Por Cira Pascual Marquina
Caracas – Un grupo de venezolanos deportados a la fuerza desde Estados Unidos y detenidos en la temida cárcel CECOT de El Salvador acusó a las autoridades salvadoreñas de tortura sistemática, palizas, abusos sexuales y negligencias médicas.
En la rueda de prensa del 21 de julio, Tarek William Saab (fiscal general de Venezuela) expuso los testimonios de varios hombres que detallaban los abusos sufridos en la infame cárcel.
En el primer video difundido el 21 de julio, varios migrantes repatriados narraron los abusos y las torturas que sufrieron a diario en CECOT. Uno de ellos, que prefirió no decir su nombre, contó que los guardias lo golpeaban con frecuencia por llevar a cabo acciones como «ducharse, hablar o pedir agua».
Los venezolanos también relataron haber sido maltratados por el personal médico de la prisión y coaccionados a mentir a los observadores de la Cruz Roja. «Me obligaron a decir que me había caído de una litera», dijo otro de los hombres del video, refiriéndose a una herida en la frente.
En otro video, Maiker Espinoza Escalona, de 25 años, describió la prisión de CECOT como «inadecuada para albergar seres humanos», al denunciar el hedor a excremento que enfermaba a los detenidos, mientras eran sometidos a «torturas de manera abrupta e inhumana».
En mayo de 2024, Espinoza llegó a Texas junto a su pareja, Yorely Bernal Inciarte y su hija pequeña, Maikelys. Ambos se entregaron a las autoridades de inmigración y pasaron meses separados en centros de detención para migrantes, mientras Maikelys permanecía bajo los cuidados de un hogar de acogida estadounidense.
Identificaron a la pareja como pandilleros por sus tatuajes. En marzo de este año, los trasladaron a la prisión de máxima seguridad de El Salvador junto a 251 hombres y siete mujeres. Maikelys, de dos años, permaneció en Estados Unidos hasta su repatriación a Venezuela en mayo, donde se reencontró con su madre gracias a las gestiones del gobierno de Maduro. Finalmente, el sábado, Maiker pudo reunirse de nuevo con su pareja y su hija.
Ellos forman parte del grupo de 252 migrantes venezolanos repatriados el 18 de julio a cambio de 10 estadounidenses y 80 venezolanos recluidos en el país caribeño: resultado de una negociación entre los gobiernos de Nicolás Maduro y Donald Trump. A los hombres los detuvieron en el marco de un acuerdo entre Washington y San Salvador y permanecieron detenidos por un costo de 20.000 dólares anuales por persona; mientras que las siete mujeres migrantes fueron trasladadas a Estados Unidos y luego deportadas a Venezuela.
Desde marzo, ellos estaban recluidos en CECOT, tras haber sido expulsados a la fuerza de Estados Unidos amparados en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, debido a las acusaciones de la supuesta pertenencia a la banda Tren de Aragua. Sin embargo, nunca los acusaron formalmente.
Investigaciones e informes de inteligencia posteriores contradijeron las afirmaciones del gobierno de Trump, al revelar que la mayoría de los migrantes no tenía antecedentes penales. En realidad, las autoridades habían identificado a los migrantes a partir de sus tatuajes y sus publicaciones en redes sociales.
A pesar de haber viajado a El Salvador y solicitado reuniones con las autoridades judiciales del país, los familiares y los abogados no lograron comunicarse con ellos hasta que la semana pasada los liberaron.
En un tercer video testimonial presentado el lunes, el actor y maquillador Andry José Hernández Romero denunció «agresiones físicas y psicológicas», así como abusos sexuales por parte de los guardias de la prisión CECOT.
«Creíamos que nos habían dado por muertos y que nunca volveríamos a ver a nuestros seres queridos», expresó el joven.
En agosto de 2024, Hernández llegó al paso fronterizo de San Ysidro para solicitar una cita de asilo y fue retenido bajo custodia estadounidense. Más tarde, lo enviaron a El Salvador debido a los tatuajes de coronas que tenía en las muñecas; grabados que representan a la Fundación Reyes Magos, organización cultural venezolana donde trabajaba como artista. El día de los Reyes Magos es una celebración religiosa y cultural que se lleva a cabo desde hace más de 100 años en Capacho Nuevo, Táchira, la ciudad natal del maquillador.
Los familiares de Hernández en Venezuela afirmaron que perdieron contacto con él el 14 de marzo, cuando les dijo que lo deportarían a Venezuela. Él, al igual que los otros repatriados, no sabía que en realidad donde lo enviaban era a CECOT.
En un cuarto video testimonial, varios hombres denunciaron que les negaron comida y agua, les impidieron comunicarse por teléfono, los aislaron y los golpearon hasta dejarlos inconscientes.
Eude José Torres Herrera contó que le dieron un golpe en la cara que le dislocó la mandíbula. Rodolfo Mayor relató que le extrajeron una muela con pinzas, lo golpearon y le dispararon en el pecho con una pistola de balines. «Me golpearon tan fuerte que oriné sangre durante una semana y me fracturé una costilla», dijo Mayor.
Las autoridades venezolanas anunciaron una investigación contra el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, el ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, y el director general de prisiones, Osiris Luna Meza, acusados de violar los derechos humanos de 252 migrantes venezolanos.
Durante la conferencia de prensa del 21 de julio, el fiscal general instó a la Corte Penal Internacional (CPI), al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a otros organismos internacionales a sumarse e investigar a los “autores intelectuales y materiales” de los abusos denunciados.
La megaprisión CECOT, inaugurada a principios de 2023, fue construida para encerrar a los presuntos pandilleros como parte de la ofensiva de Bukele contra estas organizaciones. Su administración recibió fuertes críticas por violar el proceso y las inhumanas condiciones carcelarias.
*Artículo publicado originalmente en Wire.
*Foto: 252 hombres fueron liberados recientemente de CECOT tras una exitosa negociación encabezada por el gobierno de Maduro. (Venezuelanalysis a través de Getty Images).