Aseguran que empresario Nicolás Ibáñez despidió a su hija por embarazarse estando soltera

El mismo magnate que compró todos los ejemplares de una edición de La Nación Domingo en 2002

Por Daniel Labbé Yáñez

10/04/2019

Publicado en

Chile / Portada / Sociedad / Trabajo

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Un reportaje de la periodista Alejandra Matus publicado esta jornada en The Clinic da cuenta de una insólita situación que involucra al empresario chileno Nicolás Ibáñez, reconocido ferviente de los Legionario de Cristo y admirador del dictador Augusto Pinochet.

Cabe recordar que el otrora dueño de Lider se hizo conocido en el pasado luego de que en 2002 La Nación Domingo diera a conocer una denuncia por violencia intrafamiliar interpuesta por su ex esposa, Carolina Varela, la que llevó al magnate a comprar todos los ejemplares con el objetivo de que el reportaje no circulara.

Ahora es un conflicto con la hija de ambos, María Carolina Ibáñez Varela, el que sale a la luz pública.

María Carolina Ibáñez Varela

De acuerdo al artículo de Matus, a fines de 2017, mediante un intermediario, Nicolás Ibáñez le habría comunicado a su hija que «había perdido la confianza de su padre para continuar dirigiendo la fundación y que le pedía que desarmara el equipo». Se trataba de la fundación Chile+Hoy, entidad en la que Carolina Ibáñez Varela se desempeñaba como directora ejecutiva.

La razón del despido, según la nota de The Clinic, tiene que ver con que la hija del empresario quedó embarazada de Pablo Donoso, hijo de los fotógrafos Pin Campaña y Max Donoso. El hecho es que decidieron tener el bebé aunque no había sido planificado. «De acuerdo a dichos desde su entorno, primero la felicitó. Pero la situación cambió rápidamente y comenzó a lanzar frases como ‘aquí viene el huevón que preñó a mi hija'», detalla la publicación.

Como Carolina contaba con fuero maternal y no podía ser despedida hasta un año después del término del posnatal, Ibáñez -según sostiene The Clinic– acordó seguir pagando el sueldo de su hija hasta que terminara ese periodo legal, el cual se cumple en mayo próximo.

«Aunque Carolina es abogada y conocía sus derechos, se sintió muy presionada. Sabía que podía demandar a su padre, pero temió las consecuencias que una acción ante los tribunales laborales podría provocar en su familia, entre sus hermanos. Y aceptó renunciar, con casi siete meses de embarazo», narró una fuente consultada por The Clinic.

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