Es oficial: Comunidades pewenche logran frenar la tala de 96 araucarias y exigen respeto a autoridades

Comunidades pewenche de Lonquimay lograron frenar la tala de 96 araucarias milenarias autorizada por CONAF para el proyecto vial Ruta S-61, tras semanas de movilización, trawun y presión política. El acuerdo con autoridades deja sin efecto las resoluciones y abre una mesa de trabajo para compatibilizar conectividad y protección del patrimonio natural, frente a un conflicto innecesario generado por funcionarios públicos.

Es oficial: Comunidades pewenche logran frenar la tala de 96 araucarias y exigen respeto a autoridades

Autor: Seguel Alfredo

Comunidades pewenche logran la protección de 96 araucarias, luego de conflicto generado por funcionarios públicos sin consulta, ni consentimiento de las comunidades

La Araucanía vivió a fines de julio de 2025 e inicios de agosto  una creciente indignación luego de que la Corporación Nacional Forestal (CONAF) autorizara formalmente la tala de 96 araucarias milenarias, especie en peligro y Monumento Natural, como parte del proyecto vial Ruta S-61 entre Lonquimay, Icalma y Melipeuco. Las resoluciones N° 594 y N° 595, emitidas el 18 de julio, permitían cortar 39 ejemplares en el tramo Liucura-Icalma y 57 en Icalma-Melipeuco, afectando además el hábitat de más de 1.700 árboles adicionales.

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El proyecto, destinado a pavimentar con concreto asfáltico y mejorar la conectividad para fomentar el turismo, ofrecía como compensación la plantación de 3.648 nuevas araucarias en la Reserva Nacional Alto Biobío. Sin embargo, expertos y comunidades advirtieron que esta medida no reemplaza el valor ecológico ni la regeneración extremadamente lenta de los ejemplares centenarios. Las comunidades pewenche de Quinquén y Kudü Mahuida – Lof Icalma denunciaron públicamente el impacto espiritual y cultural, afirmando que “el pewen es vida, alimento, sabiduría y legado”.

El 2 de agosto, tras un importante trawun y gellipun en el rewe del Lof Kmkeñ, representantes de más de veinte lof se reunieron en un ngütramkawn para analizar las resoluciones de CONAF. “Agradecemos la lucha que dieron los pu kufi ke che y valoramos profundamente la defensa del lof Kmkeñ contra la tala del pewen”, señalaron, recordando que en 1990 la araucaria fue declarada Monumento Natural mediante el Decreto N° 43.

En su declaración, los territorios pewenche advirtieron: “No aceptamos la tala del pewen, ha sido nuestro sustento espiritual, alimenticio, cultural y económico desde nuestros ancestros”. Aunque no se oponen a mejorar caminos, enfatizaron que “la conectividad no está sujeta a la masacre de nuestro árbol sagrado y el ixofilimongen asociado a él”.

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Las comunidades habían anunciado la presentación de un recurso de protección y convocaron a un encuentro con autoridades para el 8 de agosto en el Lof Marimenuco Alto. También responsabilizaron al municipio de Lonquimay por “aprovechamiento político y lavado de imagen con la defensa de la araucaria” y pidieron la “inmediata destitución” de funcionarios vinculados a lo que calificaron como un “violento atentado” a su territorio.

El 4 de agosto, el Seremi de Obras Públicas, Patricio Poza, declaró a medios que «no se tocará ninguna araucaria» en la construcción de un camino y que, junto a las comunidades, se buscaría «una solución definitiva» para equilibrar conectividad y preservación. Pese a ello, se evidenció que instituciones públicas generan conflictos innecesarios, en medio de una descordinación institucional, sumado a la carencia de protocolos indígenas en organismos como CONAF  y el MOP. Ambas omitieron que toda medida que afecte a comunidades y sus derechos exige procesos de consulta previos, libres e informados, conforme al Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.

Finalmente, el 8 de agosto se concretó la reunión en Marimenuco Alto entre autoridades ancestrales y representantes del gobierno, incluyendo al delegado presidencial Eduardo Abdal, el Seremi Patricio Poza y la directora regional de CONAF, María Teresa Huentequeo. En la cita se acordó dejar sin efecto las resoluciones N° 594/2025 y N° 595/2025, además de iniciar una mesa de trabajo para definir el mejoramiento de la Ruta S-61 en diálogo con las autoridades tradicionale, según reporto Radio Ricalma.

“Todos queremos un buen camino y no es necesario pasar a llevar nuestro patrimonio natural y cultural para efectuar dicha obra. Y menos, pasar a llevarnos entre nosotros”, señalaron las comunidades, destacando que el pewen seguirá en pie como símbolo de vida y resistencia en Lonquimay.


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