Suspenden reunión y no dan respuesta

Autoridad ambiental oculta el descenso de agua en el Salar de Atacama para permitir el acuerdo SQM Codelco

Desde hace más de un año que se espera que las autoridades ambientales den cuenta del descenso del nivel de agua en los pozos del Salar de Atacama. La denuncia fue hecha por la minera Albemarle e implica a SQM. Si bien se esperaba una reunión del SEIA de Antofagasta a comienzos de agosto, el gobierno habría decidido no efectuar la reunión para no enturbiar el polémico acuerdo con la empresa de la familia Ponce Pinochet que aumenta la extracción de carbonato de litio del acuífero.

Autoridad ambiental oculta el descenso de agua en el Salar de Atacama para permitir el acuerdo SQM Codelco

Autor: Mauricio Becerra

Desde hace más de un año que se espera que las autoridades ambientales den cuenta del descenso del nivel de agua en los pozos del Salar de Atacama. La denuncia fue hecha por la minera Albemarle e implica a SQM. Si bien se esperaba una reunión del SEIA de Antofagasta a comienzos de agosto, el gobierno habría decidido no efectuar la reunión para no enturbiar el polémico acuerdo con la empresa de la familia Ponce Pinochet que aumenta la extracción de carbonato de litio del acuífero. Si bien contactamos al SEIA de Antofagasta para que explicaran el motivo de suspensión de la reunión, hasta el momento de publicar esta nota no hemos recibido respuesta.

El pasado 4 de agosto diez jefes ministeriales de la Región de Antofagasta estaban convocados para revisar una inquietante solicitud que llevaba más de un año aguardando. El 29 de mayo de 2024, la minera norteamericana Albemarle ingresó una solicitud para revisar su propia declaración de impacto ambiental, que le permite extraer litio desde el Salar de Atacama.

¿UNA AUTODENUNCIA?

¿Qué llevó a una minera a cuestionar el permiso que le permite extraer salmuera del acuífero atacameño para hacer dicha solicitud?

Lo que se sabe es que Albemarle detectó a comienzos del año pasado un descenso importante del nivel de agua de los pozos desde donde extrae salmuera. Los medidores de dichos pozos dieron cuenta de una baja sostenida y por debajo de los niveles mínimos, lo que les obligó a activar el ‘Plan de Alerta Temprana’, que obliga a las empresas a disminuir sus niveles de extracción, realizar investigaciones y avisar a la autoridad ambiental.

Pese a la gravedad de la situación, la reunión de comienzos de mayo de 2024 fue suspendida durante el mismo día de su realización. Además de los diez seremis de gobierno, debían acudir a la cita la delegada presidencial y la directora regional de Servicio de Evaluación Ambiental (SEIA).

Por la misma fecha se estaba realizando la Consulta Indígena de parte de Corfo, uno de los últimos pasos para validar el polémico acuerdo entre Codelco y SQM que entrega la explotación del acuífero atacameño hasta el 2060 a la empresa de la familia Ponce Pinochet.

Durante la misma semana se realizaban las últimas reuniones con las comunidades lickanantay, a las que incluso acudió el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, autoridad de gobierno que esperaba contar con la consulta aprobada a mediados de agosto. Sin embargo, un recurso de protección presentado por la Comunidad de Coyo por vulneración de los derechos indígenas y falta de información ante los tribunales regionales ha impedido la firma del consentimiento.

La suspensión de la reunión respondería a que las autoridades prefieren esconder la grave disminución acuífera de la cuenca para conseguir el consentimiento de las comunidades lickanantay que viven en la cuenca del Salar de Atacama. Territorio sometido desde hace décadas a intensos niveles de explotación.

El mismo acuerdo con SQM, implica, sin estudios ambientales previos, el aumento de la cuota de extracción de litio de las actuales 165 mil toneladas anuales permitidas -que SQM estaría agotando antes del 2030- a 300 mil toneladas anuales. Una sobreexplotación criminal del Salar de Atacama que las comunidades han calificado de ecocidio.

LA IMPLICANCIA DE SQM

La solicitud de revisión de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de Albemarle también implica el permiso dado a SQM, que extrae el doble de cantidad de carbonato de litio que la minera norteamericana.

Si Albemarle tiene permiso para producir unas 85 mil toneladas anuales de carbonato de litio, SQM supera las 165 mil toneladas. La primera vence su permiso de explotación en 2043, en tanto que la empresa de la familia de Pinochet en 2030.

La RCA dada a SQM que se solicita revisar tiene data del 19 de octubre de 2006, y señala expresamente que «el proyecto asume el concepto impacto nulo, concepto sobre cual el proyecto ha sido evaluado e informado favorablemente por todos los Órganos de la Administración del Estado con competencia Ambiental». Además, la RCA citada establece como exigencia para que la empresa opere que “la extracción de salmuera y de agua industrial, no deberá producir efectos adversos sobre los sistemas de Soncor, Aguas de Quelana, Vegetación Borde Este y Peine».

Una visita realizada por El Ciudadano a fines del año pasado constató que varios pozos se han secado y recogió denuncias de ex-trabajadores de SQM, las que daban cuenta tanto del descenso importante en el nivel de agua de los pozos y la manipulación de las máquinas que deben medir dichas fluctuaciones, acción constatada en inspecciones ambientales realizadas anteriormente.

Los testimonios recogidos entre los trabajadores de SQM y sus subcontratistas, dieron cuenta que SQM estaría extrayendo más agua de la permitida. “Si dicen que tienen cien pozos y sacan determinada cantidad de agua, es que extraen el doble”- comentó uno de los trabajadores consultados.

Se trata de trabajadores directos e indirectos de SQM, además de comuneros de las comunidades atacameño lickanantay que habitan en los alrededores del salar, quienes también señalaron que la empresa hasta propiedad de Julio Ponce Lerou, extrae más agua de la permitida y mantiene pozos clandestinos.

La denuncia da cuenta así de lo que podría ser una práctica sistemática de SQM, ya que en 2014 una revisión de los organismos ambientales detectó serias alteraciones en las mediciones de los pozos de agua dulce de SQM y la extracción de más salmuera de lo que dice el contrato.

A fines de marzo de 2014, una inspección de agentes públicos detectó que SQM modificó los umbrales de pozos de monitoreo a escondidas de la autoridad y no hacía registros indispensables para el monitoreo de los umbrales de agua. Se trató de los pozos Mullay, Allana, Camar 2, Socaire y P2, usados por la minera para extraer salmuera y agua del Salar de Atacama.

Al no haber registro del agua que fluye por los pozos, se podría estar sacando más agua de la autorizada.

Pedro, quien también trabajó para SQM, contó a El Ciudadano que SQM extrae agua tanto de las napas de agua dulce que vienen de la cordillera, como de otros sectores más distantes hacia el Oeste del mismo salar. “Son las únicas que pueden separar las sales y, al final, todas las napas van al salar”. Contó que se saca más agua de la permitida, lo que pudo observar en el pozo Mullay, en donde “declaran 40 litros por segundo, pero en la realidad extraen 400 litros por segundo. Extraen el agua antes de pasar por el manómetro de medición”.

Pedro agregó que una vez que los pozos van bajando el nivel del agua, son sellados. “Los tapan cuando está bajo el nivel del agua. Entierran todo el material y tapan con la misma tierra del salar después”.

Según un informe final de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), emitido en el año 2016, SQM modificó los instrumentos de monitoreo de los pozos y los umbrales de capacidad de agua, además de no presentar la información respecto de la extracción de agua dulce, los niveles de los pozos y las formaciones vegetales, entre los años 2013 a 2015.

Además se detectó que la empresa no completaba el análisis de los registros históricos de meteorología local y regional, el monitoreo de variables hidrogeológicas y otras mediciones que permiten medir cambios en el ecosistema en la zona en que opera SQM.

También se detectó que se extrajo salmuera por sobre lo autorizado entre agosto de 2013 y agosto de 2015, lo que infringía el contrato de arriendo del salar con Corfo.

La SMA cursó seis faltas ambientales a SQM por modificar el monitoreo de los pozos y se pidió a la empresa establecer medidas provisionales para reparar los daños causados, debiendo acompañar su cumplimiento los organismos públicos encargados de fiscalizar.

QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS SOBRE EL AGUA EN EL SALAR

Cristina Dorador, bióloga, doctora en Ciencias y académica de la Universidad de Antofagasta, comentaba a El Ciudadano en un reportaje realizado cuando se comenzó a detectar el descenso en el nivel de agua del salar, que en los últimos 20 años las operaciones mineras en el acuífero atacameño aumentaron de 20,54 a 80,53 km2, cuatro veces más que la escala de producción en 1997.

La tasa de expansión promedio es de 7,07% al año, aseveró la bióloga.

Varios estudios, publicados desde hace más de una década, suman evidencia respecto del impacto del extractivismo en el Salar de Atacama. En 2004 un estudio satelital daba cuenta de la disminución del Salar de Atacama entre 1 a 2 centímetros producto de la actividad minera (1).

Posteriormente, pesquisadores de la School of Geographical Sciences and Urban Planning, de la Arizona State University, también recurrieron a imágenes satelitales a las que se aplicó espectroradiometría, lo que permitió medir la disminución del acuífero atacameño entre los años 1997 y 2017. Constataron que al mismo tiempo que se observa un aumento de la cobertura espacial de las pozas de evaporación de litio, va disminuyendo la cobertura vegetacional, aumenta la temperatura y desciende la humedad del suelo (2).

Un estudio reciente, publicado en 2024, determinó que el Salar de Atacama se hunde entre 1 a 2 centímetros por año producto de la extracción de salmuera. Ello analizando la subsidencia del terreno, que es el hundimiento provocado a largo plazo por la pérdida del agua subterránea, se determinó a partir de la comparación de imágenes satelitales tomadas entre los años 2020 y 2023. El geólogo a cargo del estudio, Francisco Delgado, del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, concluyó que “las mediciones indican que en el salar de Atacama, el bombeo de salmuera rica en litio ocurre a una tasa mayor que la de recarga de los acuíferos”. El estudio también recurrió a imágenes satelitales, esta vez proporcionadas por el sistema SAOCOM-1 de la agencia espacial argentina, desde los cuales se obtuvo imágenes usando la técnica de interferometría (InSAR) que es capaz de producir mapas que dan cuenta de la elevación del terreno y los desplazamientos de la superficie terrestre. Además del Salar de Atacama fueron medidos en diversos lugares del planeta las deformaciones producidas, sea por causas tectónicas, volcánicas, de origen glaciar o antropogénicas (3).

Otras estimaciones se han concentrado en la pérdida de agua producida en la extracción de litio y su procesamiento a través de piscinas de evaporación. Si bien los cálculos corresponden a mediciones realizadas en Argentina, investigadores de la Universidad Nacional de Jujuy estimaron en (2018) que se evapora en promedio medio millón de litros de salmuera por tonelada de carbonato de litio (4).

Por Mauricio Becerra R.

El Ciudadano

NOTAS:

(1) Jose Francisco Muñoz-Pardo; Cristian Alberto Ortiz-Astete; Leonardo Mardones-Pérez; Pauline de Vidts-Sabelle. Funcionamiento hidrogeológico del acuífero del núcleo del salar de Atacama, Chile. Ingeniería Hidráulica en México. Vol. XIX, N.º 3, 2004. pp. 69-81.

(2) Wenjuan Liu; Datu Buyung; Soe W. Myint. Spatiotemporal patterns of lithium mining and environmental degradation in the Atacama Salt Flat, Chile. International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation, 80, 2019, pp. 145-156.

(3) F. Delgado, T. Shreve, S. Borgstrom, P. León-Ibáñez, J. Castillo and M. Poland, «A Global Assessment of SAOCOM-1 L-Band Stripmap Data for InSAR Characterization of Volcanic, Tectonic, Cryospheric, and Anthropogenic Deformation,» in IEEE Transactions on Geoscience and Remote Sensing, vol. 62, pp. 1-21, 2024.

(4) Victoria Flexer; Celso Fernando Baspineiro; Claudia Inés Galli. Lithium recovery from brines: A vital raw material for green energies with a potential environmental impact in its mining and processing. Nature Reviews Earth & Environment volume 4, 2023. pp. 149–165.


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