Convertirse en madre es algo hermoso pero que también tiene sus riesgos. Por mucho que te cuides, nunca sabes lo que puede suceder y más aún en el proceso del parto porque es un momento muy delicado para las mujeres.
Shelly y Jeremy Cawley estaban esperando a Rylan, su primera hija. Esta joven pareja estaba ansiosa por conocer a su pequeña. Le habían ido a comprar ropa y preparado todo para recibirla con los brazos abiertos. Todo iba bien hasta el día del parto.

Tan pronto como Rylan nació, Shelly desarrolló un coágulo de sangre que obstruía sus arterias principales. Shelly tenía que luchar por su vida. Pero en un momento los doctores dijeron que estaba oficialmente muerta. Al parecer, nada más se podía hacer.

Como un último esfuerzo para que Shelly sobreviviera, los médicos hicieron algo más intuitivo que científico. Apoyaron a la pequeña Rylan en su pecho para que madre e hija pudieran tener contacto por primera vez.

“Los doctores hicieron todo lo que pudieron. En ese momento ellos estaban completamente seguros de que Shelly fallecería. Yo estaba muy emocionado por el nacimiento de mi pequeño. Y al segundo después creí que tendría que despedir a mi esposa para siempre. Era como estar adormecido”.
-Jeremy Cawley-
Pero cuando los doctores apoyaron a Rylan en el pecho de Shelly, pasó algo increíble. Ella empezó a mostrar signos de vida. Para sorpresa de todos, Shelly sobrevivió.


Esta familia se pudo ir a casa sana y salva:

Un año después de este milagroso suceso, esta familia no puede estar más feliz y agradecida de la nueva oportunidad que la vida les dio.


