Tunéate los ojos: Implante extraocular. La nueva forma de modificación corporal

Generalmente eso parece lógico y bien si es que te acerca a convertirte en lo que esperas de vos mism@, tal y como dice la Agrado en “Todo sobre mi madre”. Pero a veces la cosa parece escaparse un poco de control. Tal es el ejemplo de las extensiones dentales, los hoyos en las mejillas, los tatuajes en la cara  o cuando las personas parten su lengua a la mitad y esto en realidad lo digo pensando en que el ser humano va cambiando a lo largo de su vida y quizás espere algo diferente de si mismo en el futuro. No es que tenga nada en contra de lo mencionado anteriormente.

Una de las áreas que está explorando la gente últimamente, es en los ojos. Hace más de una década ya que se realizan tatuajes oculares, aunque la verdad es que Galeano (el médico y filósofo griego, ya hablaba sobre el teñido del iris en el 150 d.C.), pero estas incursiones en modificación corporal, han llegado todavía más lejos.

El implante extraocular es, en términos generales, un proceso bastante simple, a pesar de que su nombre indica algo más espectacular y consiste en implantar quirúrgicamente una pieza de joyería decorativa en el área conjuntiva del ojo humano.

Por el momento, sólo existe una clínica que lleva a cabo este procedimiento: el Instituto Holandés para la Cirugía Ocular Innovadora en los Países Bajos.

Según su página web, este procedimiento es bastante rápido y aseguran que no tiene efectos secundarios a largo plazo. Todo este procedimiento tiene un costo que va alrededor de los 850 dólares, que si lo llevamos a moneda nacional, es de más o menos unos 530.000 pesos.

Uno de los aspectos que convierten a este procedimiento en algo seguro, radica en el material de la pieza de joyería. Hasta el momento, sólo hay una fábrica de implantes extraoculares y cada pieza es construida en base a una aleación de platino de alta calidad.

Sin embargo y, a pesar de que la clínica señala que el proceso no implica efectos secundarios a largo plazo, lo cierto es que es difícil determinar si esto es cierto ya que es una “moda” que es bastante reciente y, por lo tanto, aún no hay una generación de individuos que hayan envejecido con estos implantes y que puedan dar fe de que realmente no hubo efectos adversos luego del paso de los años.

En Twitter: @AngelaBarraza