Justicia a paso lento: tras 36 años, el Estado indemniza a mujer torturada en dictadura

La justicia determinó que la víctima de la dictadura sufrió y sufre efectos psíquicos y morales por las torturas y la persecución que le tocó padecer, en manos de agentes del Estado de Chile, los cuales se "han mantenido a pesar del transcurso del tiempo".

Justicia a paso lento: tras 36 años, el Estado indemniza a mujer torturada en dictadura

Autor: Leonardo Buitrago

El Vigesimosegundo Juzgado Civil de Santiago condenó al fisco a pagar una indemnización de $70.000.000 por concepto de daño moral, a una mujer que fue torturada durante la dictadura de Augusto Pinochet.

De acuerdo con el fallo del tribunal, la víctima (L.B.S.) fue detenida ilegalmente por efectivos de Carabineros el 11 de julio de 1988, tras participar en una protesta y ser reconocida como hija de un dirigente político de oposición al régimen.

L.B.S. fundamentó su demanda realizando una exposición de los hechos reconocidos por el Estado de Chile a través de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, conocida como Informe Valech, la cual figura como víctima en el listado de presos políticos y torturados.

En su relato recordó que el día 11 de julio de mil 1988, una manifestación pública en contra del hambre y la miseria a la que concurrió junto a otros compañeros de las juventudes comunistas a la avenida libertador, Bernardo O’Higgins cerca a la casa central de la Universidad de Chile fue reprimida por Carabineros, por lo que decidió junto a otras personas correr por la calle Arturo Prat a esconderse en calle París. Allí fue detenida por un grupo de uniformados quienes la golpearon cuando ya estaba reducida en el suelo entre groserías, golpes y amenazas fue conducida un bus de la institución que estaba con muchos detenidos en su interior.

Indicó que el bus se desplazó a otro lugar y se estacionó frente a la iglesia San Francisco y estando detenida en la unidad fue reconocida desde la calle por un grupo de jóvenes quienes gritaban su nombre para denunciar su detención y protegerla. Así los carabineros al percatarse que era hija de un reconocido dirigente comunista de la época, comenzaron a hostigarla y a amenazarla.

Luego fue sacada por los uniformados del bus y trasladada a un camión de detención. En el trayecto continuaron pateándola, insultándola y manoseándola.

Producto de las vueltas que dio el camión se desorientó y no sabía donde la conducían. Después se enteró que había sido llevada a un recinto policial ubicado en calle Chiloé. Allí fue retenida hasta altas horas de la noche e interrogada, para luego ser trasladada a una comisaría de mujeres.

En ese lugar fue llevada a una oficina donde ingresó junto a una funcionaria y otra persona que dijo ser médico y que quería evaluarla. Allí le pidieron que se desnudara, ante lo cual se rehusó, siendo amenazada con ser desnudada por carabineros, por lo que con mucho pudor, impotencia y rabia se despojó de su ropa y la supuesta médico la obligó a caminar por el lugar desnuda y también a asumir posiciones forzadas.

En esa situación duró al menos algunos minutos y luego retornaron al lugar en que se encontraban otras detenidas.

La denunciante permaneció en dicho recinto alrededor de cuatro días y posteriormente fue llevada a la cárcel de calle Santo Domingo, donde ingresó en calidad incomunicada en una celda y estuvo alrededor de dos semanas en condiciones de aislamiento.

Según su relato, permaneció privada en libertad por veintiún días, destacando que a la época de los hechos solo tenía 21 años y no se encontraba cometiendo delito alguno. Simplemente había concurrido a la manifestación.

Destacó que con anterioridad a esta detención y solo siendo una niña se habían impuesto dos recursos de amparo preventivo en favor de ella desde que el primero de septiembre de 1986había sido objeto de vigilancia por personas que se movilizaban en distintos vehículos y por otras que se instalaban en las afueras de su domicilio.

Respecto al daño causado por la detención y las torturas, L.B.S. aseveró que presenta recuerdos intrusivos, sueños angustiosos recurrentes, reexperimentación subjetiva del evento traumático, intensa respuesta psicológica y fisiológica negativa a cualquier recordatorio del evento traumático.

Asimismo, presenta síntomas de evitación persistente, entumecimiento emocional y síntomas de hiperexitación que no estaban presentes antes del evento traumático.

Estos síntomas le provocan angustia clínicamente significativa y deterioro en sus relaciones familiares y laborales. También la detención y tortura ha tenido un gran impacto en su vida, ya que presenta falta de concentración deterioro de la memoria y tendencia al aislamiento, sufriendo periodos prolongados de depresión y ataques de pánico.

Estado deberá indemnizar a mujer torturada en dictadura

Tras evaluar los antecedentes del caso, en el fallo (causa rol 10.494-2024), la magistrada Lorena Cajas Villarroel acogió parcialmente la demanda entablada, tras establecer que L.B.S. «fue víctima de un crimen de lesa humanidad, imprescriptible tanto en sede penal como civil».

“En definitiva, mediante la prueba antes descrita y valorada en la manera señalada, será posible tener por establecido que la demandante, L.B.S. sufrió y sufre efectos psíquicos y morales por la experiencia vivida con ocasión de la dictadura militar en Chile, y la persecución que le tocó padecer, en manos de agentes del Estado de Chile, lo que le produjo consecuencias psicológicas en ella, cuyos efectos se han mantenido a pesar del transcurso del tiempo”, indicó en la resolución.

“De esta forma, a la luz de los antecedentes que obran en autos, descritos y valorados con anterioridad, se fijará la indemnización de perjuicios en la suma de $70.000.000 (setenta millones de pesos), la que deberá pagar el Estado a la demandante, por concepto de daño moral”, ordenó la jueza.

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