias verduras fueron cosechadas del mismo suelo. El Dr. Wieger Wamelink, autor principal del estudio, encontró los gusanos en un simulante del suelo de Marte que obtuvo de la NASA.

La superficie de Marte está cubierta por arena y polvo, formada por la erosión de rocas ígneas ricas en hierro, similar al basalto. Conocido como ‘Regolith’, este material puede ser grueso, fino o polvoriento.

El simulante del suelo de la NASA se origina en un volcán en Hawái y el Dr. Wamelink ha estado cultivando cohetes en él al que se han agregado gusanos, junto con lodo de cerdo que imita los desechos humanos. El Dr. Wamelink dijo: ‘¡Los gusanos eran de mi propio jardín!’

El científico se sorprendió cuando descubrió un par de recién llegados, que no había esperado del todo. El Dr. Wamelink dijo: «Claramente, el estiércol estimuló el crecimiento, especialmente en el simulante del suelo de Marte, y vimos que los gusanos estaban activos. Sin embargo, la mejor sorpresa vino al final del experimento cuando encontramos dos gusanos jóvenes en el simulante del suelo de Marte».

Para alimentar a los humanos del futuro en Marte, un ecosistema agrícola sostenible es una necesidad, y los gusanos jugarán un papel crucial a medida que degradan y reciclan la materia orgánica muerta.

El Dr. Wamelink dijo que los excrementos humanos y la orina también se usarán para fertilizar el suelo, pero la lechada de cerdo se usa por ‘razones prácticas y de seguridad’. El suelo de Marte incluso superó a la arena plateada, una fina arena blanca utilizada por los jardineros en la Tierra.

El Dr. Wamelink dijo: «El efecto positivo de agregar estiércol no fue inesperado, pero nos sorprendió que haga que el simulante del suelo de Marte supere a la arena plateada de la Tierra».

Su equipo agregó materia orgánica de experimentos anteriores a las arenas y al estiércol a una muestra de las macetas. Se necesitan gusanos para un suelo sano no solo en la Tierra sino también en futuros jardines interiores en Marte o en la Luna.

Se alimentan de materia orgánica muerta, como restos de plantas viejas que comen, mastican y mezclan con tierra antes de excretarla. Esto todavía contiene materia orgánica que se descompone aún más por bacterias, liberando nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio para el uso de las plantas.

Al cavar madrigueras, las lombrices también airean y mejoran la estructura del suelo, haciendo que el riego de las plantas sea más efectivo. Este último demostró ser muy importante en experimentos anteriores donde el agua no penetraría fácilmente el suelo.

Para alimentar a los futuros humanos que vivan en Marte o en la Luna, el proyecto Alimentos para Marte y Luna tiene como objetivo establecer un sistema agrícola sostenible.

Se basa en la presencia de suelos y agua, en forma de hielo, tanto en Marte como en la Luna.
El Dr. Wamelink dijo: «Para la investigación basada en la Tierra estamos utilizando simuladores de suelo entregados por la NASA. Los simulantes se originan desde un volcán en Hawai para Marte y un desierto en Arizona para la luna».

Él dijo: «Los experimentos comenzaron en 2013. Hoy en día podemos sembrar más de una docena de cultivos, la única especie que ha resistido nuestros esfuerzos hasta ahora es la espinaca. Sin embargo, cultivos como judías verdes, guisantes, rábanos, tomates, patatas, rúcula, zanahoria y berros parecen posibles. Los cultivos fueron analizados en busca de metales pesados ​​y también alcaloides para verificar su seguridad para el consumo humano. Después de pasar estas pruebas, organizamos una cena basada en los cultivos cosechados para las personas que apoyaron nuestra investigación a través de la campaña de crowdfunding».