Por Carlos Gutiérrez P.

La crisis del comercio mundial desatada por las decisiones de política arancelaria del gobierno de Trump a partir del 9 de abril, han tenido efectos dispares como los ocurridos en las bolsas de acciones mundiales, en la volatilidad del dólar, en una baja de los flujos comerciales, en el alza del valor del oro y otros, pero sobre todo en las respuestas que han adoptado los distintos países.
En esa dirección, una vez más la excentricidad y la arrogancia del presidente estadounidense, marcaron la pauta de su proyecto general, que es la negociación bilateral para modelar un nuevo sistema económico que mantenga las garantías para la continuidad de la hegemonía yanqui, expresada en forma grosera como el de acercarse para “besarle su trasero”, como condición para el acuerdo.
El país más atacado con la subida de aranceles ha sido China, en una escalada vertiginosa y atolondrada, que comenzó a inicios del año 2025, lo que demuestra claramente la valoración que le tiene como el enemigo principal del dominio estadounidense.
1 de febrero: Estados Unidos aplica arancel del 10 % a todas las importaciones.
4 de febrero: China responde con arancel del 15 % al carbón y GNL; además del 10 % al crudo y maquinaria agrícola.
10 de febrero: Estados Unidos aplica el 25 % al acero y aluminio.
4 de marzo: Estados Unidos aplica el 20 % a todas las importaciones. China responde con 10-15 % a todos los productos agrícolas.
26 de marzo: Estados Unidos aplica un 25 % a los automóviles.
2 de abril: Estados Unidos aplica el 54 % a todas las importaciones.
4 de abril: China responde con el 34 % a todas las importaciones.
8 de abril: Estados Unidos aplica un 104 % a todas las importaciones.
9 de abril: Estados Unidos aplica el 145 % a todas las importaciones. China responde con el 84 % a todas las importaciones.
11 de abril: China aplica el 125 % sobre todas las importaciones.
16 de abril: Estados Unidos aplica el 245 % a todas las importaciones, además sancionó a las empresas de China que importaron petróleo desde Irán.
21 de abril: Estados Unidos anuncia la aplicación a partir de octubre de una tasa de 50 dólares por tonelada neta de buques fabricados en China.
Junto a estas respuestas espejo a las medidas tomadas por Washington, el gobierno chino ha sumado otras acciones que se han ido implementando en la medida del comportamiento de la contraparte, y sobre todo por la continuidad de la lógica de presiones y amenazas constantes.
Entre estas se encuentran:
- Se prohíbe la exportación de productos de doble uso tanto civiles como militares, a 12 empresas estadounidenses específicas.
- Deja de exportar siete metales de tierras raras, lo que afectaría a envíos de imanes críticos que impactarían en el ensamblaje de productos como automóviles, drones, robots y misiles.
- Desde el 6 de febrero China dejó de importar gas natural estadounidense completamente.
- Una ofensiva comunicacional en redes sociales por parte de empresas chinas que muestran dónde se fabrican los productos y marcas de lujo, y cuál es el valor real de producirlos. En un día las acciones de Louis Vuitton cayeron un 8 %.
- Acumulación acelerada de oro, vista como un activo seguro y estable, además de otros metales preciosos, como el platino.
- China promueve su propio sistema de pagos, consistente en la mejora de las funciones y la cobertura de la red global del Sistema de Pagos Transfronterizos (CIPS), además de la promoción para que más bancos se unan al sistema para fortalecer la inversión y el financiamiento en moneda yuan.
La narrativa estadounidense dominante es que China depende de las exportaciones al gran mercado norteamericano, pero esa realidad ya está desfasada. La economía china se viene preparando hace tiempo para reducir su dependencia del exterior, en especial de países occidentales. Su estrategia se ha encaminado por lo menos en tres direcciones complementarias:
- La Iniciativa de la Franja y la Ruta: en el año 2024 el 56,3 % de sus importaciones provinieron de países vinculados a esta iniciativa.
- La política de “Made in China 2025”. Gracias a la planificación y estímulo estatal, China es líder mundial o tiene industrias competitivas en áreas como: vehículos aéreos no tripulados, automóviles eléctricos, semiconductores, inteligencia artificial, farmacéutica, aviación comercial, entre otros.
- La circulación dual: fue lanzada en 2020 y su objetivo es priorizar el mercado interno, sin que signifique cerrar su comercio exterior. En el año 2023 las exportaciones significaron el 19,7 % del PIB, mientras que el promedio global es de 29,3 %.
Pero lo más importante ha sido el carácter de la respuesta china a las medidas proteccionistas del gobierno de Trump, que en primer lugar ha sido no ceder al chantaje comercial basado en el poder global de Estados Unidos, asumiendo respuestas similares bajo la lógica arancelaria como acción táctica, y simultáneamente buscando el posicionamiento de perspectiva estratégica que aspira a cambiar el mundo unipolar.
Entre estas acciones se pueden destacar:
- En pocos días se movilizó silenciosamente en Asia y logró 45 acuerdos firmados con Vietnam; se selló un pacto estratégico de cinco años con Malasia; intensas reuniones diplomáticas con Malasia; se fortaleció la cooperación militar y estratégica con Indonesia.
Es bueno recordar que los aranceles aplicados por EUA a países vecinos fueron muy altos: Camboya 49 %; Vietnam 45 %; Tailandia 36 %; Indonesia 32 %; Malasia 24 %; Laos 48 %; Myanmar 44 % e India 26 %.
- El 10 de abril, China y la Unión Europea a través de la representante Úrsula von der Leyen iniciaron negociaciones para eliminar aranceles a los vehículos eléctricos chinos, para fortalecer las relaciones económicas.
- Se reunió con Pedro Sánchez, quien aseveró que China es un socio de la Unión Europea, y deben enfrentar juntos los aranceles masivos.
- Llamó a India a unir sus fuerzas en esta guerra comercial, ya que sus economías se basan en la complementariedad y el beneficio mutuo, y que las medidas proteccionistas de Estados Unidos privan a los países del Sur Global el camino al desarrollo.
- Unir a Asia en un bloque poderoso para resistir la agresividad del unilateralismo, sopesando el poder creciente que tienen las economías de esta región.
- Incrementó en forma considerable las importaciones de petróleo canadiense.
- Bajó los aranceles a 0 % al comercio con 42 países vulnerables de África y Asia.
- Ha propuesto trabajar en un protocolo de actualización del Área de Libre comercio China-ASEAN, para resistir el desacoplamiento, las disrupciones en las cadenas de suministro, el abuso arancelario mediante la apertura, y promover con determinación la inclusión, la solidaridad y la cooperación.
El día 10 de abril, el presidente Xi Jinping invitó a las naciones vecinas a crear una comunidad de futuro compartido y abrir nuevos caminos para la labor vecinal. Aseveró que “Todos vivimos en un mismo mundo en crisis y debemos encontrar soluciones en conjunto para vivir en armonía”. Para ello, aseguró que la manera de lograrlo es a través de la construcción de mayor conectividad, ya que, si los seres humanos somos interdependientes, entonces se buscarán soluciones en conjunto que beneficien a todos. La opción de suma cero nos va a condenar a la extinción.
Planteó que la construcción de ese proyecto debe tener al menos los siguientes principios:
- Priorizar la paz y el diálogo antes de siquiera pensar en las armas.
- Construir un sistema de seguridad común. Esto parte del principio de que la seguridad es indivisible.
- Que la cooperación ganar-ganar sea la norma.
- Aprendizaje mutuo. Esto implica entendernos todos como iguales y que el intercambio siempre nos va a beneficiar.
- Construir una comunidad que conviva en armonía con la naturaleza, pero que contemple los diferentes procesos de desarrollo de los países y sus necesidades para avanzar positivamente en esa dirección.
La postura china no está siendo solo una respuesta específica y acotada a una defensa económica, sino que marca un posicionamiento internacional de alcance estratégico, que busca un nuevo tipo de globalización y de relaciones internacionales que puedan garantizar la sostenibilidad de los seres humanos como especie y progreso universal.
En el ámbito estrictamente material, la economía china tiene un amplio campo de maniobra, ya que está orientada por una planificación estatal, cuenta con una base industrial sólida, estímulos internos y herramientas financieras que permiten amortiguar el golpe y poder salir airoso. Hasta ahora ha maniobrado con inteligencia y templanza.
Esto puede significar otro golpe importante al unilateralismo agresivo, esta vez en clave de chantaje económico, que logre erosionar este recurso que se orienta al castigo y a la dominación que han implementado profusamente los países occidentales.
El nuevo orden obligará a que la centralidad se ubique en la negociación, donde la soberanía no sea una moneda de cambio y negociable. China ha planteado que tomar medidas para enfrentar los aranceles, no tiene que ver solo con un problema de protección nacional, sino de protección de la justicia internacional y del sistema multilateral de comercio.
Esta coyuntura también pondrá en la vitrina a todos los países, y se podrá sopesar quiénes son realmente los que están por sostener y mejorar la legalidad y juridicidad del sistema internacional, ante tanta retórica que se usa tradicionalmente.
El 21 de abril, ante nuevas agresiones de Trump, el Ministerio de Comercio de China afirmó que respeta a todos sus socios, pero que se opone firmemente a cualquier parte que alcance acuerdos con Estados Unidos en perjuicio de los intereses chinos. Nunca lo aceptará y tomará medidas energéticas al respecto.
En cambio, invita a unir fuerzas contra Estados Unidos, afirmando que “fortaleciendo la solidaridad y la coordinación de todas las partes, para responder y confrontar conjuntamente los actos unilaterales de intimidación”.
La declaración continua con que “Nadie puede estar protegido de las consecuencias de acciones unilaterales y el proteccionismo. En cuanto el comercio internacional vuelva a la ley de la selva, donde el más fuerte mata al más débil, todos los países se convertirán en víctimas”.
Para seguir sosteniendo el camino estratégico adoptado por China en esta crisis, el día 25 de abril se reunió el Politburó del Partido Comunista de China, resaltando la importancia de implementar políticas más proactivas e instrumentos de financiación para impulsar el consumo, especialmente de servicios, innovación tecnológica y el comercio. Entre las conclusiones prometieron “Introducir rápidamente políticas de reserva incremental basadas en los cambios en la situación, fortalecer los ajustes anti cíclicos extraordinarios y hacer todos los esfuerzos posibles para consolidar los fundamentos del desarrollo económico y la estabilidad social”.
En el documento final afirman que la economía china ha mostrado una tendencia positiva, con una creciente confianza social, destacando de igual forma la necesidad de consolidar más las bases para la recuperación económica. Se insistió en trabajar junto con la comunidad internacional para defender activamente el multilateralismo y oponerse a las prácticas de intimidación unilateral.
La imagen de China en esta coyuntura conflictiva saldrá positivamente valorada, porque ha mantenido acuerdos y principios de libre comercio, con la lógica de que todos salgan beneficiados, manteniendo el método del diálogo y la cooperación para aspirar a un mundo multilateral en acción, multicentral, con la lógica de la no intervención, una diplomacia de la paz, soberanía sobre los recursos naturales y con instituciones globales renovadas.
Por Carlos Gutiérrez P.
Carta Geopolítica 42, 29/04/2025
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