Sexualidad

Tipos de frustraciones que podemos tener, las mujeres, en la cama

Se supone que el sexo es lo más maravilloso y espectacular del universo

Por Ángela Barraza

03/06/2015

Publicado en

Tendencias

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Mujer

Se supone que el sexo es lo más maravilloso y espectacular del universo. Sin embargo, hay veces en la que es demasiado desilusionante y, si lo verbalizamos, nos significa que nos tilden de mojigatas o de ninfómanas (raramente hay matices cuando se trata de sexo). Y quizás esto se debe a que el machismo es, a la satisfacción de las mujeres, lo que el neoliberalismo es a la satisfacción de los trabajadores. Cuando denunciamos la inconformidad, resulta que el problema “siempre está en nosotras”. Y luego viene la vergüenza, los problemas de autoestima y la represión de nuestras necesidades (para qué vamos a hablar de fantasías.) Pero no. Lo cierto es que las mujeres tenemos el derecho y la obligación -con nosotras mismas- de disfrutar de una sexualidad plena, sin presiones ni postergaciones y con capacidad de decisión. Y para conseguir ello, lo principal es identificar aquello que definitivamente NO nos gusta o nos causa frustraciones.

Sola

Soledad

Todo el mundo tiende a hablar de sexo, ya sea a través del humor o de confesiones y cuando una está sola, tiende a hacer remembranzas de “lo mejorcito” pero en realidad estamos apenadas y pensando “llevo tantos meses sin sexo y se está volviendo doloroso”.

Para paliar la soledad, puedes satisfacerte tú misma. Aprovecha el tiempo para conocerte, para tocarte y descubrir realmente lo que te gusta.

No es lo mismo que tener un otro en la cama, pero puede ser un proceso de aprendizaje y de exploración. Usa cosas, espejos, aprende a mirarte. Utiliza el tiempo para ser una experta en ti misma y así podrás enfrentar una nueva relación y más satisfactoria.

Frustrada

Expectativas no cumplidas o equivocadas

Acá el cine nos ha hecho tanto mal. La ropa desaparece, los personajes parecen oler siempre maravillosamente, los dientes parecen siempre bien lavados, los espacios donde ocurren las escenas de sexo siempre parecen templados, cómodos, bellos (hasta el auto de Titanic parecía fantástico, cuando sabemos que tirar en un auto siempre es incómodo), pero la realidad es otra muy distinta. Sacarse la ropa (sobre todo en invierno) es una lata, aparecen ciertos olores, sobre todo cuando el sexo viene luego de una jornada laboral o luego de andar en transantiago, y para qué decir en la mañana, cuando no te has lavado los dientes. También está eso de los peos vaginales, que ninguna película muestra (ni las porno) y cuando es la primera vez con alguien, nunca las cosas van del todo bien. El sexo es un arte que se aprende, que se descubre y con el que hay que tener paciencia. Es un espacio de intimidad y en la intimidad no somos perfectos.

Masturbación

No llegar al orgasmo

No todas las relaciones sexuales nos llevan al orgasmo. Eso lo sabemos. Sin embargo parece estar completamente sobrevalorado y nos vemos, muchas veces, obligadas a fingir para no herir el ego del o la acompañante. “¿Te fuiste”? Es una de las preguntas más generosas, pero a la vez más estresantes que pueden hacerte. Lo mejor es decir la verdad. Que la pareja se de por enterada que a veces no hay orgasmo y de que no es culpa tuya. El tango se baila de a dos (generalmente) y si hay problemas, está bueno identificarlos desde el origen. Peor es que más adelante te veas en la necesidad de decir “hace meses que no tengo un orgasmo” porque tu pareja, en vez de verse involucrada, se va a ver engañada y vas a perder su confianza. Y en lo que a ti respecta, te vas a sentir liberada de tener que fingir, cuando en realidad, cada vez que tienes sexo te quedas mirando el techo.

Frustración

Que tu pareja no esté ni ahí con lo que quieres o te gusta

En una relación heterosexual esto suele pasar bastante. Si te gusta el preámbulo, cada vez es más corto. Si te gusta el sexo limpio, cada vez le importa menos, Quieres cariño y abrazos, pero te pone en cuatro y quiere sexo anal. Te has depilado, te tomaste horas para ponerte linda y dura apenas cinco minutos y chao. Quieres conversar un pucho luego del sexo y se queda dormido. Muchas veces los hombres, por mezquindad o ignorancia, las cagan. Y acá el diálogo es fundamental. Lamentablemente no suelen reaccionar muy bien respecto de las demandas que tenemos en la cama y las reacciones pueden ser violentas a veces o completamente victimizadas. Tienes que encontrar el momento y la forma. Pero no puedes quedar perpetuamente insatisfecha. Sin embargo, sabe que no estás sola en esto. A casi todas nos pasa y digo “casi” sólo para no generalizar.

mujer triste

Relaciones largas y sexo monótono

Esto nos pasa tanto a mujeres como a los hombres. Luego de la revolución hormonal del primer año, las parejas suelen encontrar “la rutina sexual de acomodo” y se comienza a perpetuar en el tiempo, porque cumple con el tiempo y la expectativa promedio de ambos. Es una comodidad de la que pecamos ambos géneros y eso termina por matar la calentura, que es parte importante de la fidelidad aunque no nos guste reconocerlo. Si te ves en esta espiral de rutina, lo mejor es salir cuanto antes.

Lo importante es que el “tema sexo” no se convierta en algo estresante para nadie. Ya tenemos suficiente con las deudas, la pega, el sistema de transporte y los costos de la vida que cada vez son más altos. El deseo sexual y el interés por mejorarlo, muchas veces se ve afectado por las aflicciones cotidianas, los traumas o la depresión. Identifica el problema y, si estás en pareja, busquen en conjunto la forma de solucionarlo y el sexo irá mejor si logran solucionar el tema de fondo.

Pareja Feliz

Otro elemento que puede ayudarte es tomar en cuenta los medicamentos que usas. Ya sean para dormir, para despertar, suplementos vitamínicos, relajantes musculares, para la depresión, para el dolor de cabeza, para el resfrío, etc. Cualquier medicamento que tomes tiene una injerencia en tu cuerpo y tu desempeño (también en el de tu pareja).

Pastillas

Finalmente, lo que quiero que entiendas, es que mereces una vida sexual satisfactoria y la única que puede tomar cartas en el asunto eres tú misma. Eso mejora tus hábitos de sueño, tu humor, tu salud y tu autoestima. Empoderarte de tu cuerpo y de tu satisfacción te va a llevar a un empoderamiento también en tu espacio de trabajo, en tu desplazamiento público y en la lucha por todo lo que emprendas y esperes para ti misma.

Empoderada

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